Lejos del Mundanal Ruido. Crítica

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Llega próximamente a nuestros cines Lejos del Mundanal Ruido nueva adaptación de la novela clásica de Thomas Hardy.  Far from the Madding Crowd (título original en inglés) es todo un folletín melodramático de finales del siglo XIX que narra la historia de la atractiva y testaruda propietaria Bathsheba Everdene en su relación a lo largo de los años con tres pretendientes de personalidad y caracteres muy distintos, un relato de pasiones y dilemas morales ambientado en la decimonónica Inglaterra rural.

Se trata del principal éxito literario de Thomas Hardy, que en el siglo XX fue objeto de varias adaptaciones tanto para el teatro como para el cine. En el caso del cine la más conocida es la versión de 1967 dirigida por John Schlesinger y protagonizada por Julie Christie,  acompañada por Terence Stamp, Peter Finch y Alan Bates. Casi cincuenta años después podemos disfrutar de esta nueva versión, producción británica que llega a España de la mano de 20th Century Fox.

Lo primero que sorprende es la elección del noruego Thomas Vinterberg como director. Vintenberg, fundador en sus orígenes junto a Lars Von Trier del famoso movimiento Dogma 95, ha ido evolucionando posteriormente hacia un cine más convencional aunque no exento de personalidad  del que debemos destacar sus dos últimas obras El Submarino (2010) y especialmente la sobrecogedora La Caza (2012). Con Lejos del Mundanal Ruido su filmografía se orienta aún más hacia un cine clásico y académico, pero no defrauda pues mantiene cierta fuerza de autor y sabe ajustarse con dignidad profesional a los cánones establecidos para una gran producción.

El riesgo que corre un filme de este tipo es el de caer en la pretenciosidad, en el empalago o en el aburrimiento. Y mantener el equilibrio dramático sin caer en ninguno de estos vicios es precisamente la función del director. Cabe decir que Vitenberg, pese a ciertos momentos en que decae el ritmo, logra mantener la tensión requerida, logrando mantener el tono y el interés hacia un final circular que cierra la obra y reconcilia y emociona al espectador.

En el plano interpretativo la bella e independiente Bathsheba Everdene está encarnada por Carey Mulligan a quien todos recordamos por su versatilidad y fuerza dramática en éxitos recientes del cine como Drive con Ryan Gosling, o por su papel en Shame como la hermana desorientada de Michael Fassbender. La elección de esta actriz supone todo un acierto pues Mulligan consigue transmitir toda la complejidad de las emociones de la heroína que interpreta, en unos frecuentes y sostenidos primeros planos en los que demuestra su calidad como actriz. Quizás sea este el aspecto más sobresaliente de toda la película.

Su principal réplica masculina la encontramos en Gabriel Oak (interpretado Matthias Schoenaerts), un ganadero dedicado a la cría de ovejas, cautivado por la atrayente personalidad e independencia de Bathseba. A Matthias lo hemos visto recientemente en Suite Francesa y en la inolvidable De Óxido y Hueso junto a Marion Cotillard, y en esta ocasión realiza  muy convincentemente el papel de abnegado capataz y resignado amante en silencio de la protagonista.

Completan el cuarteto protagonista el apuesto, temerario y algo violento sargento Frank Troy ( interpretado por Tom Sturridge, a quien recordamos por In the Road);  y William Boldwood, el soltero rico y maduro, pero tímido (representado por Michael Sheen a quien siempre recordaremos por su papel de Tony Blair en The Queen). En el papel de Sheen recordaremos especialmente la escena de la cena de nochebuena en la que se marca junto a Carey Mulligan un excelente tema musical en uno de los momentos más sorprendentes de la película donde ambos actores muestran sus dotes como cantantes. Y por lo que se refiere a la interpretación de Tom Sturridge, el impulsivo sargento que seduce a la heroína, su papel es el de más débil construcción, y eso que es fundamental para el desenlace de la trama, pues no se acaba de reflejar bien la evolución del personaje ni sus motivaciones.

La película tiene un evidente tono feminista (no en vano la obra de Hardy es calificada como una precursora del feminismo literario) que se acentúa con la interpretación de Carey Mulligan, ya que viene a resaltar la independencia y la personalidad de las mujeres en una época en que su principal fin era la de encontrar marido. Paralelamente el filme vine a examinar la naturaleza de las relaciones amorosas, con sus equívocos, dudas y dilemas, así como la facultad humana de afrontar las dificultades por medio del tesón y la perseverancia. A ello contribuye una fotografía soberbia que sabe combinar los primeros planos con el paisaje rural inglés como reflejo psicológico de los personajes y una excelente música compuesta por Craig Amstrong.

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Conclusión de Lejos del Mundanal Ruido

Grato espectáculo melodramático muy apto para corazones románticos sin complejos y amantes del cine de época que quieran disfrutar de esta nueva versión de un clásico de la literatura inglesa. Se trata de una eficiente producción que cuenta además con excelentes interpretaciones, en particular la de la fascinante Carey Mulligan en uno de los papeles de su vida.

Nota 7/10

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