The Outer Worlds. Análisis Nintendo Switch, un port perdido en el espacio

El pasado 25 de octubre de 2019 llegaba al mercado The Outer Worlds, la nueva creación del estudio Obsidian Entertainment creadores de los aclamados Pillars of Eternity II: Deadfire y Fallout: New Vegas. Ahora, 8 meses después, finalmente la obra llega a Nintendo Switch con más polémicas que virtudes.

Ya en su momento, la creación de Obsidian Entertainment no era un portento técnico en consolas de mayor gama y PC, pero sí ofrecía un título funcional, con un campo artístico brutal y entretenido. La versión para la híbrida de Nintendo corre a manos del estudio Virtuos que asegura haber hecho todo lo posible para traer este port a la consola. No pongo en duda su esfuerzo porque ya me parece un simple mérito traer este título, pero el resultado final nos refleja justamente lo contrario…

Un viaje espacial único

La obra de The Outer Worlds nos sitúa en el Sistema Alción, una colonia de la humanidad que 70 años atrás debió recibir a la Esperanza, una gigantesca nave desaparecida llena de colonos. Hasta que el profesor Phineas Wells consigue dar con el paradero de la flota para rescatar a uno de los colonos: nosotros; cuyo objetivo consiste en rescatar a las demás personas en estado de hibernación. Una vez elegido cómo será nuestro personaje y personalizado a nuestro antojo, con uno de los sistemas de personalización más completos. En el que podemos cambiar aspectos como el tamaño, la piel, rasgos faciales y un largo etcétera nos sumergimos de lleno en un mundo que recuerda a Fallout en prácticamente todo.

The Outer Worlds

Y es normal que tengamos similitudes entre uno y otro, ya que Obsidian Entertainment trabajó en el desarrollo de Fallout: New Vegas y las referencias son claras. En esta ocasión tenemos una serie de mundos a visitar a medida que avanzamos en la trama únicos y muy característicos. Cada uno con su ambientación e historia, donde también conocemos una serie de facciones humanas que en nuestra mano está el llevarnos bien con ellas o todo lo contrario afectando a nuestro sistema de reputación. Además de contar con una gran diversidad de criaturas sorprendente. El título consta de un abundante número de misiones, tanto principales como secundarias, que hace las delicias de los que buscan un entretenimiento puro y una narrativa a la altura del género. Un aspecto tan bien pulido que lo convierte en uno de los mejores juegos del mercado sin lugar a dudas.

Puntos que se ven reforzados gratamente con la participación de personajes únicos muy bien implementados en la estructura narrativa. Un elemento que consigue construir fuertemente The Outer Worlds dotando de vida a su universo con personalidades dispares y personajes inolvidables que incitan a querer saber más acerca de ellos. Las diferentes misiones hacen que indaguemos más en sus historias y queramos ayudar a la gran mayoría. Disfrutando de una narrativa que se ve fuertemente afectada con nuestros actos. Según qué respuestas y acciones efectuemos a la hora de llevar a cabo dichas misiones, la trama se verá influenciada cambiando de forma natural para ofrecer diversos resultados.

Esencia Fallout

A parte del fantástico desarrollo de la trama y evolución narrativa que nos ofrece The Outer Worlds, la creación de Obsidian goza de una jugabilidad bastante particular donde los amantes de Fallout se sentirán como peces en el agua. En control tenemos un movimiento muy parecido a la obra de Bethesda, incluso en el sistema de apuntado. Pero no solo ahí encontramos referencias porque aquí también contamos con una habilidad que nos permite ralentizar la acción por un periodo de tiempo, perfecto para poder disparar mejor a los enemigos o escapar de ellos. Además de analizar al rival para obtener datos sobre el mismo.

