The Banner Saga 3. Analizamos su última entrega en PlayStation 4.

The Banner Saga 3

The Banner Saga 3 pone punto y final a la trilogía que despertó nuestra atención hace años tan pronto vimos su apartado artístico, y que se ha quedado con nosotros desde entonces por la fuerza de su historia y carisma de sus personajes. 

¡El amo del calabozo!

Quienes reconocen este grito de sorpresa son aquellos que veían la serie de dibujos animados de Dragones y Mazmorras. A este amplio grupo de lectores les llamará especialmente la atención el estilo artístico de The Banner Saga.

Tanto por los colores utilizados, como por el diseño de personajes y por el estilo de la animación, la trilogía The Banner Saga nos hará viajar mentalmente a estos recuerdos del pasado para meternos de lleno en su mundo de fantasía. En esta ocasión, de fantasía vikinga.

Dragones y Mazmorras y The Banner Saga

¿Has jugado a los anteriores juegos de The Banner Saga?

Los jugadores que llevan desde 2014 viviendo las aventuras de Iver, Oddleif y el resto de la compañía pueden recuperar sus archivos de guardado para comenzar desde ahí la aventura. Sus decisiones pasadas afectarán al transcurso de la historia.

Los que son recién llegados a la saga no tienen de qué temer, ya que al comienzo de la partida y mediante un vídeo se les pone en situación del punto de la historia en el que nos encontramos. Eso sí, lo más recomendable es jugar la trilogía en orden para disfrutar de la obra tal cual fue concebida. 

The Banner Saga 3, el comienzo del fin 

Ningún personaje es feliz. Todos han sufrido a lo largo del camino, han traicionado o han sido traicionados. El mundo está llegando a su fin si no lo evitamos, pero ¿merece la pena evitarlo? La sociedad es decadente, cada uno mira por el propio beneficio y ninguna de las decisiones que tomamos es buena o mala. Solo tiene consecuencias, más o menos graves para nuestro beneficio. 

En The Banner Saga nunca se ha respirado felicidad, sino supervivencia. Esa sensación continúa en su último capítulo, mientras luchamos con nuestro último aliento por salvar algo que está roto y con nuestras energías bajo mínimos. Y ahora además con la oscuridad y la ciudad The Darkness, ¿qué más podría pasar?

Pero aún así, luchamos, y en nuestro caso como jugador lo hacemos por lo que consideramos es el bien mayor para la humanidad.

Me han dicho que es difícil…

No es fácil, pero no es frustrante. Hay tres niveles de dificultad. En el más sencillo los heridos en combate se recuperan totalmente cuando acaba la batalla. En el intermedio, algunos de los heridos en combate necesitarán de varios días para recuperarse, además de que los enemigos serán más duros. Y en el difícil los heridos tardan más días en recuperarse, y podemos llegar a no tener suficientes héroes sanos como para mandar una tropa entera a combate. Además, los enemigos usarán las habilidades especiales con mayor frecuencia.

Las mecánicas básicas del juego no han cambiado, pero sí evolucionado en un punto: las hordas.

Continuamos con las batallas estratégicas por turnos entre nuestro equipo y los enemigos. De entre todo nuestro grupo elegimos los que queremos que sean los guerreros principales. Como es habitual los hay mejores para el cuerpo a cuerpo, otros a distancia y otros según sus habilidades únicas. Suben de nivel, mejoramos estadísticas y los equipamos con objetos que los hacen más poderosos.

La novedad en cuanto al combate es que ahora existen las las hordas de enemigos. en algunos de los combates Cada vez que superemos una podemos elegir retirarnos o seguir enfrentándonos. En este último caso al menos se nos da la oportunidad de intercambiar miembros heridos del grupo. Si llegamos a la última oleada obtendremos un objeto de gran valor. Pero claro, nos arriesgamos a acabar muy heridos o muertos.

Como buen RPG tiene una grandiosa historia con toneladas de texto y con toma de decisiones. Estas van desde decidir sobre la vida de un enemigo, lo cual tendrá repercusiones políticas, a simplemente saber la opinión de otro personaje sobre un hecho, que nos hará conocer más sobre él y tal vez dejarnos llevar para tomar una decisión, o a admitir a habitantes de un pueblo como luchadores en nuestro bando, lo que hará que tengamos más espadas pero también más bocas que alimentar. Para alegría de muchos el juego llega subtitulado al castellano.

Y sobre bocas que alimentar, aquí entran en juego las provisiones y el paso de los días mientras viajamos por el mapa o mientras pasan las horas en una ciudad. Tener espadas en nuestro bando siempre es bueno (salvo que se rebelen), pero en el caso de The Banner Saga serán más bocas que alimentar, y nuestros recursos serán limitados. Tendremos que decidir qué priorizar a la hora de admitir o no a nuevos miembros en nuestro equipo.

Tristes por despedir la trilogía

Con The Banner Saga tenemos el sentimiento de querer que acabe, para conocer el destino de cada personaje y de nuestro mundo, a la vez que no queremos que la aventura finalice. Ha sido un viaje emocionante con un final más que digno para un juego complejo repleto de calidad. Echaremos de menos su arte y su música, compuesta por Austin Wintory. Pero siempre nos quedará volver a jugarlo tomando otras decisiones, tal vez más drásticas, y ver qué sucede en la historia…

Te volvemos a recordar que puedes jugar a la tercera parte sin haber jugado a las anteriores, pero insistimos en que la historia tendría que disfrutarse al completo. Por eso los que se inicien ahora en The Banner Saga tienen disponible la Trilogía Completa en formato físico para PlayStation 4, Xbox One, y próximamente en Nintendo Switch. Incluye los tres títulos, un pequeño libro de arte, una selección de la banda sonora, un póster desplegable y el objeto Horn of Lichbaen para el juego. 

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