Carmageddon Max Damage. Análisis PS4

carmageddon max damage

Reflexionemos un momento el porqué de que Carmageddon sea considerado un clásico. No caigamos en la trampa de catalogarlo como un juego violento ni a declarar que su fama se debió solamente a su violencia. Está bien, sí, era violento pero hay muchísimos juegos violentos que la gente no sabe ni que existen, antes de él nos encontramos con el primer juego de estas características, Death Race 2000 (juego de 1976 para las máquinas recreativas inspirado en la película Death Race de 1975) ocasionó mucha polémica por la violencia que desprendía causando un gran revuelo pero a día de hoy, ¿quién recuerda ese juego? sólo unos cuantos frikis.

Carmageddon está valorado como un juego representativo gracias tanto a su jugabilidad como a las novedades que incorporaba, sentó las bases de los juegos de mundo abierto actuales. Era un título de carreras en el que podías moverte libremente por el mapa cuyo principal fin no era llegar el primero siguiendo un circuito marcado, sino buscarte la vida para cruzar la línea de meta en primera posición eligiendo el camino tú mismo. Existían tres formas de ganar la carrera, la primera como una carrera normal, la segunda destruyendo los vehículos rivales y la tercera atropellando a todo ser vivo que estuviera en ese momento por la calle. Tú elegías cual era la mejor forma. Tenías libertad, lo que en los juegos de coches de la época no existía, era nuevo y por eso triunfó.

Aquí es donde reside el problema a la hora de ponernos de nuevo al volante en Carmageddon Max Damage.

Un «reboot» fallido

Teóricamente, la idea de hacer un reboot de una película o un juego, es realizar una reinvención de una obra adaptándola a los tiempos actuales, porque la vida avanza y la gente evoluciona. Un ejemplo de cómo se debe hacer un reboot de algo es la nueva versión de Ratchet & Clank para PlayStation 4 desarrollada por Insomniac, en ella se ha lavado la cara al producto ya que parece un juego nuevo. Se rediseñaron los controles de los personajes con tantas novedades que parecía un juego distinto, por no hablar del apartado gráfico completamente adaptado a los tiempos que corren y a la potencia actual de las videoconsolas. Es un buen reboot porque reúne todo lo que hizo especial al Ratchet & Clank clásico mejorándolo y adaptándolo a la época actual con novedades que nos hacen creer que estamos ante una nueva IP en alguna de sus fases. Bien, ¿Carmageddon Max Damage cumple con los estándares que tiene que tener un reboot para considerarse estar a la altura del clásico? Rotundamente no.

La primera de las razones es que se parece demasiado al Carmageddon original resultándonos completamente imposible separar el juego que salió en 1997 con el que acaba de salir en 2016 para PlayStation 4 y Xbox One. Las mecánicas y la finalidad del juego siguen siendo las mismas: nos situamos ante 10 mapas abiertos íntegramente explorables a través de los diferentes trazados de cada mapa, 30 vehículos, varios pilotos y toda la sangre que tenía la primera entrega ¿Es suficiente? si estuviéramos en 1997 sí, de hecho así fue, el problema es que para eso ya contamos con el original. Si su lanzamiento se hubiera producido este año, podría ser un juego «pasable” siempre y cuando se preocuparan en adaptar el clásico a los tiempos actuales. Tienen potencial contando con presupuesto suficiente ya que fue financiado a través de kickstarter pero, lo que parece realmente este título, es que han hecho un corta- pega del planteamiento de 1997 y listo.

Las físicas brillan por su ausencia

La jugabilidad es pésima, el manejo del vehículo es de lo más inestable que recordamos en mucho tiempo, siendo un juego de coches sólo nos queda preguntar: ¿por qué lo peor es el manejo del vehículo? Asimismo los choques con otros vehículos es la razón por lo que muchos consideraban este videojuego divertido pero han conseguido que las físicas brillen por su ausencia.

Este reboot podía haber sido algo grande si realmente hubieran innovado a partir de los cimientos del primer juego, pero no lo han hecho, simplemente han mejorado ligeramente los gráficos y empeorado la jugabilidad. Esta saga se ha desvirtuado hasta tal punto que a día de hoy se ha quedado en un juego malo cuando tiene potencial para ser un triple A.

Me explico, el primer Grand Theft Auto (GTA) aunque gráficamente no era ninguna maravilla, fue el sucesor espiritual del juego original de Carmageddon ya que mejoró lo que ofrecía éste. Nos daba una historia y un mundo abierto más grande, tenía que haber sido una competición entre los dos juegos para ver, con perdón de la expresión, quién la tenía más grande luchando de tú a tú cada vez que uno de los dos sacara un juego. Cada vez que GTA lanzaba un título innovaba de manera que su anterior lanzamiento quedaba por debajo, incluso GTA IV, que a mucha gente no le gusta, compensaba la falta de vehículos y modos de juego con una historia mucho más elaborada. Luego llegó GTA V y todos sabemos lo que es GTA V…

Vehículos a medio gas

Carmageddon Max Damage aspira a que nos enganchemos mediante un modo historia de 16 capítulos en el que, a medida que los vamos superando, desbloqueamos tanto vehículos como personajes. El inconveniente es que resulta muy tedioso llegando al punto de no resultar divertido, y no sólo por la frustración de que parezca que en vez de conducir un vehículo de carreras estamos al timón de un portaaviones que transporta millones de tanques y camiones, sino porque no es un juego ágil en su totalidad. Ese es el principal problema de Carmageddon Max Damage, si a eso le sumamos que las pantallas de carga duran más de 2 minutos pues apaga y vámonos.

Rocket League y Hotline Miami son el ejemplo claro de lo que tenía que haber sido este juego, cuentan con un bajo presupuesto, son juegos «casuales» a los que dedicas tiempo cuando no tienes nada que hacer, juegos desestresantes en los que la agilidad es el pilar que sostiene prácticamente todo el núcleo de la diversión. En Hotline Miami cuando mueres (y mueres mucho) puedes volver a comenzar la partida pulsando un botón y cuando te quieres dar cuenta ya estás jugando de nuevo. En Carmageddon Max Damage por el contrario, tienes que esperar durante mucho tiempo a que éste quiera arrancar por lo que se te quitan las ganas de jugar.

Ni siquiera los gráficos consiguen que se pueda salvar de la quema. Han mejorado con respecto al original, sí, pero los han mejorado hasta el punto de pasar de gráficos de PlayStation One a gráficos de PlayStation 3 con unos peatones que parecen de todo menos peatones y unas texturas que se nota que apenas se han trabajado. Por no hablar del apartado sonoro, donde las melodías son, cuanto menos, olvidables así que tampoco te pierdes nada si juegas con el volumen del televisor al cero.

Conclusiones Carmageddon Max Damage

Carmageddon Max Damage trae la propuesta y el nombre pero se olvida del resto ya que no ha sabido, o no ha podido, adaptarse a las nuevas generaciones de videoconsolas. A los que busquen un juego para pasar el rato les aconsejamos que sigan buscando ya que este Carmageddon puede estar solamente dedicado a los fans más aferrimos de la saga gracias a los guiños a la primera entrega, pero creemos que eso no es suficiente para que llegue a estar a la altura del primer juego y único Carmageddon.

https://www.youtube.com/watch?v=j06Qt5c8k24

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