Opinión: ¿Introducciones largas? Sí, por favor

Veréis, mi caprichito de estas navidades (por cierto, felices fiestas a todos, que después se me olvida), el título que estoy exprimiendo al máximo estos días, es Assassin´s Creed III. No creo que necesite presentación, sencillamente por ser uno de los juegos más esperados del año que se cerrará en breves.

Ubisoft prometía la entrega más grande de la saga, y eso es algo más que evidente si miramos las proporciones del mapeado o las múltiples posibilidades que nos ofrece la América del siglo XVIII, pero también nos hemos dado cuenta con el paso de las semanas de que nos encontramos ante el Assassin´s Creed con más poder argumental que hemos visto. Y sí, de argumentos va la cosa, por si todavía no lo habíais deducido por el título. Y es que la compañía nos había ido mostrando imágenes y vídeos con Connor como protagonista, por lo tanto, todos los jugadores pensábamos que estaríamos en la piel del joven Mohawk, encapuchado y armado hasta los dientes, prácticamente nada más meter el disco en la consola. Pero nos equivocábamos… Y menos mal que ha sido así.

Voy a dejarlo bien claro: a día de hoy, el guión de un videojuego se ha convertido en un factor importantísimo para determinar la calidad del mismo. Evidentemente, hay títulos que no necesitan argumento por su simpleza y capacidad para divertir al usuario (véase Mario, para que no me saltéis en los comentarios con el personaje de Miyamoto, o algún otro clásico de plataformas) pero hoy venimos a hablar de los otros juegos, la gran mayoría, esos que nos invitan a protagonizar una historia que podría quedar grabada en nuestra memoria si se construye bien.

Y aquí entra Assassin´s Creed 3. ¿Por qué? Por que es un ejemplo muy reciente de que una historia coherente no se puede desarrollar con prisas, que necesita tiempo para que sepamos todo lo que necesitamos saber del protagonista antes de meternos en su piel, antes de liarnos a mamporros con los ingleses. Y es que me ha desconcertado ver cómo la gran mayoría de medios veía en la larga introducción un punto negativo que incluso llegaba a restar décimas a la nota final. Vamos a ver, es muy cierto que los videojuegos no son lo mismo que el cine, que ha de haber mucha interacción entre estos y la persona que los juega, pero ese no es para nada motivo por el que debamos tachar la introducción de este gran título de Ubi de «aburrida». Esas continuas escenas de vídeo sirven para algo, sirven para que unas horas después, como dije antes, sepamos perfectamente por qué vamos allí o hacemos esto, o acabamos con ese tipo. Y es algo que los jugadores que solemos estar en contacto cada día con la literatura y el cine apreciamos, y agradecemos.

Si solo vais buscando combos espectaculares os recomiendo que os vayáis a un título de lucha. Hablamos del género de la aventura/acción, y si echamos un vistazo a sus compañeros, casi todos gozan de un gran guión. Esta generación ha permitido que las compañías jueguen con la tecnología y aporten a sus títulos elementos espectaculares que antes no quedaban tan bien, pero me entristezco al ver cómo las mandíbulas de algunos jugadores se desencajan al ver cómo se estrella contra una ciudad un avión en llamas, y sus ojos no se humedecen ante alguna de las espectaculares (en otro sentido) CGIs de un Final Fantasy. Tampoco debemos olvidarnos de los FPS (¿creíais que se librarían? me temo que son los que salen peor parados…), pero este género es una locura. ¿Y quién tiene la culpa? El online. Conforme la gente se sumaba a las partidas de CoD 4, sus creadores y otras compañías tomaban nota, hasta llegar a las tiendas un título formado por un modo online infinito y divertidísimo, y una campaña que nos deja rígidos. No, amigos, en 5 horas no podemos identificarnos con un personaje, y más si el 90% corresponde a tiroteos y explosiones. Y, si encima usamos ese valioso 10% en meter con calzador tópicos y frases que no vienen a cuento, el resultado acaba siendo más que decepcionante.

Half-Life es una saga ejemplar. Su guión, revolucionario para su época, se caracteriza por tomarse su tiempo. Las introducciones de sus dos entregas resultan especialmente tediosas en lo jugable, pero excelentemente elaboradas a nivel argumental.

Si echáis un ojo a los análisis que he dejado por la web, veréis que el resumen del argumento casi siempre encabeza el artículo, seguido después por los apartados jugabilidad, duración, sonido, y, por último, gráficos. A día de hoy, a punto de empezar una nueva generación de consolas, pienso que este aspecto debería influir mucho más en la nota final de los títulos que se centren en campañas o modos para un jugador. ¿Y a qué viene todo esto? Si pudiera incluir algo más en mi carta a los Reyes, pediría a todo el mundo que pensra un poco en el futuro de la industria, que os paréis más en las escenas de vídeo (omitirlas debería ser un delito, no digo más) y que se tenga en cuenta que este aspecto ha de ser mucho más valorado, y tiene que jugar un gran papel a la hora de redactar una crítica, sobre todo si se trata de una superproducción videojueguil como es este Assassin´s Creed III, desarrollos en que existen los medios necesarios para obtener material de calidad. Si tenemos que hacer el juego un poquito más largo a favor de la historia, que así sea.

PD: Si no hubiese conocido la historia de Haytham Kenway, Assassin´s Creed III no sería el mismo. Con esto lo digo todo 😉

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