Como es costumbre en todos los juegos de este género tenemos elementos que se comparten entre los mismos. Desde el menú podemos acceder a las diferentes secciones e inventario del personaje. En lo personal no me he llegado a sentir muy cómodo navegando por los mismos, sobre todo por el inventario que me ha parecido algo un tanto más lioso de lo normal. Aunque después de un tiempo te acostumbras a ellos. Desde estos menús se pueden modificar valores como la mejora de Talentos y Ventajas de nuestro propio personaje o gestionar los objetos que llevamos con nosotros. Dato importante ya que si superamos el límite de bolsa permitido, notaremos cómo poco a poco dejamos de hacer acciones básicas como la de correr por el exceso de peso.

Por su parte, los Talentos son aquellas mejoras que ayudan a que nuestro personaje reciba aumentos que serán de gran ayuda durante las conversaciones con otros NPCs. De esta manera, si contamos con un nivel alto de Diálogo, al hablar con ciertos personajes podemos desbloquear líneas de texto relacionados con esta vertiente. Lo mismo ocurre con los demás aspectos sociales como la Tecnología o el Liderazgo. A medida que avanzamos en la trama conseguimos puntos para distribuir como mejor nos convezca. Pudiendo gastarlos en secciones como el Cuerpo a Cuerpo, el Sigilo o el uso en armas a distancia. Un abanico realmente amplio y completo que se ve muy bien respaldado por la otra gran mecánica del juego.

Las Ventajas son completamente ajenas a las aptitudes y vendrían a ser como las habilidades. Pero todas ellas forman un conjunto importante con el que ir haciendo crecer el desarrollo de nuestro personaje. El aprendizaje de estas permiten aumentar el almacenamiento máximo de la mochila, la salud, el daño en ciertas circunstancias entre otras características y elementos. Mientras que en el caso de los Talentos son aumentos de características, en las Ventajas tenemos 3 categorías diferentes. Para acceder a las dos siguiente debemos haber aprendido anteriormente 5 y 10 respectivamente.

En la mochila podemos llevar todo tipo de objetos y materiales como armas, armaduras, modificadores y consumibles entre otras elementos. El abanico de armas que nos ofrece The Outer Worlds es bastante amplio aunque no tan creativo como sí podíamos encontrar en Fallout: New Vegas. Dividiendo todo el arsenal entre tres tipos de munición: Ligera, Pesada y Energía. Aunque eso sí, las variantes elementales son un añadido perfecto en cuanto a diseño como funcionalidad, siendo de las más divertidas de utilizar. Por otro lado, la variedad de armaduras también se siente densa con diseños muy bien escogidos para la ambientación y campo artístico del juego. Dejando toda su funcionalidad a simplemente darnos puntos de defensa, sin habilidades ninguna aunque algunas sí pueden tenerlas al igual que las armas.

Todo el armamento o, mejor dicho, gran parte del mismo puede ser mejorado con una serie de modificadores. Estos los conseguimos a medida que jugamos y se clasifican por clases y tipos de armas/armaduras. Gracias a estos complementos se pueden aumentar especificaciones como la cadencia de tiro, el daño crítico o potenciar el poder elemental. Complementando esta función encontramos la mecánica de desgaste del equipo. Sí, como habéis leído. En The Outer Worlds el equipo también se desgasta y por consiguiente procede a su rotura. Para fortuna podemos arreglarlos siempre y cuando contemos con los materiales necesarios. Por lo que mantener en buenas condiciones los más poderosos o los más utilizados debe ser una tarea obligatoria.

La otra cara de la moneda

Nintendo Switch cada vez está cogiendo más peso y confianza entre las desarrolladoras third parties. Cuanto más tiempo pasa más distribuidoras quieren traer sus títulos estrella a la híbrida nipona, porque es un mercado completamente nuevo y los usuarios salen beneficiados de la alianza. Un beneficio que, lamentablemente, me cuesta encontrar en esta edición de The Outer Worlds. Dejándonos un port realmente horrible tanto gráfica como técnicamente, siendo de los peores de la consola y la versión menos mimada de la obra maestra de Obsidian Entertainment.

