[Análisis] Curse of the Sea Rats: El homenaje a los metroidvania

El estudio catalán, Petoons Studio, regresa más fuerte que nunca con una de sus propuestas más ambiciosas hasta la fecha. Tras lanzar varios juegos de corte infantil como el galardonado Petoons Party y Peppa Pig: Un mundo de aventuras, se adentran de lleno en el género de los metroidvania con Curse of the Sea Rats. Juego que ya tenemos disponible en prácticamente todas las plataformas: PlayStation, Xbox, Nintendo Switch y PC.

Curse of the Sea Rats es una especie de homenaje al género capaz de mezclar muy bien el corte clásico con el estilo más moderno. Destaca en muchas ramas gracias a la gran personalidad que desprenden todos sus ingredientes, dejándonos como resultado un buen inicio de lo que ellos mismos catalogan como ratoidvania.

La maldición del mar


Curse of the Sea Rats nos pone en la piel de cuatro protagonistas encargados de llevar, sobre sus espaldas, toda la acción de esta aventura. David Douglas, Akane Yamakawa, Buffalo Calf y Bussa son los elegidos de rescatar a Timothy, hijo del capitán del barco en el que viajan como prisioneros. Que ha sido secuestrado por la malvada pirata Flora Burn, que escapó del navío junto a su inmensa tripulación.

No obstante, este es solo uno de los objetivos que deben completar en esta historia. A parte de raptar a Timothy, la pirata consigue escapar del barco en el que navegaban gracias a un poderoso hechizo con el que transforma a toda la tripulación en ratas. Ahora, además de rescatar al hijo de Benjamin Blacksmith, también tenemos que dar con Flora para revertir los efectos del conjuro.

Una historia no lineal que se nos va contando a lo largo y estrecho de diferentes escenarios muy variopintos entre sí. Donde se prima la exploración así como el combate en una experiencia que a medida que va pasando, va sumando enteros. Porque si en una cosa destacan los metroidvania es justamente en eso, en dar rienda suelta al jugador e investigar cada rincón por pequeño que sea de su mundo.

Curse of the Sea Rats

El mejor ratoidvania


El universo de ratas y piratas propuesto en esta obra nos deja con los elementos típicos que podemos encontrar en los metroidvania. No tenemos ninguna mecánica que lo haga único ni que destaque por encima de otros, se centra en ser original en su propuesta y hacer bien lo que hace bueno a este género.

Y viendo cómo es el juego, sinceramente no le hace falta innovar en nada para ser grande. Porque Curse of the Sea Rats coge elementos de allí, de allá, lo junta todo y como resultado nos da un metroidvania de cuidado rebautizado como el primer “ratoidvania”.

Durante la aventura nos topamos con bastantes componentes de plataformeo, sin mucha complicación, así como con un sistema de batalla tan interesante como pulido. Donde Petoons Studio se centra en estas dos experiencias para construir todo lo que le rodea desde este punto: dificultad, jugabilidad y atmósfera.

La dificultad no se puede establecer de ninguna manera, prima la habilidad ante los controles y sobre todo, el autoaprendizaje. No se siente un mundo complejo ni agobiante ante el jugador, pero sí nos topamos con más de algún obstáculo en el camino. En estos casos no nos queda más remedio que aprender poco a poco.

O pedir ayuda a alguien cercano gracias a su multijugador local de hasta 4 jugadores. En caso de compartir pantalla, se añade un jugador extra con uno de los personajes a la acción. Un añadido que le da mucha diversión y sobre todo, ayuda para equilibrar los desafíos que más se atragantan.

Hay enemigos comunes que ofrecen un poco de dificultad a la exploración, mientras que el reto real lo encontramos en las batallas contra jefes. Un aspecto que gustará a muchos por la gran cantidad de estos rivales a abatir que hay disponibles en el juego. Unos con sus más y sus menos, pero más de uno nos obligará a adquirir experiencia para alcanzar un nivel alto y poder enfrentarlo.

Como mencioné anteriormente, en Curse of the Sea Rats contamos con cuatro personajes como protagonistas. Estos son David Douglas, Akane Yamakawa, Buffalo Calf y Bussa. Cada uno de ellos tiene un conjunto de movimientos únicos que los diferencian de los otros, además de tener un rol concreto en batalla.

