Kinect es ese gran desconocido para las consolas de más de un hardcore gamer de esta generación, y es que el dispositivo de movimiento patentado por Microsoft no ha gustado desde el principio a los gamers más aguerridos del mundillo.
Si te mueves o hablas hay una cámara que capta tus movimientos para interpretarlos de un modo u otro y así conseguir una “experiencia” de juego mayor. Pero nuestra pregunta es, ¿es incompatible Kinect con los hardcore gamers?
En GameIt vamos a darnos cuenta de que el sensor de Xbox 360 no debería dejarse de lado tan a la ligera después de todo.
Un kinect para controlarlos a todos
¡¡Hola!! Saluda a la consola y da órdenes con tus brazos, desplázate por la suite de Xbox a lo Tom Cruise en Minority Report (con menos fantasía eso sí), pero ¿y si la llamo por su nombre?, pues que la consola le da por seguir nuestras indicaciones. Vale, ya vemos que podemos controlar la consola sin manos, ¿para eso vamos a soltar sobre 100 €uros? Evidentemente si es solo para eso no, si además es para jugar a “Kinectimals”, Kinect Adventures o el super juego de surf de Bob Esponja, pues tampoco es para tirarse a la calle a comprarlo, pero… ¿y si podemos invocar conjuros, lanzar KameHames y despedazar zombis?, ¿a que ya no pinta tan mal Kinect?
Me hago “jarcor”, que pasa
Recientemente han ido llegando noticias de juegos de corte menos casual que comienzan a hacer sus pinitos con Kinect, y eso gusta. Ya no nos tenemos que conformar con ver a nuestra prim@-novi@-amig@ jugando al Dance Central 2 o al Kinect Sports, ahora podemos controlar las acciones del Jefe Maestro con la voz, podemos ir al garaje de nuestros cochazos en Forza 4 y ver los detalles de los mismos, podemos recorrer un hospital abandonado y exterminar zombis con nuestros puños y patadas, podemos jugar a títulos indie que saben sacar petróleo del sensor… y cómo vamos viendo la lista va aumentando poco a poco.
Que Skyrim implante el sensor para el reconocimiento de voz es todo un logro para los amantes del RPG, y empezando solamente por ahí, ¿hasta dónde podemos llegar?
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Experiencias como Star Wars Kinect son solo el comienzo, si bien hemos de conocer las limitaciones del sensor.
De fantasía no se vive
El que esperaba ser todo un Jedi (capa incluida) debería tener los pies un poco más en la tierra, ya que hacer un juego divertido, teniendo en cuenta las limitaciones físicas que nunca son comparables a las aptitudes de los personajes de videojuegos, y que no lleguemos a matar a nuestro compañero de fatigas de una patada, no es fácil. Ahora podemos lanzar a nuestros rivales con un empujón de fuerza, partir un droide en dos con nuestro sable láser, y pilotar una vaina por el desierto como si la vida nos fuera en ello.
Pero, dentro de esas limitaciones, ¿es divertido jugar a un título hardcore? Por supuesto, el ejemplo inmediato es Rise Of Nightmares. Cuando llegó la demo al bazar no dudamos en probarlo para, tras un rato de juego, darnos cuenta del potencial de esta clase de títulos.
Podemos patear zombis, correr por pasillos, hacer una carnicería con una motosierra, sesgar hachazos como buen carnicero… y todo ello sin tener que hacer locuras delante del sensor. Eso sí, más de un susto nos llevaremos y nos pondremos a golpear el aire como nenazas.
Aquí os dejamos un tráiler de Rise Of Nightmares que por cierto es bastante gracioso y veréis más de una vez.
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Yo no se vosotros, me considero un gamer de la vieja escuela, los juegos casuales me suelen cansar a las pocas horas… pero ya estoy empezando a practicar el Kame Hame en el salón de mi casa.
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