Syndrome. Análisis PC

Syndrome

Es de buen sabido que el género de terror no está pasando por su mejor momento, entre sagas que han perdido su toque y entregas que no cumplen con su cometido nos encontramos con algunos títulos que sí saben hacer uso del género al que pertenecen y aquí es donde entra en acción Syndrome, desarrollado por Camel 101.

Respira, aguanta y ¡corre!

En Syndrome nos pondremos en la piel de uno de los supervivientes de una nave estelar, donde la gran mayoría de tripulantes han desaparecido o fallecido a causa de circunstancias completamente desconocidas. Todo empieza cuando despertamos de un profundo sueño, avanzando por las diferentes salas y pasillos de la nave, deberemos de realizar una serie de objetivos a la vez que investigamos qué ha sucedido con nuestros compañeros. El título de Camel 101 reúne todos los ingredientes de un survival horror clásico, pero también lleva consigo algunas pegas. Durante los primeros compases del juego me he dado cuenta de que la exploración y el sigilo son dos piezas clave para avanzar sin fracasar en la misión, y la elección de la cámara en primera persona es una de las mejores decisiones para transportarnos a ese terror que tanto me gusta, y que tanto me hace sufrir. Por desgracia, el factor exploración es tan abundante que incluso le llega a quitar un poco de hierro al asunto.

Lo primero que se me viene a la cabeza al jugar a Syndrome, sin poder evitarlo, es el más que conocido Alien Isolation con el que tiene mucho en común, e incluso Dead Space en sus tiempos de gran esplendor. Hago estas comparaciones con ambos títulos porque comparten ambientación con el juego en cuestión, sobre todo con el primero, que nos sitúa en una nave espacial infestada de a saber qué y lo único que sabemos es que tenemos que sobrevivir como sea y hacer el menor ruido posible…

Syndrome hace gala de una jugabilidad la mar de sencilla, nada de controles que dan dolores de cabeza o tediosos de usar, aquí es todo básico y se va al grano desde el primer momento. Aunque en algunos momentos la cámara parece no funcionar del todo bien, dándonos la sensación de que vamos agachados, de hecho en alguna ocasión he tenido que pulsar la C para ver si se había quedado pillado. Correr, agacharnos y escondernos serán nuestros principales aliados, por otro lado las armas también toman un protagonismo importante ya que gracias a ellas podremos hacer frente a las criaturas que habitan en la nave estelar, encontrándonos desde armas cuerpo a cuerpo como llaves inglesas hasta armas de fuego. Este último aspecto me daba cierto temor por si estábamos ante un shooter al uso más que un survival horror, pero he de decir que no es así sino todo lo contrario. En cuanto encontremos munición lo mejor será tratarla como un tesoro, porque como buen título de terror que es la munición será bastante escasa, obligándonos a utilizarla en los momentos oportunos y que de verdad sean necesarios.

Nuestros enemigos, que una vez fueron compañeros, son humanos que han sufrido una cierta mutación mezclados con componentes biónicos. Estos sucesos se nos irán explicando a lo largo de la historia, siempre y cuando nos paremos a explorar cualquier -oscuro- rincón de la nave recogiendo cada una de las notas. La IA de estos seres, por llamarlos de alguna manera, sufre en ocasiones de algún que otro pequeño fallo. Tendremos la opción de poder distraerlos con un ruido lejano, pero como no seamos hábiles en este movimiento la criatura, a pesar de no habernos visto, se lanzará hacia nosotros exactamente en el lugar donde nos hayamos escondido. En esta situación, si no poseemos de alguna arma, más nos vale ser rápidos y salir corriendo.

Estamos ante un survival horror en toda regla donde ese agobio abunda nuestro cuerpo, poro a poro, músculo a músculo, la tensión se hace eco desde el primer momento y a no ser que se sea un jugador experimentado en este tipo de juegos lo llegaremos a pasar muy mal, a pesar del lento desarrollo de la acción.

Gráficamente al nivel de un Triple A

De una cosa que sí estoy convencido es que Syndrome, a pesar de ser un indie, puede competir perfectamente a nivel gráfico con cualquier título Triple A sin problema alguno. La obra de Camel 101 luce un aspecto visual impecable recreado a tal nivel que ya, simplemente con esto nos adentra en la más oscura de las pesadillas que podríamos llegar a vivir.

