RetroAnálisis de la semana: Final Fantasy VII (PSX)

Energía Mako… para llevarlo al éxito

Si bien es conocida la empresa Square es sin duda por una de sus franquicias más rentables. Final Fantasy se ha convertido, desde que apareciera su primer título allá por el año 1986, en una de las sagas más conocida y rentable de toda la historia de los videojuegos.

Con más de 20 títulos en la calle y un sin fin de remakes, Final Fantasy puede coronarse como una de las sagas míticas más exitosa de nuestro mundillo, y a decir verdad gran parte de éste, lo ha conseguido lo que para muchos es uno de sus mejores títulos: Final Fantasy VII.

La historia que Squaresoft nos presentaba era, sin lugar a dudas, algo con lo que muchos habíamos soñado durante años: una trama incesante llena de acción y giros inesperados en donde cada paso que nos acercaba más a su desenlace, nos hacía ver el mundo tan impresionante que se nos mostraba ante nosotros.

Hironobu Sakaguchi nos presentó un videojuego épico, grandioso y con uno de los malvados más carismáticos de todos los tiempos, mientras hora a hora nos iba demostrando que más que un título jugable nos creó un juego que por ende, sería recordado durante muchísimos años.

Gráficos y Música

Final Fantasy VII fue el primer título que aparición en PSX para gozo de todos sus jugadores, junto con ello, la aparición de un primer Final Fantasy en completo 3D hizo que los amantes de la franquicia posaran sus ojos en él.

Aunque para la época ya existían texturizados excelentes para los videojuegos, Squaresoft se decantó por la “poligonanizacion” de personajes al más estilo manga, pequeños y simpáticos, que carecían de boca y nariz (menos en la versión de PC) y cuyos ojos grandes y occidentales hacían vislumbrar lo que hemos comentado. Como en todos sus antecesores, el número de personajes era tan inmenso, que en ocasiones decenas de personajes llegaban a ser idénticos, amén de cada uno de los personajes principales que por supuesto eran de muy diversas características.

Como los otros títulos, es impresionante la enorme cantidad de enemigos que poblaban los escenarios, de tan diversas características que era casi imposible saberse todos de cabeza. Con un texturidado semejante al de los personajes, los cientos de enemigos que Square nos presentaba eran diversos y muy diferentes en cada una de las zonas del mundo, así como todos sus ataques y movimientos. Como último e interesante punto cabe mencionar que algunos de estos monstruos, se llevan heredando de un FF a otro, a diferencia de su aspecto y ataque, pero siempre con sus toques clásicos de las anteriores entregas.

Si en algo se diferencian los juegos de FF al resto de los existentes, es en su increíble durabilidad y extras (secretos, jefes alternativos…) que hacían que todo el juego llegara a una cantidad de horas jugables increíblemente grande. Los escenarios, como en otros títulos, era prerrenderizados, los cuales actuaban de verdaderos escenarios por los que se movían los personajes. Llenos de detalles y curiosidades, la gran cantidad de escenarios que se nos presentaba en el juego eran increíblemente grande, llegando casi a ser imposible repetir uno de ellos a lo largo de nuestra aventura.

Nobuo Uematsu fue uno de los impulsores que hicieron que éste juego llegará a donde está ahora: este increíble compositor llevaba la carga, desde la primera entrega, de crear una banda sonora tan diferente y parecida a la vez, que debía ser capaz de hacer sentir a los jugadores que realmente estaban frente a un nuevo Final Fantasy. Como siempre ha ocurrido, Uematsu nos creó una banda sonora épica y maravillosa, llena de melodías recordadas y amadas por muchos como la impresionante «One Winged Angel» o la tan mítica «Prelude». Uematsu es a Final Fantasy como la uña al dedo, y desgraciadamente los amantes reales de la saga hemos podido averiguar sin precedentes cuales de éstos títulos han contenido melodías de tan afamado compositor y cuales, se han dejado caer en el olvido.

Como ocurría en otros títulos de la saga, los personajes carecían de doblaje (ni siquiera al japonés), aunque lo más propio es decir que simplemente carecían de voces, ya que por presupuesto o por el inmerso trabajo que presentaba el doblaje de tal cantidad de personajes, hacía que los juegos de la franquicia carecieran de voces para todos sus personajes.

Jugabilidad y Modo de Juego

La temática de Final Fantasy VII era tan sencilla como ocurría en sus otras entregas: un mundo abierto y enorme por el que nos moveremos para ir descubriendo la increíble historia que se nos presentaba mientras luchábamos con miles de monstruos.

Como en los anteriores juegos, las batallas de medían por turnos, turnos mediante los cuales podíamos realizar cualquier ataque que tuviésemos: ya fuera con arma, magia (si teníamos PM) y otros ataques extras como invocaciones y ataques especiales.

Las peleas iban sucediéndose de manera aleatoria mientras caminábamos por los escenarios, en las que poco iríamos subiendo el nivel de nuestros personajes a media que lográbamos destruir enemigos y conseguir experiencia. A excepción de sus primeros momentos, las batallas siempre se realizaban con otros personajes secundarios a los que también manejábamos manualmente. Estos personajes podíamos elegirlos a nuestro gusto, aunque había ocasiones en los que bien por la historia o por las situaciones, se nos obligaba a luchar con personajes predeterminados.

Todo Final Fantasy posee, desde sus albores dos sistemas básicos de combate: las invocaciones y el sistema de mejora de los personajes. En el caso de Final Fantasy VII las invocaciones se iban consiguiendo a lo largo de la historia, aunque existían unas cuantas que eran algo más complicadas de conseguir ya que era necesario realizar otros objetivos secundarios a la historia principal. El sistema de materias fue el elegido para las mejora de las características de nuestros personajes: cada personaje poseía un número ilimitado de ranuras para colocar nuestras materias que permitían mejorar los parámetros de nuestros personajes, o simplementemente colocarles ataques o invocaciones extra. En ocasiones estas ranuras se encontraban unidad por un sistema que permitían unificar una característica: por ejemplo lanzar una invocación antes de morir o lanzar una magia por duplicado gastando la misma cantidad de PM.

Por último, la gran cantidad de extras que poseía el juego: jefes alternos, misiones, chocobos… hacía que la jugabilidad y durabilidad del título se ampliara hasta límites insospechados.

Conclusión

La ya desaparecida Squaresoft nos demostró con Final Fantasy VII que aunque había creado enormes maravillas para nuestras consolas, aún le quedaba por enseñarnos una de la que para muchos es su obra maestra.

Con gráficos en 3D y una gran cantidad de escenarios, el título nos presentaba una historia increíblemente enorme y llena de giros inesperados, en los que cada paso nos acercaba más a la realidad del cotarro. Cientos de enemigos, de personajes secundarios y uno de los malos «malosos» más conocidos de la saga (y del mundo de los videojuegos) hacían de FFVII una simple obra maestra.

Por último, su banda sonora creada por el reconocido compositor Nobuo Uematsu, termina de condecorar ésta magnífica obra de entretenimiento a los que todos conocimos como Final Fantasy VII.

LO MEJOR

– Su historia, larga y con grandes giros

– Los personajes, cada uno tan carismático y distinto al resto

– El sistema de materias

– Las invocaciones

– Su durabilidad, tanto en historia principal como en sus extras

LO PEOR

– Que no se haya hecho un remake aún

– Quizás el sistema de pelea por pasos puede llegar a ser un poco desesperante

NOTA 9.9

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