Douglas es el muñeco perfecto para aprender las mecánicas e ir completando los diferentes niveles. Es el personaje equilibrado del equipo, cuenta con ataques a corta distancia y un disparo para medias. Akane utiliza el elemento agua como magia principal, es la más pequeña de todos y sin embargo, es una guerrera profesional con una gran velocidad y agilidad. Bastante potente en ataques.

Buffalo está adiestrado en el elemento del aire, es una maga con poderes y la única capaz de utilizar la magia eléctrica. Destaca sobre todo, en los ataques a distancia perfecta para mantener a los enemigos a raya. Por último tenemos a Bussa dominando la tierra. Este personaje es el tanque del grupo, traduciéndose en que es el más robusto y el que posee los ataques más potentes de todos, pero como consecuencia es también el más lento.

Cada uno de los integrantes cuenta con una serie de movimientos, comportamientos y habilidades distintas que les permite adaptarse a varios estilos de lucha. Permitiendo que cada jugador se sienta cómodo con su personaje escogido. Y en caso de no ser así, siempre se puede escoger otro y continuar con la partida.

Este estilo de combate afecta al reparto de puntos en sus estadísticas base. Arrojando un pequeño plus de dificultad extra, porque no todos disponen de los mismos atributos. Cuando subimos de nivel potenciamos estos valores de manera superficial, consiguiendo que se hagan cada vez más fuertes.

El nivel se comparte entre los integrantes del equipo, es decir, que si controlamos a Douglas y alcanzamos el nivel 12 y decidimos cambiar a Buffalo, este seguirá estando en este nivel. Ahora bien, ¿cómo se sube de nivel? Pues muy fácil.

Para aumentarlo lo único que debemos hacer es derrotar el mayor número de enemigos posibles. Unos dan más experiencia que otros y a medida que avanzamos en el mapa nos toparemos con rivales más fuertes que nos dan más experiencia.

Acabar con los adversarios que encontremos debería ser algo casi obligatorio en tu partida, ya que no solo nos ayudan a subir niveles. También nos dan puntos de mejora con los que podemos conseguir nuevas habilidades en nuestros personajes.

A diferencia de los niveles, estas mejoras no se comparten. Cada protagonista cuenta con un árbol de habilidades único que debemos ir desbloqueando. Este se divide en dos ramas, una centrada en los componentes físicos y otra en los poderes mágicos.

Que sirven para potenciar atributos como los golpes críticos, el ataque, la defensa o aprender nuevos movimientos especiales, entre otras cosas. No son esquemas muy profundos con multitud de combinaciones, son modestos pero en su medida ofrecen una gran variedad.

Una personalidad única


Artísticamente estamos ante un título realmente fuerte que destaca en todo. Sin duda alguna el aspecto visual del juego es lo más cuidado, donde podemos ver un alto nivel de detalle tanto en diseños, detalles como animaciones. Nos ofrece una gran variedad de escenarios muy diferentes a la par que únicos, con una estética pirata la mar de molona.

Que sabe explotar con gran acierto gracias a su diversidad de puestas en escena. Encontrándonos fondos coloridos así como saturados, jugando sin miedo con un abanico de paletas con mucho gusto. En donde no le tiembla el pulso con dejarnos estampas que van desde cuevas y bosques hasta casas y playas.

Curse of the Sea Rats está hecho con tanto mimo que da hasta envidia. Nos damos cuenta de ello en el momento que empezamos la partida. Los protagonistas de la historia están dotados de una personalidad bastante marcada, muy bien impulsada por su diseño y referencias en los mismos a la época en la que se inspiran.

Los enemigos también forman una parte importante del elenco, con personalidades muy dispares entre ellos que se ven fuertemente reflejadas en su abanico de movimientos. Un lujo enfrentar a cada uno de ellos y ver el cuidado con el que están hechos.

Mencionar que la obra de Petoons Studio hace gala de un apartado artístico de sobresaliente. Es creativo, no duda en su propuesta y nos ofrece un resultado fantástico. Punto que se ve mejorado cuando sabes que todas las animaciones del juego están diseñadas a mano. Frame a frame.