El principal pilar o estandarte de este aspecto gráfico recae en el juego de luces y sombras, sobre todo en estas últimas. La iluminación podríamos decir que es escasa, me explico, tendremos muchas partes con luces sin embargo estas tienden a ser tenues con respecto a lo predeterminado en otros juegos, pero a la vez sublime dejándose ver en los momentos oportunos, destacando esos impresionantes efectos visuales de las llamas, mientras que la oscuridad va haciendo su papel con un protagonismo sorprendente. Por el lado de las texturas comentar que estas cumplen de manera notable con su objetivo, desde distancias largas tenemos un conjunto de detalle muy alto y agradable, aunque algunas otras al acercarnos pierden un poco de calidad llegando a estropear este apartado tan impresionante.

Aunque sí achacamos que a la larga puede llegar a ser repetitivo debido a la monotonía de los escenarios, en los cuales se echa en falta un poco más de variedad aunque siendo realistas estamos en una maldita nave espacial, tampoco vamos a encontrar árboles en ella.

Técnicamente Syndrome es un título simple que puede dar mucho de sí pero con varios problemas aún a resolver, como congelamientos que nos impiden continuar la partida, obligándonos a cerrar y volver a ejecutar. U otra serie de bugs como uno que nos hemos encontrado en una taquilla, que al entrar en ella y haber un cubo en medio el personaje ha aparecido directamente encima de la taquilla sin dejarnos realizar movimiento alguno, y sí obligándonos a cerrar el juego. Y algunos de animaciones en escaleras a la hora de subirlas, en caso de permanecer quietos el personaje comenzará a bajar solo como si de unas escaleras mecánicas se tratasen y de IA enemiga.

Sin embargo a pesar de estos pequeños, e inoportunos, bugs el desarrollo del juego así como su ambientación se dirigen por muy buen camino haciendo la delicia para los más aférrimos al survival horror, sobre todo para los más miedicas ante juegos donde la oscuridad y la angustia del: «por dónde me saldrá la criatura» abundan por cualquier esquina de la nave.

Asimismo, el apartado sonoro es realmente un manjar para el jugador. Aunque Syndrome escasee en lo que es en sí pistas sonoras, hace un gran uso y abundante de sonidos ambientales algo que me ha dejado realmente sorprendido. Porque todas estas combinaciones ambientales, muy bien introducidas todo hay que decirlo, harán que se nos suba la adrenalina en un abrir y cerrar de ojos. Aún más si los disfrutamos con cascos, cosa totalmente obligatoria, nos transportará en cero coma a la recargada y tenebrosa ambientación de Syndrome.

Requisitos

Mínimo:
SO: Windows Vista 64-bit
Procesador: Core i3 / AMD A6 2.4Ghz
Memoria: 4 GB de RAM
Gráficos: NVIDIA GeForce GTX 260 / AMD Radeon HD 5750. OpenGL 3.3
Almacenamiento: 9 GB de espacio disponible
Notas adicionales: If you are using a game controller, you need to plug it before launching the game. Only Xbox One controller is supported. Others controllers might not work.

Recomendado:
SO: Windows 7 64-bit
Procesador: Core i5 / AMD FX 2.4Ghz
Memoria: 8 GB de RAM
Gráficos: NVIDIA GeForce GTX 480 / AMD Radeon HD 5970. OpenGL 3.3
Almacenamiento: 9 GB de espacio disponible
Notas adicionales: If you are using a game controller, you need to plug it before launching the game. Only Xbox One controller is supported. Others controllers might not work.

Conclusiones Syndrome

Camel 101 ha dejado muy claro que un título indie puede competir en el mercado contra cualquier Triple A del género. Como bien he dicho al principio del análisis, el survival horror no está pasando por su mejor momento aunque su futuro pinta interesante, pero mientras tanto gracias a títulos como Syndrome uno de los géneros más queridos del mundo es capaz de revivir de sus propias cenizas y dejar aparecer un pequeño haz de luz desde sus sombras.

No es un título perfecto ya que durante nuestra sesión de juego hemos podido encontrar varios problemas (congelaciones que nos obligaban a cerrar y empezar de nuevo, y otros problemas), sin embargo sí cumple de manera abrumadora con su cometido. La sensación de agobio está presente desde el segundo uno, que unido a su excelente ambientación y una calidad gráfica de sobresaliente podemos decir que estamos ante uno de los mejores títulos indie del mercado y del género actual.

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