DMC (Devil May Cry) Definitive Edition. Análisis PS4

Pues sí, esta vez Capcom es la encargada de traernos una remasterización del reboot de su franquicia DMC, juego que ya salió en la pasada generación de consolas, pero que tanto en PS4 como en Xbox One hace uso de los 60 frames y la resolución 1080p de una manera más que espectacular, haciéndonos disfrutar a full HD esta nueva aventura de Dante en DMC Definitive Edition.

Empezar diciendo que este Devil May Cry, cuando se puso a la venta en PS3, Xbox 360 y PC, salió al mercado con bastante polémica debido a su nuevo protagonista y su estética mucho menos «asiatica» y más comercial, características que a gran parte de los seguidores de la saga no gustó y no le dieron la oportunidad a este título de ser jugado, cosa que no es justa ya que, no solo es un buen juego con muchísimo trabajo detrás (se nota en cada una de las fases), sino que es recomendable y disfrutable al 100 %.

Pero volviendo a esta “Definitive Edition”, Capcom y Ninja Theory no únicamente nos han traído una mejora gráfica a 60 frames (cosa que le da mucho velocidad al título) y una resolución en un HD real, sino que la historia sigue siendo igual de absorbente como todas las de las saga, y esto viene acompañado por un DLC donde encarnamos a Vergil, cosa que sirve para completar esta nueva experiencia en esta generación y que seguro no defraudará a nadie (siempre que te haya gustado la historia principal).

Hijo del demonio

En otra dimensión (si lo comparamos con la saga Original), Dante ha perdido la memoria y no recuerda nada de lo que le ha pasado hasta la fecha, salvo que le torturaron cuando era adolescente. Dante, un sociópata y depravado sexual intenta mantenerse a salvo y no duda en luchar contra los humanos/demonios que intentan acabar con su vida. Ahí empieza nuestra aventura donde se descubrirán secretos familiares, mentiras y verdades ocultas.

Durante el desarrollo de esta historia, Dante (con ayuda) irá recordando parte de la memoria perdida, obligándose a sí mismo a lidiar contra los demonios que gobiernan en el Limbo y contra el demonio Mundus, uno de los cuatro reyes del inframundo.

Jugabilidad, Modos de Juego y Gráficos

Gracias a todas las mejoras gráficas citadas anteriormente (sobre todo los frames), el tiempo de reacción del jugador ahora es mucho más rápido, pudiendo ser más precisos en nuestros ataques hacia los enemigos, cosa que se agradece sobre todo en juegos “Hack and Slash” como este.

Este empeño de Capcom en el lavado de cara de su último Devil May Cry también se nota mucho en la eliminación de los dientes de sierra en parte de los escenarios (y sobre todo en nuestro protagonista), pero aún en parte de ellos y enemigos los siguen conservando en menor medida.

Al igual que pasó en Tomb Raider Definitive Edition, se ha mejorado casi llegando a la perfección el tema de las luces en el juego, tanto en los brillos de nuestros ataques como en los reflejos solares/inframundo que nos cegarán, haciéndonos olvidar en muchas ocasiones que se trata de una remasterización.

Es cierto que esta mejora estética se nota mucho en las animaciones, a las cuales se le ha dado un enfoque con mucha definición, pero no se notan tanto en los gráficos “in game” ya que también es cierto que es un juego excesivamente rápido y no es un título que se preocupe en lucirse en ese sentido, al contrario que The Order: 1886 o Ryse.

Respecto a los modos de Juego, al igual que en sus versiones anteriores se nos ofrece el disfrutar de la historia principal de Dante en diferentes niveles de dificultad, siendo realmente difícil el último de ellos (Los Dioses Deben Morir), que no solo es un reto para el jugador sino que lo podría calificar de “imposible”, ya que los enemigos se regeneran con la suspensión demoníaca activada y no se nos permite el uso de objetos de ayuda.

No debemos olvidar del modo TURBO, modo que ha sido el aliciente principal para que los que ya disfrutaron del título anteriormente puedan volver a hacerlo en las nuevas consolas. Este modo se trata del aumento de la velocidad del juego en un 20% haciendo que el ritmo sea frenético y agobiante de modo que hacen que este DMC se disfrute de una manera épicamente diferente.

Hay que comentar que Capcom también ha puesto mucho interés en un nuevo equilibrio de los combates donde se le ha añadido la fijación de enemigos y nuevos movimientos de bloqueo/evasión, característica que los nuevos jugadores verán como “normal” y los antiguos jugadores lo notarán en exceso.

Sobre el sonido de DMC poco más hay que añadir, era muy bueno en versiones anteriores, teniendo un 5.1 atronador con una banda sonora compuesta por tracks de Heavy puro y duro que sigue conservando y que, para un servidor, es uno de los grandes puntos fuertes de este título, junto con un montaje impecable y cinematográfico que atrapa a cada paso que damos.

El DLC que se incluye de “La Caída de Vergil” no solo posee una nueva historia, sino que contaremos con un nuevo Palacio Sangriento en el que disfrutaremos mucho. Este “Definitive Edition” contiene a su vez diferentes skins/trajes tanto de Dante como de Vergil que nos recordarán a la antigua saga DMC. (Duración del DLC de 2 a 4 horas dependiendo de la dificultad).

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Conclusión de DmC Definitive Edition

En definitiva y a modo de conclusión podemos decir que sí, si se ha completado el juego en PS3/Xbox360/PC, el cambio, si lo jugamos en su modo normal (además del DLC), es realmente parecido, solo notaremos como cambio significativo la definición 1080, los 60 fps y mayor definición en las texturas («in game» y en cinemáticas), pero si decidimos jugarlo en su modo TURBO, además de suponernos un reto real puede ser un dinero bien invertido, siendo un título realmente rejugable y que cuenta con una historia interesante  pero que no llega a los niveles de obra maestra que llegó Devil May Cry 4. ¿Culpa de su protagonista? Ahí dejo la pregunta.

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