En los demás párrafos he hablado de cómo es el juego en lo narrativo así como de los elementos que lo convierten en uno de los mejores RPG del momento. Pero ahora llegamos al turno de hablar de lo malo. Teniendo en cuenta las limitaciones con las que cuenta la propia consola de cara a títulos tan pesados como el presente, es normal que las versiones para Nintendo Switch lleguen recortadas. Es completamente normal que el producto final comparado con la obra original tenga un apartado gráfico menor con todo lo que ello conlleva y una resolución también reducida. Hasta aquí todo correcto y entendible al 100%.

Entendimiento que cambia por completo una vez que nos ponemos a jugar The Outer Worlds. Donde lo primero que nos encontramos es con una calidad que roza la mediocridad en los tiempos que corren en Triples A de este calibre, rompiendo por completo la obra de Obsidian y peor aún: desprestigiando su maravilloso apartado artístico. La adaptación que nos llega lo hace con un recorte escandaloso con deciros incluso que, personalmente, luce hasta mejor en Modo Portátil.

Donde por ejemplo, zonas llenas de vegetación podemos verlas prácticamente como si fueran desiertos; o que cielos poblados por nubes, estén completamente despejados de cualquier elemento más allá de los haz de luz. O incluso yendo un poco más lejos, modelados en infraestructuras y suelos que recuerdan a la época de finales de PlayStation 2 facilmente. Y no estamos frente un juego antiguo, sino uno actual que incluso el reciente Xenoblade Chronicles Definitive Edition, con más carga gráfica, luce mejor.

Tenemos una carpeta de texturas de muy mala calidad que únicamente funcionan medianamente bien a distancias intermedias. Mientras que los resultados a distancias largas e incluso cortas dejan bastante que desear. En el primer caso tenemos elementos poco definidos además de borrosos, con pocos detalles de dibujado a pesar de tener una distancia de dibujo amplia. Respecto al segundo, el resultado no mejora en absoluto dejándonos texturas borrosas con muy poca definición, profundidad y sobre todo falta de mimo.

Esta reducción de gráficos influye para mal en el resultado final del título, dejándonos escenarios más vacíos de lo normal, poco detallados y rompiendo por completo la naturalidad de la versión original. Afectando a un campo artístico que brilla por sí solo de lo brutal que es y que por culpa de esta versión, no se puede disfrutar como se merece. Es normal que en una zona donde hayan 20 árboles detallados se reduzca la cantidad para reducir la carga. En vez de 20 solemos tener 10, por poner un ejemplo, pero en esta ocasión no es así. Dejándonos un triste árbol y algunos arbustos en partes donde la población de la flora es abundante. Y es que esta decisión no solo afecta a los entornos y demás elementos, también lo hace en los personajes y cinemáticas, aunque en estos casos en menor medida.

El recorte efectuado en estos dos últimos aspectos creo que sí se ha hecho con buen acierto. Los personajes están bien detallados en su gran mayoría de ocasiones, sobre todo cuando dialogamos con ellos que pasan a un primer plano. Es obvio que no llegamos al nivel de la versión original eliminando detalles como el fondo difuminado para darle más protagonismo a la escena y las cosas como son, quedaba genial. O los variados juegos de iluminación, texturas más detalladas y definidas, reducciones que ayudan para aliviar la carga gráfica.

¿Se podría haber hecho mejor? Pues posiblemente sí aunque el resultado no es el más agradable, sí es suficiente como para dar el pego y ser funcional. Lo mismo digo por parte de las cinemáticas. Que mantienen un nivel alto de detalle, dentro de lo que nos ofrece el propio juego. En lo personal, me parece que Virtuos sí ha hecho un buen trabajo en estos temas.

Entiendo que todo el término gráfico sea lo más afectado en este tipo de lanzamientos para dar importancia a la estabilidad y ofrecer una experiencia de juego más satisfactoria. Pero si al menos me aseguras este punto comprométete a que así sea, porque tampoco es el caso. El estudio aseguraba un apartado técnico equilibrado ofreciendo altas resoluciones (lo que ha impedido al título de tener mejores texturas y carga) y frames estables. Pues siento deciros que no tenemos nada de lo mencionado anteriormente, ni una cosa ni la otra.

