Hay series que por críticas mal fundamentadas o por la negación del público a ver algo diferente, son denostadas, infravaloradas e injustamente criticadas. Uno de los casos más recientes es la maravillosa Spartacus, serie que ayer concluyó después de cuatro temporadas, que han hecho del honor, la sangre y el concepto de épico, la seña de identidad de cada capitulo. Hoy rendimos un pequeño homenaje a una de las mejores series de acción que han pasado por nuestras pantallas en los últimos años. En este análisis no se descubrirá nada de la trama.
Para aquellos que no conozcáis la serie, algo que deberíais cambiar, la historia se basa en las hazañas de un gladiador en la época romana. Spartacus, su nombre como luchador en la arena, busca la venganza contra aquellos que le arrebataron a su mujer Sura, y su libertad, el Imperio Romano. Más allá de un guión basado en la violencia y la venganza del protagonista, también aborda problemas tan complicados y profundos como es la esclavitud, la hermandad, el honor o la política.
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La trama de la serie es acompañada con violencia y sexo. Estas dos premisas son las claves por lo que la serie han sido duramente criticada. Una serie que recoge los acontecimientos de la época romana deberá representar como se comportaban en aquella época, razón por la que se explica las escenas de sexo, lujuria y violencia desmedida. Además, es bastante triste que en el año 2013 el público se escandalice por ver pechos o gente desnuda. La excesiva violencia (hablamos de una serie de gladiadores, donde luchaban con espadas y por sobrevivir) y el sexo han sido las dos losas que duramente ha tenido que cargar la serie por culpa de sus detractores.
Spartacus también recibió un duro golpe, su protagonista Andy Whitfield murió a causa del cáncer, lo que obligó a realizar una temporada precuela de la serie, y finalmente sustituir al protagonista por Liam Mclntyre. El nuevo actor fue una muy buena opción, y en las dos temporadas sucesivas al inicio de Spartacus, ha dado la talla a gran nivel, pero en la retina de los aficionados de la serie, nunca se podrá borrar al Spartacus original.
Pero no solo de Spartacus vive la serie, personajes míticos han encumbrado la trama, Crixo, el galo invicto, Ganicus, protagonista de la precuela antes mencionada, Enomao, Julio César, Claudio Gabro o uno de los mejores antagonista que he podido ver en una serie reciente, Marco Craso. Un elenco de personaje que han sabido llevar a la perfección el peso de estar por debajo, argumentalmente, de Spartacus, pero que han dado mucha vida y buenos y heroicos momentos a la serie. Todo esta atmósfera ha sido amenizada por un vocabulario típico de la época, que a los seguidores de la serie nos ha dejado perlas que nunca olvidaremos, «gratitud», «disculpas», «despeja tu mente de asuntos menos apremiantes», «baño de sangre romana». Son frases y palabras que para todos aquellos que hayan visto la serie, seguro que les levanta una sonrisa.
Estos pequeños detalles, son los que hacen a una serie única y diferente. Su producción, su estilo gore, su búsqueda de la épica capítulo a capítulo, hacen que una serie se quede en la retina y en el recuerdo del espectador. Cuatro fantásticas temporadas que han sabido explotar al máximo una serie, que aunque con éxito y seguidores reconocidos, no ha necesitado esa moda de llevar a las series con éxito hasta ocho o nueve temporadas, hasta que el público se canse y tengan que darle un final rápido y mal estructurado. Spartacus es una serie épica de principio a fin, que te deja con ganas de más, pero con esa satisfacción de que es un trabajo bien hecho y que no necesita extenderse más. A nivel de banda sonora tampoco la serie se ha quedado atrás, unos temas épicos que han acompañado a cada batalla o cada momento de gloria, que cautivaban al espectador aún más si cabe. Como podéis comprobar por mis palabras no es una obra que se haya realizado a la ligera, y cada detalle es igual de importante que el anterior.
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Después de ver ayer el último capítulo de la serie, que hay que decir que es uno de los episodios más emocionantes y míticos que he visto en una serie de televisión, me di cuenta que era necesario escribir estas líneas para que esta gran producción no pase al olvido, por lo menos para vosotros, nuestros querido lectores. Spartacus es honor, compromiso, hermandad, sangre, arena, sensualidad y sobre todo libertad. Un gran trabajo que ha tenido que luchar contra problemas como el cáncer, críticas sin razón o duros golpes para los actores que por todo ello solo cabe decir: «Gratitud, hacedor de lluvia»
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A continuación os dejamos con un video de gran calidad y producción que solo deben ver aquellos que hayan visto la serie al completo, ya que contiene gran cantidad de spoilers de la trama. Espero que lo disfrutéis.
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