Desde hace unos días en Twitter se está produciendo un debate entre los aficionados y profesionales del sector. Un tema que muchos intentan esquivar y que hoy en mi artículo de opinión semanal quiero reflexionar. El fundamento del periodismo es llegar a la búsqueda de la objetividad. Todo periodista debe informar siempre fielmente de los hechos y sin influencias del exterior. Llegar a la objetividad no es posible. En la facultad nos enseñan que hay que llegar a ella, pero nunca podremos conseguirla de pleno. En el mundo de los videojuegos, sobre todo a la hora de analizar títulos, pasa lo mismo. Pero este mundo tiene algo especial y que diferencia a otros sectores de la información ¿es objetiva la prensa de videojuegos?
Primero creo que es necesario definir la separación de los medios, sobre todo en nuestro país. Existen los grandes medios especializados que copan todas las oportunidades y ayudas que las productoras puedan servir. Después están otro tipo de revistas de menor tamaño y repercusión, que no de peor contenido, que buscan hacerse un hueco entre estos medios líderes. La situación en España de la prensa de videojuegos es comparable a la de la Liga de fútbol, siete u ocho equipo que van a Europa y los demás que intentan subsistir como pueden. Para que lo podáis entender mejor, no es posible ocupar el mismo porcentaje de lectores en el análisis del Beyond cuando las grandes revistas o medios tienen el juego desde hace una semana y otros medios todavía ni los han recibido, si es que lo reciben.
El problema es que las empresas y distribuidoras consideran a los medios como herramientas de publicidad. Cuanto más publicidad hagas de mi juego, mejor voy tratarte y más facilidades vas a tener. En el periodismo de videojuegos, a diferencia de otro tipo de periodismo especializado, las compañías juegan un papel muy importante. Sacar el análisis de un título cuando otro medio lo ha sacado una semana antes es casi una tontería, aunque luego el contenido sea excepcional, pero ya habrás perdido mucho tiempo y sobre todo lectores.
Con todo esto es muy complicado que un periodista sea crítico con un título, sobre todo los medios más pequeños, que saben que una mala crítica puede hacer que pierdan sus relaciones y su forma de seguir ofreciendo contenido a sus lectores. También hay que aclarar que no todas las compañías son así y que muchas, por experiencia propia, tratan que estas críticas les sirvan para mejorar en sus próximo títulos. Resumiendo, el periodista sabe que tiene cierto peso sobre los hombros a la hora de dar o quitar puntos o notas.
Pero además de este aspecto o problema empresarial, también nos encontramos con los gustos o experiencias personales de la persona que realiza el análisis. Por muy crítico que yo quiera llegar a ser, si he sido amante de Metal Gear Solid durante toda mi vida, a la hora de analizar un nuevo título de la saga, a menos que sea de muy mala calidad, siempre lo voy a valorar positivamente y me voy a dejar llevar por todos esos sentimiento que me influyeron jugar a los anteriores títulos.
Un análisis de un videojuego no es la verdad absoluta. Son las impresiones de un periodista o un conjunto de profesionales que intentan valorarte de forma objetiva sus impresiones sobre el título. Esto no significa que después se consiga, porque no se puede llegar a la objetividad absoluta. El análisis de un título os tiene que servir de guía y de orientación para saber que os podéis encontrar, pero nunca para decidir sobre vosotros. Cada uno tiene la última palabra sobre si debe comprar o no un juego, y un juego que tenga un mala valoración, quizás a ti te parezca enriquecedor.
Por lo tanto nos encontramos con un periodismo, que como todos, no es objetivo. Podría serlo un poco más si elimináramos la fuerza que tienen las compañías, y que fueran ellas que buscarán nuestra aprobación y no al revés. Como todo en la vida, la economía y el dinero mueve el mundo. Si tienes más posibilidades que tu vecino, normalmente llegarás más lejos. En el mundo de los videojuego la última palabra la tiene el jugón y esa es la única que vale.
¿Piensas que existe objetividad en la prensa de videojuegos?