En temas de resolución tenemos un port que baja bastante en la misma, sobre todo en modo portátil. En caso del modo televisor sí es cierto que se comporta mejor en general: las texturas mejoran un poco así como el rendimiento. Pero tampoco es para tirar cohetes. Al igual que con los frames el elemento más inestable que podemos encontrar, que durante las avanzadas por zonas no habitadas se mantiene algo más estable rondando los 30FPS para cae en picado durante enfrentamientos hasta casi los 15-20FPS y en ciertos puntos de ciudades. Haciendo que el propio movimiento del personaje así como el de la cámara se resientan.

¿Lo hace injugable? Pues siendo sinceros, no del todo. Es un título que he disfrutado mucho porque no queda más remedio que adaptarse a él. La trama te atrapa por completo al igual que su maravilloso entorno. Pero es imperdonable que teniendo ports del nivel de The Witcher 3, DOOM o la saga Bioshock actualmente en Nintendo Switch nos llegue este producto a medio hacer con una calidad tan baja. Porque si pensáis que la famosa actualización de «texturas en HD» mejora algo, estáis completamente equivocados. El parche es el siguiente: 1.0.1; y aunque sí es cierto que actualiza algunos elementos puntuales como texturas, efectos de iluminación y detalles en cinemáticas, aún queda muy lejos de verse bien.

Conclusión The Outer Worlds

Es la primera vez que me encuentro tan dividido ante un juego. The Outer Worlds tiene cosas muy interesantes que lo convierten en uno de los mejores RPG de acción del mercado. La obra de Obsidian Entertainment juega muy bien sus cartas de cara al jugador, ofrece un rico elenco de personajes, una jugabilidad llena de posibilidades y una trama que sobre todo hace las delicias de los más exigentes. Este último punto es realmente lo más potente del proyecto con un gran abanico de toma de decisiones.

Soy de los primeros que dice que no se debe juzgar por el apartado gráfico, ya que lo que importa es lo que nos puede ofrecer el juego. Pero, en esta ocasión, lo siento, es muy difícil verlo de esta manera. La versión de The Outer Worlds para Nintendo Switch que nos trae Virtuos está demasiado lejos de ser lo que es la obra original. Una versión que sin duda alguna, no se merece la consola y mucho menos sus usuarios. Todos conocemos las limitaciones de la híbrida de Nintendo y hay decisiones recortadas muy bien tomadas, pero por desgracia un 90% de la totalidad nos deja con un apartado gráfico y un rendimiento horrible. Un port que sin duda se podría haber hecho mejor y con más mimo, un claro ejemplo es The Witcher 3 o DOOM, y ofrecer una mayor calidad en el resultado final.

Como resumen: si buscas un juego con una trama interesante y extensa, un gran contenido de misiones, personajes icónicos e infinidad de horas, entonces este es tu juego. Todo lo mencionado anteriormente lo hace de forma fantástica, porque aun con sus innumerables caídas de frames es un juego disfrutable. Pero sus problemas técnicos lastran toda la experiencia final, sobre todo cuando sale al mercado por el friolero valor de 60€ y aparentemente sin ganas. Por lo que, escoge esta edición solamente si es tu única elección.

Política sobre notas en Game It
Versión analizada con el parche 1.0.1
Jugado tanto en Nintendo Switch Lite como Nintendo Switch.

Nota: 6

Lo mejor:

  • La jugabilidad: toma de decisiones, personalización y mejoras de personaje.
  • La trama es sin duda alguna el pilar más importante del juego.
  • La construcción de diálogos, acciones y sus personajes.

Lo peor:

  • Su alto precio para el tipo de port realizado.
  • Tanto gráfica como técnicamente estamos ante una versión de muy baja calidad.
  • La gestión de inventarios se siente algo liosa.

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