[Análisis] Creature in the Well, el souls-like del Pinball

Creature in the Well, desarrollado por el estudio indie Flight School Studio y publicado por Tesura Games, es un dinámico Dungeon Crawler inspirado en el popular Pinball. Blandiendo espadas, cargaremos y golpearemos orbes de energía para devolverle la vida a unas instalaciones abandonadas y así librar al pueblo de la tormenta de arena. Es una aventura de corta duración con mecánicas sencillas pero interesantes, resultando en un gameplay más orientado a puzles. De todos modos, a Creature in the Well no le faltan encuentros que ponen a prueba los reflejos del jugador, llegando al punto en el que recuerda a un Bullet Hell. ¡Sigue leyendo para conocer los detalles más importantes del juego y descubre esta pequeña gema indie!

Las arenas del pasado

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Las unidades BOT-C son ingenieros programados para el mantenimiento de las instalaciones de la central energética. Bueno… Eran. Todas las unidades quedaron misteriosamente inoperativas, siendo inevitable el eventual apagón. El pueblo quedó sin acceso a electricidad y sin protección ante la tormenta de arena, quedando completamente desolados y desesperados, hasta que un día apareció la Criatura del pozo. Como si de un dios se tratase, encontraron en ella apoyo y protección, una razón de ser ante las adversidades del desierto.

De forma inesperada, un BOT-C recupera la energía, levantándose una vez más. No todos los habitantes del pueblo aceptan llegada del robot. Pero por suerte para el Ingeniero, la mecánica y el conserje están de su parte, siendo una fuente de mejoras e información respectivamente, resultando de mucha ayuda en su exploración de los distintos sectores de las instalaciones eléctricas. Siguiendo su programa, está decidido a adentrarse en ellas y reparar la central, cueste lo que cueste. Incluso si esto implica verse cara a cara con espeluznantes criaturas.

Un colorido mundo sin sombras

El estilo gráfico contrasta, no solo con la narrativa, sino con todo. Las paletas de color son vivas y variadas, destacan todos los elementos en pantalla. Pero lo que realza este efecto drásticamente es el estilo de sombreado utilizado, evitando las sombras casi en su totalidad. El juego depende de los colores y texturas de los materiales para delimitar el volumen de los objetos, resultando en un estilo claro y saturado. Este diseño no es solo con fin estético, pues ayuda enormemente con la legibilidad de los proyectiles, brillantes y que siempre contrastan con el fondo.

Pinball in the Well

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Dejando a un lado su distintivo apartado visual, las mecánicas también toman la ruta del minimalismo, obteniendo resultados igual de buenos que su arte. El objetivo del juego es restaurar la energía de la central, y para ello se deben reparar las distintas alas de la estructura, una por una. Cada cual está dividida en secciones individuales, con un pequeño puzle a resolver para poder continuar.

En Creature in the Well, los puzles son esencialmente Pinball: se golpean pelotas eléctricas para que reboten en pilares y se carguen de energía, obteniendo y almacenando unidades energéticas uno mismo. Estas unidades pueden ser utilizadas para reactivar el mecanismo de estructuras como puertas, o como moneda de cambio en el taller de la mecánica.

Los desafíos a superar van variando en tamaño y dificultad, en algunos casos incluso con etapas contrarreloj, torretas ofensivas, peligrosas descargas eléctricas o misiles teledirigidos. Al final de cada nivel el jugador se encuentra con la Criatura, que intenta impedirle el paso con un encuentro de jefe que recopila las distintas mecánicas que distinguen cada ala de las instalaciones.

Las herramientas del Ingeniero

Para redireccionar los proyectiles, la unidad BOT-C cuenta con dos útiles principales, un estabilizador para atraer y potenciar bolas de energía, y un sable láser para lanzarlas a toda velocidad en la dirección en la que son golpeadas. Al explorar los niveles y resolver puzles ocultos, se pueden encontrar variantes de estas herramientas con habilidades especiales, siendo de gran ayuda a lo largo de la aventura.

Otros elementos que se pueden encontrar en las instalaciones de la central eléctrica son los núcleos BOT dañados. Por su cuenta son inservibles, pero al llevarlos al taller de la mecánica, se pueden usar para mejorar el núcleo del protagonista, siempre que se acompañen de una modesta cantidad de unidades de energía. Cuanto mayor sea el nivel del núcleo, más puntos de vida y potencia de bateo tendremos, siendo determinante en algunas de las áreas más avanzadas del juego.

Pero no nos podemos olvidar del mejor aspecto de cualquier juego: los objetos cosméticos. En Creature in the Well, la exploración es recompensada con ellos, en forma de capas de las que nuestro Ingeniero podrá presumir. También hay otro objeto único que modifica la apariencia del personaje, oculto más cerca de lo que uno piensa. Si te gusta coleccionar cosméticos, ¡Presta atención desde el principio!

Mi gozo, en un pozo

Creature in the Well es una excelente experiencia, pero aunque breve, no se libra de tener sus aspectos negativos. Estos problemas se hacen más evidentes cuanto más se avanza en la aventura. La primera instancia es la narrativa, contada en su totalidad solamente con textos, y no precisamente en diálogos. Al finalizar cada nivel, el jugador reinicia el funcionamiento del ala, en una zona con numerosas consolas y terminales. Cada una de ellas cuenta con registros de los ingenieros anteriores, contando en largos párrafos el pasado de las instalaciones. Puede que se lean la primera vez que llegas al final de un nivel, pero a partir de ahí… Se evitan. Por otra parte, los puzles empiezan a repetirse, y no por nivel. Los puzles más pequeños pueden llegar a verse varias veces en la misma zona, resultando en insatisfactorios.

Para terminar con las críticas, si se juega en PC la experiencia es injugable sin mando. Al principio los controles parecen estar bien, hasta que llegas a un puzle en el que tienes que realizar un disparo preciso a una distancia considerada. El ángulo de disparo depende de hacia donde mire el jugador, definido por las teclas de movimiento. Combinándolas, se pueden conseguir únicamente ocho direcciones de lanzamiento, haciendo literalmente imposible resolver puzles con un ángulo que se encuentre fuera de ellas.

Creature in the Well en la consola portátil

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Gracias a su estética minimalista y saturada, el juego corre sin ninguna clase de problemas en la Nintendo Switch, siendo completamente legible tanto en un monitor como en la pantalla de la consola. Sus colores distintivos ayudan a distinguir los distintos elementos en pantalla, incluso cuando estos son numerosos y abrumadores.

Los controles son sencillos y están bien aprovechados, evitando completamente el problema presente en la versión de PC al contar con joysticks. Aún así, apuntar puede ser un poco complicado si se juega en modo portátil, ya que, pese a su buena legibilidad, cambios sutiles como la dirección del personaje se distinguen menos.

Conclusiones de Creature in the Well

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Creature in the Well es una experiencia nostálgica siendo un juego al que nunca se ha jugado, pero sus similitudes con Pinball causan un efecto familiar y fresco de forma simultánea muy agradable. La aventura es corta, pero alargarla podría resultar repetitivo, el juego termina cuando debe terminar sin extenderse más de la cuenta. El gameplay es sencillo pero divertido, recomendado para todo tipo de jugadores. Eso si, hay que asegurarse de tener un mando a mano si se pretende jugar en PC, aunque merece la pena el «esfuerzo» para poder disfrutar para esta gemita indie.

Creature in the Well está disponible en formato físico en Edición Normal y Coleccionista, tanto para Playstation 4 como para Nintendo Switch.

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