La famosa desarrolladora de videojuegos Electronic Arts (EA) ha cancelado los contratos de imagen que poseía con fabricantes de armas. Este anuncio no viene asociado a que la compañía norteamericana pase por un mal momento económico y del mismo modo los fans de sus shooters pueden estar tranquilos pues hay Battlefield para rato.
Amigos es momento de ponerse en la mentalidad de la progresiva mentalidad de principios del siglo XIX pues no hay duda de que la mejor manera de sanar una dolencia cardíaca es realizar una sangría. Todos recordamos lo ocurrido en una escuela de Newton en diciembre de 2012 cuando veinte niños y seis adultos fueron asesinados con un arma por un joven que sufría enfermedades mentales y no era medicado. Esto abrió un gran debate en torno al acceso a las armas en el país y no fueron pocos los gritos de cambio, aunque finalmente el congreso de los Estados Unidos voto en contra de cambiar su regulación de acceso a las armas. Ya sabemos todos de sobra como son los americanos para sus cosas y puesto que en España también tenemos nuestras tradiciones intocables no seré yo quien realice acusación alguna sobre ellas, tan solo indicar mi sentido alivio de que el derecho de pernada no llegase a convertirse en una tradición festejada.
Volviendo al tema que nos ocupa, algunas mentes de altas cumbres en USA no dudaron en acusar a la violencia en los videojuegos y su gran realismo como método incentivador a que ocurran estas tragedias por encima incluso del cine y de los grandes esfuerzos que hacen los gobiernos por alejarnos de la violencia al prevenir guerras. Normalmente las acusaciones hacia el mundo gamer suele subsanarse mediante medidas como la incorporación del PEGI pero en esta ocasión Electronic Arts ha decidido hacer caso a las críticas y por ello todas las armas que aparezcan en sus títulos serán inventadas y por tanto imposibles de comprar en cualquier armería. De este modo si un joven después de jugar a uno de sus títulos sintiese la necesidad de matar a sus convecinos con su arma favorita dentro del juego vería su sed de sangra apagada cuando el armero le indicase que no disponen de esa arma en concreto y que cualquiera de las demás que pudiese comprar no encajarían en la descripción dada, el joven seguramente volvería a su casa y se apuntaría a jugar al lacrosse o al baloncesto dependiendo de si es blanco o afroamericano.
Una de las compañías de armas a la que la desarrolladora no volverá a comprar licencias es McMillan Group International de la cual podéis ver vídeos en Youtube. Esta compañía ofrecía a Electronics Arts sus licencias como parte de una colaboración de marketing en el juego Medal of Honor: Warfighter.
Veremos si otras compañías incorporan la misma medida y si las beneficiarias directas de esas licencias tienen algo que decir. Dicho todo esto ya podemos volver al siglo XXI