Amor por las sagas: Resident Evil

Esta semana voy a empezar esta lista de artículos hablando de una de las sagas que más me ha marcado en la historia de los videojuegos, una de las sagas más completas y alucinantes de todos los tiempos: Resident Evil.

Sin lugar a dudas, cuando hablamos de suvirval horror marcamos un claro desvío hacia lo que supuso la aparición de Resident Evil en nuestras videoconsolas. Tenemos que remontarnos al año 1996 cuando, en un pequeño rato de aburrimiento, me acerqué con mis amigos a un videoclub cerca de donde quedaba con mis amigos. Por aquel entonces, el alquiler de videojuegos durante el fin de semana (por aquello de tener un día más para jugar) era el pan nuestro de cada día en los jugadores. Pero sin cambiar de tema, vuelvo a mi visualización: un extraño juego llamado Resident Evil se presentaba en la estantería entre los Crash Bandicoot y los Spyro de Dragon… un juego que me llamó la atención por su portada extraña y terrorífica. Mi sombro se aumentó considerablemente cuando pude observar que Capcom, desarrolladora de juegos como Megaman, había sido capaz de crear aquel universo tan terrorífico.

Poco pude decir, cuando tiré el mando por primera vez al suelo en uno de los incesantes momentos de tensión que poseía el título. Simplemente he de decir que me enamoré de Resident Evil, de su historia, sus enemigos, sus personajes, sus escenarios… un mundo desolado por zombis sedientos de carne humana y feroces mutantes capaces de decapitarte de un golpe. Mi mundo perfecto de zombis, para que negarlo. Mi vida como jugador giraba en torno al juego, a su mundo, sus noticias… un juego perfecto para mí y que no producía en mí cansancio alguno.

Resident Evil 2 salió dos años más tarde, demostrando fervientemente que una nueva saga había nacido, y que el lema de «las segundas partes nunca fueron buenas» ardiera en los confines de inframundo. Biohazard 2 nos ponía en la piel de Leon S. Kennedy y Claire Redfield, solos en una enorme ciudad del norte de EEUU: Raccon City, ciudad asolada por un terrible virus que ha acabado con todos los ciudadanos. Con unos escenarios impresionantes y unas escenas que se quedaron grabadas en mi memoria, Resident Evil 2 logró superar en todos los aspectos a su antecesor, que consiguió abrir la puerta para una de las sagas más exitosas de todos los tiempos. Capcom captó el mensaje y no tardó en sacar Resident Evil 3 Nemesis, un juego de indiscutible calidad técnica y cuya historia se centraba en Jill Valentine, personaje que logró sobrevivir al incidente de la mansión.

Resident Evil Code Veronica fue el primer juego que apareció en PlayStation 2, y supuso otro gran éxito para la compañía nipona. En el pellejo de Claire Redfield, el juego nos mostraba una historia extensa y de buena calidad, que añadido a unos escenarios totalmente renderizados en 3D con efectos de iluminación perfectos, hizo que muchos de nosotros volviésemos a caer en el mundillo zombi, teniendo que volver a sacar nuestra consola del altillo y disfrutar de los juegos anteriores.

Hasta la salida de Resident Evil 4 en 2005, la saga ha sido carne de cañón para muchos críticos, existiendo numerosos altibajos en cuanto a la calidad de sus títulos. Entre algunos de estos encontramos buenos títulos como Resident Evil Zero, que nos cuenta la historia antes de lo ocurrido en Resident Evil o los poco exitosos Resident Evil Outbreak o Resident Evil Dead Aim, juegos que perdían totalmente la «magia» de la saga principal y que carecían de llamativo. También comenzaron a aparecer juegos para dispositivos móviles como Resident Evil Missions, un juego basado en Resident Evil 3 cuya finalidad era la de realizar diversas tareas por la comisaría de policía.

Desde la salida de Resident Evil 4, la saga ha dado un giro drástico en cuanto a su jugabilidad, cambiando el género de supervivencia y terror por algo más de acción y suspense. Al igual que el cambio en su modo de juego, la saga optó por cambiar el modo de ver el mundo, ya que la cámara pasó de ser fija a posarse por detrás de nuestro personaje, lo que yo llamo en mi jerga 2º persona. Los zombis fueron cambiados por «ganados», que no son más que personas infectadas con mayor eficiencia en matar y mayor inteligencia, capaz de interactuar y comunicarse entre ellos. Este aspecto mejoró notablemente la dificultad y experiencia de juego, aunque tachó indudablemente una saga que nació para ser reconocida como suvirval horror.

Resident Evil 5 y Resident Evil Darkside y Umbrella Chronicles, así como los Resident Evil nacidos para la Nintendo DS y 3DS, son los últimos de una generación ya un poco saturada, y cierran una de las sagas que más han marcado mi vida dentro del mundillo. Capcom mira ahora al futuro y piensa ya en un Resident Evil 6 que vuelva a sus inicios, a su mundo, a su género… algo que esperaré con lágrimas en los ojos. De momento, puedo ir regocijándome con Resident Evil Operation Racoon City, un título bebedor de Outbreak que entremezcla varios aspectos notables de la saga: cámara nueva, escenarios antiguos, zombis y mucho mucho miedo. Quién sabe, a lo mejor cuando lo vea en mi tienda de juegos, pueda volver a soñar como aquel año de 1996, cuando Capcom me regaló uno de los mejores juegos de toda mi vida.

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