Segunda mano, ¿crimen o castigo?

Desde hace años nos vemos acosados por parte de las empresas de videojuegos sobre la compra de videojuegos de segunda mano. Sus argumentos son claros, los que compramos juegos de segunda mano somos peores que aquellos que piratean.

Esta afirmación es así por parte de las compañías dado que ellas no reciben ningún tipo de compensación económica cuando un usuario compra un juego de segunda mano. Y ante tal acto de maldad por parte de los usuarios, decidieron poner las cartas sobre la mesa y preparar el maravilloso Online Pass. Básicamente este servicio está hecho para que un juego sea activado en una cuenta de usuario y nunca se pueda volver a activar. Hasta este punto no me parece incorrecto, compras un juego de 70 euros y vinculas ese juego a tu cuenta para poder jugar, la parte que me parece mezquina es que aun comprandolo de segunda mano las compañias te ofrecen comprar igualmente ese Online Pass, Lo que me da a entender que no es premiar a los compradores fieles que el D-Day compran el juego, sino una idea puramente consumista.
Nos han vendido la tostada de que la culpa de casi todo en la industria del videojuego es del consumidor. Llevamos años quejándonos de los DLCs, que no sólo son parte del propio juego, caso de Marvel vs Capcom, y luego tienes que pasar por caja. Lo mas curioso de los DLCs es la crítica acérrima que llegan a hacer muchos usuarios por Internet y luego simplemente se dejan llevar por la corriente y compran.
Lo que también me ha llamado la atención sobre las criticas vertidas sobre la segunda mano, son las de compañías como Game o GameStop que ofrecen juegos en segunda mano de todas las consolas que existen y existieron(aun hoy encuentras algo de gbapsx…) para tener luego que leer en artículos que ellos mismos lanzan a la prensa especializada cosas como que «Ojalá las consolas del futuro vengan con un detector propio de juegos de segunda mano para poder así bloquearlos», espero que esto no siga adelante, antes de que los usuarios, seamos billeteras andantes entrando a ser timados.
Para finalizar no quiero dar una imagen «anarquista» de odio a las compañías ni de boicot, solo quiero que las compañías comprendan que en nuestro día a día, después de un duro día de trabajo nos gusta sentarnos a jugar una partida tranquilamente o quedar un fin de semana con los amigos para disfrutar de nuestro ocio. No somos peores por comprar un juego de segunda mano o por importación. Dejémonos de ser hipócritas y empecemos a hacer juegos completos y de calidad. Seguro que apartir de ese día empezaremos a ver como las cosas cambian.
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