Hitman es un juego de sigilo que se juega en tercera persona, donde tomamos el rol de un asesino a sueldo que trabaja para la International Contract Agency. Concretamente somos El Agente 47, no hay nadie como él uno de los más solicitados para las misiones más difíciles, vuelve a las andadas en busca de cumplir sus contratos.
La saga de Hitman es una de las más emblemáticas dentro de su campo, desde hace 16 años nos ha complacido con juegos muy buenos como Hitman: Codename 47 (2000), Hitman 2: Silent Assassin (2002), Hitman: Contracts (2004), Hitman: Blood Money (2006), Hitman Absolution (2012), y ahora, la más reciente instancia de la IP, que lleva solamente el nombre de Hitman.
Vamos al tema
En este pequeña artículo comentaremos precisamente sobre su más reciente juego: Hitman. Vamos a tratar de contarles lo que ofrece el juego en general, sin spoilers, meramente comentando lo que Square Enix nos da para jugar. No nos queda duda de que este nuevo comienzo lleva la saga a sus comienzos, tras el polémico Hitman Absolution, el cual usaba entornos lineales que no dejaban usar la imaginación al jugador. El Hitman que jugamos y estamos analizando combina los controles de Hitman Absolution, junto con un modo sandbox con ambientes abiertos que permiten la exploración, siendo una delicia para el libre albedrío.
La trama toma su punto de clímax hacia el final de la primera temporada, donde se descubre a un infiltrado en la agencia. De ahí en más, nuestro objetivo es acabar con este traidor; sí, ahí lo dejamos. El asunto es que durante las primeras misiones estamos aniquilando peces gordos o energúmenos sádicos que deben desaparecer, y después de ahí, vamos descubriendo la traición.
No obstante, el elemento narrativo del juego no es tan fuerte. Al final de cada episodio veremos una cinemática de entre 2 y 5 minutos que nos explica la razón de asesinar a nuestro objetivo y listo. Perdiendo grandes dosis de fuerza con respecto al tema argumental se refiere.
Mecánicas y jugabilidad
El nuevo Hitman no cambia mucho de las anteriores entregas. Entra, hazte con un trajecito de seguridad -si quieres, asesina sin ser visto. Lo que tenemos hoy no es tan shooter como la última entrega y si quieres ir a lo Rambo, vas a morir en el acto (en dificultad alta). Por otro lado, tenemos de vuelta a la vieja confiable del sigilo que todos esperábamos.
Y es que toda la ambientación tiene un acabado excelente. Una característica interesante son las nuevas pistas con información, estas funcionan de manera que si escuchamos alguna conversación entre personas, podría servirnos para obtener pistas sobre situaciones por las que estén pasando nuestros blancos, dándonos el chance de tomar ‘x’ camino hacia ellos. Podemos optar por seguir las pistas, buscar otras y hacer los asesinatos como queramos; esto lo decimos porque las pistas nos proveen de situaciones especiales en las cuales podemos actuar para acabar con los objetivos. En el juego esto se toma como «oportunidades», y pueden existir varias en cada misión. Culminar oportunidades con éxito desbloquea contenido extra como armamento, puntos de inserción, o comenzar como infiltrado para la misma misión si queremos jugarla de nuevo.
La libertad que permite la exploración total de los mapas hace reventar un abanico de posibilidades, logra hacernos creer en el personaje, que somos parte de todo. Tantas cosas para tomar en cuenta en cada una de las misiones nos meten de lleno en el libreto, haciendo que intentemos emular a un espía (por no llamarnos ‘asesino’), y esa sensación es lo que deseamos todos de un juego como este.
Otro de sus puntos a favor es el factor de rejugabilidad, si por defecto ya contamos con muchas formas de cumplir las misiones -hasta 5 o 7- también tenemos el modo Contratos. Dicha modalidad consta de contratos creados dentro de la comunidad Hitman, los mismos jugadores pueden crearlos a su gusto y varían entre objetivos, si debemos matarlos con armas, venenos etc, incluso algunos nos piden culminar los asesinatos con algún traje en especial para tener éxito, ejemplo: mata al tío misceláneo vestido de jardinero.
Lo malo
Lo sumamente tedioso en Hitman es la necesidad de estar conectado a internet para poder disfrutar el título. Si no podemos conectarnos a los servidores se ven desactivadas muchas opciones: la modalidad Contratos, también se inhabilita la posibilidad de cumplir los retos que dan acceso a nuevas armas, gadgets, puntos de entrada, trajes extra, etc.
Esto nos parece muy molesto, pues el 50% de su re-jugabilidad la encontramos en la cantidad de cosas que podemos hacer con todo lo mencionado anteriormente. Y siendo sinceros, el problema no es la necesidad de una conexión, más bien son la mala calidad de sus servidores. Suele pasar que cuando te conectas, al rato se cae la conexión al servidor, y perdemos el progreso que no ha sido guardado en la partida.
Gráficos y Sonido
Los gráficos del juego son realmente buenos, lo probamos con un equipo de gama media (I5 6500, 8gb RAM, GTX1060 6GB) con todo en Ultra, en 1080p logrando alcanzar unos 60 fps constantes. Los niveles no despiertan molestia alguna de este amante de los buenos gráficos, únicamente algunos paisajes a lo lejos en los mapas (montañas lejanas) tienen cierto bajón gráfico, pero por lo demás estamos ante un título impecable.
Lo que tiene que ver con el audio del título está a la altura, las voces se sienten muy bien hechas (lo probamos en inglés), los audios de ambientes son buenos ayudando a lograr una buena inmersión.
Conclusión Hitman
Hitman es un juego creado por IO Interactive que utiliza Glacier 2 como motor gráfico. Disponible en PlayStation 4, Xbox One y PC, y consolas de la antigua generación. El título es vendido de forma episódica, algo que no le ha gustado a la mayoría de consumidores, pero en realidad es una buena forma de probar si gusta el juego, nosotros lo pudimos comprar a 5 euros/dólares cada episodio.
-Este análisis no está centrado en ningún capítulo de la Primera Temporada, sino que se centra en ella misma de forma global así como su experiencia de juego.
