¿Qué hace falta para que algo se convierta en una obra maestra?

Posiblemente esta pregunta es la que volverá locos a todos los guionistas, productores y jefes de proyecto de cualquier creación que tengan entre manos.

Si esto lo aplicamos al mundo de los videojuegos, esta pregunta no sólo se resuelve con una misma respuesta, pues para que algo sea una obra maestra tienen que entrar en acción muchos factores, guionistas, productores, diseñadores, programadores, trama … muchas cosas.

Hay muchos juegos que son muy buenos, pero una de las principales diferencias que hace falta para pasar de algo muy bueno a algo extraordinario es la interpretación de los personajes. Eso que nos hace sentirnos realmente inmersos en lo que sucede en el juego, eso que nos sube la tensión y la adrenalina cuando estamos en momentos cumbres de la historia, muchas veces queda empañado por culpa de una mala interpretación o traducción vocal de los personajes.

Para poneros un ejemplo de lo más actual, Mass Effect 3 y su hombre ilusorio tienen detrás a un actor de la talla de Martin Sheen (que como vemos tiene hasta cierto parecido en el personaje), pero no sólo se queda ahí, Aria T´Loak también tiene de una actriz muy valorada en el mundo del cine como es Carrie-Anne Moss (Trínity en Matrix). Si juntamos todos estos detalles, aparece una gran obra maestra como la tercera entrega de Mass Effect.

Pero no penséis que Bioware es el primero que se le ocurre esta idea, otro de los títulos que ha contado con un profesional de la talla de With Patrick Stewart, son The Elder Scrolls IV: Oblivion, X-men y toda la saga de Star Trek.

Como no podía ser de otro modo, dos de las grandes sagas de los últimos tiempos Halo y GTA. Por parte de Halo, tenemos a Terence Stamp, el cual ha tenido una trayectoria bastante buena en el cine, ¿quién no recuerda la frase de «arrodillate ante Zod hijo de Jor-El«?. Por GTA tenemos a otro gran actor, Ray Liotta, quien encarnó al gran Tommy Vercetti.

Cabe destacar al grandísimo actor Ron Perlman, quien ha aportado mucho a la industria del videojuego, sobretodo a la saga Fallout, del cual es el narrador desde los comienzos en 1997. También ha participado en Hellboy: Science of Evil, True Crime o Afro Samurai, una trayectoria digna de admiración.

Puede que no esta sea la principal característica a tener en cuenta, pero lo que estamos seguros es que si las compañías quieren tener un juego digno de llamarse obras maestras, tiene que tener muy en cuenta quién pone lo que los jugadores oímos.

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