RetroTOP: Los 5 mejores juegos de Master System

8-bits. Sega. Mejor que NES. Juegazos. Si amigos, así de rápido y sencillo podríamos definir la videoconsola con la que la gran mayoría de «chavales» que ahora tienen veintimuchos se desvirgaron en serio en esto de los videojuegos. Master System era la alternativa económica a la altanera Nintendo Entertainment System. Pocas madres accedían a gastarse las 14.990 pesetazas que costaba la Master, pero es que la NES no bajaba de las veintipicomil en ninguno de los casos, aunque fueses íntimo amigo del tendero de los electrodomésticos (efectivamente jóvenes Eluers, antes no había MediaMarkets, bajabas a la esquina y comprabas allí mismo). Resumiendo, que pagar mil duros más por «matar monos» era impensable, hablases con una madre de Cuenca o con una de Vladivostok.

El caso es que a mis tiernos 9 años, y después de hacer una larga gira de súplicas, engañé a un tío mío para que me la regalase por la comunión, y desde entonces soy fiel a la mejor máquina que ha caído en mis manos, no por prestaciones técnicas si no por la cantidad de sensaciones nuevas que viví a su lado…¿Que por qué os cuento todo esto? Bueno, en primer lugar porque salís más barato que ir al psicólogo, y en segundo lugar porque tenía que escribir algo que os pusiese en situación antes de empezar a saco con el RetroTOP de Master System. Allá vamos.

Antes de nada os comento que este TOP está basado básicamente en mi criterio y mi experiencia como jugador de Master System. Por supuesto vosotros coincidiréis en algunos y querréis matarme por otros, por lo que os invito a escribir vuestro propio TOP en los comentarios, a ver si sois capaces de convencerme y sacarme de mis trece.

#5: Fantasy Zone

Corre el año 6216, y la caída del Sistema Económico Interplanetario es inminente (vaya, esto parece el telediario de hoy…), ya que el malvado Menon está birlando la pasta de todos los planetas que encuentra para construirse una fortaleza como el dios interestelar manda. Tan sólo Opa Opa, nuestra aguerrida nave espacial con pies protagonista, es capaz de voltear esta crítica situación. Tras este hilarante argumento se esconde uno de los matamarcianos de scroll lateral más coloridos y adictivos que pudimos jugar en la Master. Cada nivel consistía en derribar las bases enemigas situadas a lo largo de mapeados cíclicos, mientras rapiñabamos todas las monedas que podíamos. A mayor rapidez en la matanza, monedas más gordas conseguíamos, y estas, aparte de para conseguir la estabilidad planetaria, servían para comprar una buena cantidad de Power-ups para nuestra nave, que nos venían muy bien para la segunda parte de las fases, el Final Boss, que aparecía cuando todas las bases habían sido erradicadas.

Quizás la mayor virtud del juego, amén de la diversión y rejugabilidad que posee, es el surrealismo que impera en enemigos y decorados, y que a la postre le otorga esa personalidad tan especial que hace que no nos olvidemos de él.

Por qué rejugarlo: Es corto, adictivo y visualmente impactante. Ideal para partidas rápidas desestresantes.

#4 Asterix

Si en algo fue prolífica la 8-bits de SEGA es en buenos juegos de plataformas, y Asterix es un buen ejemplo de ello. No en vano fueron los propios estudios internos de la compañía nipona los encargados de llevar a cabo la programación del juego (nada que ver con los truños que posteriormente se empeñó en regalarnos Infogrames). 7 niveles, plataformas puro y duro y adicción al máximo. Si a todo eso le sumamos el carisma de los galos, la posibilidad de elegir a Asterix u Obelix (cada uno con características propias) y unas divertidas fases bonus a cargo de Ideafix, tenemos como resultado que, excepto en la recreativa de Konami, vapulear romanos nunca ha sido más divertido.

Por qué rejugarlo: Si eres de mi quinta se te caerán los lagrimones, y si tienes un chaval en casa y has de explicarle lo que es un buen plataformas, yo que tu le ponía este antes que el Sonic 4.

[yframe url=’http://www.youtube.com/watch?v=Dfn_hyeRXuc’]

#3 Castle of Illusion

Si en algo «reventó» la Master a su poderosa enemiga NES fue sin duda en juegos de la factoría Disney. Con permiso del Pato Darwing y quizás, el juego de Los Rescatadores, el resto de juegos Disney de NES daban más pena que otra cosa. Sin embargo, Sega of America dio totalmente en el clavo con juegazos de la talla de The Lucky Dime Caper o este Castle of Illusion, que son, sin duda, pequeñas obras maestras del videojuego.

Una BSO de lujo, sobre todo teniendo en cuenta el modesto chip de sonido de la negrita, unos gráficos muy buenos y una jugabilidad de ensueño hacían que todos los niños de todos los barrios colapsaran los videclubs viernes tras viernes y «limpiaran» las estanterías de Mickeys y Donalds. Fue la Disneymania de los 8-bits, que seguiría con gran acierto en la generación siguiente, tanto en SNES como en Mega Drive, pero eso ya es tema que de por sí solo da para realizar otro artículo (pendiente de patente).

Por qué rejugarlo: Para que los que hypearon hasta el infinito y más allá con Epic Mickey, se den cuenta de que hubo una época en la que todos los juegos Disney eran sinónimo de la más alta calidad (al menos en Master System), y no uno entre cien.

#2 Wonder Boy III: The Dragon´s Trap

Uno de los mejores juegos de 8-bits de todos los tiempos, y no lo digo yo, lo dicen publicaciones tan prestigiosas como IGN. Desarrollado por la extinta Westone para SEGA, este mítico videojuego bebía de las fuentes de los mejores plataformas y del action RPG, dando como resultado un título deliciosamente atípico si nos ateníamos a los estereotipos imperantes en la época. Lejos de sentarte y pasártelo en 40 minutos, como ocurría con la gran mayoría, The Dragon´s Trap era largo y nos hacía revisitar todas las zonas para explotar al máximo las habilidades que íbamos obteniendo al matar final bosses. Para que todos los ELUers que no lo han disfrutado se hagan una idea, era lo más parecido a un Metroidvania que nos podíamos encontrar en aquella época. Y vive el Hacedor que un juego de esas características partía la pana en los albores de la década de los 90.

Por qué rejugarlo: Porque sienta las bases de grandes juegos posteriores y porque es historia del videojuego. No te arrepentirás si le das una oportunidad.

#1 Alex Kidd in Miracle World

Fue uno de los primeros títulos de la consola en intentar hacer frente a Super Mario, y vaya si lo consiguió. Con una jugabilidad a prueba de bombas, unos gráficos resultones y una dificultad apta solo para campeones, Alex Kidd habría sido el mejor plataformas de las consolas 8-bit de no ser por la irrupción del sublime Super Mario Bros 3. Aquí tenéis un análisis a conciencia del juego TOP de Master System.

Por qué rejugarlo: Porque ahora, gracias a los emuladores, podrás ir salvando la partida y pasártelo de una vez por todas, sin tener que agredir a tus hermanos, llorar amargamente o patalear sin consuelo!!

Epílogo

No me gustaría terminar este artículo sin recordar a algunos de los grandes clásicos que han tenido que quedarse fuera de este TOP. Trallazos de la talla de Action Fighter, Black Belt, Teddy Boy, The Ninja, Aztec Adventure o la increíble conversión de The New Zealand Story, que jamás pillé libre en el videoclub, merecen ser rejugadas por todos nosotros hasta que tengamos muñones en vez de manos, así que ya sabéis, si no tenéis la dicha de poseer una Master, tirad de emulador y revivir la maravillosa época dorada de los 8-bits.

Bonus Track: Los 3 grandes por qués de Master System

¿Por qué las cajas europeas de los juegos eran tan horripilantemente feas?

¿Por qué pusieron el botón de pausa en la consola en vez de en el mando?

¿Por qué todo aquel que probó una Master se enamoró de ella?

Salir de la versión móvil