Un punto que hace que sume enteros, porque absolutamente todo en el juego se siente fluido. El dedicar tanto trabajo a estos aspectos consigue que el resultado final supere las expectativas y eso es lo que nos encontramos aquí.

Como toda obra que quiere ir más allá de lo jugable. Cuenta con elementos musicales que acompañan a lo que se ve en pantalla, Curse of the Sea Rats destaca mucho en este tema con piezas que son casi de otro mundo.

Hablando en conjunto, el abanico de pistas musicales es de un muy alto nivel de producción. Bebe mucho de la música clásica con una fusión de música folclórica inglesa de la época. Estos géneros musicales le sientan la mar de bien a la propuesta y atmósfera del juego.

Nos topamos con más de algún tema que cuenta con el potencial suficiente como para poder convertirse en algo importante dentro de la industria. Sin duda la banda sonora de Curse of the Sea Rats enamora de principio a fin y conquistará el corazón a más de alguno.

Dicho todo lo bueno toca hablar de lo malo. Porque no está exento de problemas. Sí es cierto que en su cómputo global la calidad de la obra es de alto nivel. Sin embargo y hablando de la versión de Nintendo Switch, sí se aprecia cierta reducción en la resolución de imágenes de personajes, cinemáticas y fondos.

Un pequeño detalle que más que algo grave se convierte en una pijotada, pero cuando empiezas a jugar es un ajuste que se nota bastante. Hay ciertos elementos visuales que se ven poco nítidos por la definición. Esto se debe a que la versión de la híbrida tubo que ser recortada para que funcione todo correctamente.

Respecto al control, aunque se siente bastante sólido y así es, sí tiene ciertos momentos de torpeza. Le falta un poco de pulido a la hora de rematar esos píxeles apurados y ajustar ciertos daños, que en ocasiones desbalancean un poco los enfrentamientos.

Si decidimos disfrutar de la experiencia en modo portátil, este problema que comento apenas es apreciable más allá de las cinemáticas. El título se comporta correctamente sin ningún tipo de problema en este modo de juego.

Técnicamente el título responde correctamente en sus dos funciones. Su mundo es rápido, tiene un control ágil y pulido. Funciona prácticamente en su totalidad en 60 frames por segundo sin apenas caída apreciable. Comentar que los tiempos de carga entre pantallas, a veces, son un poco soporíferos sobre todo, si cambiamos rápido entre zonas. Tornando algunos segundos de espera que son oro.

Conclusión Curse of the Sea Rats


Petoons Studio ha sido muy valiente a la hora de meterse de lleno en los metroidvania con Curse of the Sea Rats. Uno de los géneros más amados por la Comunidad y también uno de los más complicados de dominar. Y más, sobre todo, cuando tienes millones de ojos sobre tus espaldas tras la exitosa campaña de Kickstarter.

A pesar del alto nivel de desafío al que se han enfrentado y además de luchar con unas altas expectativas. Su propuesta es una de las mejores en el campo indie que podemos encontrar dentro del género. Curse of the Sea Rats rebosa calidad y personalidad suficiente como para destacar, por lo que sí, puedo decir tranquilo que es un muy buen metroidvania.

El mimo con el que está hecho se nota en el resultado: animaciones, personajes, escenarios, diseños, música… Todo está perfectamente encajado para que no haya nada que sobresalga, si no todo lo contrario, que se complementen entre sí.

Como juego es una gozada. Ofrece dificultad, es adictivo y encima si sumamos su multijugador cooperativo de hasta 4 jugadores, termina de rematar la obra maestra que es. Que sí, tiene algún punto menor a mejorar que ya comenté antes. Pero estamos ante un metroidvania que desprende respeto por sus orígenes a parte de personalidad. Sin lugar a duda, Petoons Studio se ha coronado con este videojuego.

The Review

Curse of the Sea Rats

8 Score

Curse of the Sea Rats es un homenaje a los metroidvania. El estudio catalán consigue plasmar con acierto la esencia del género, lo coge y lo adapta a su visión con un juego creativo y divertido por partes iguales. Sólido en prácticamente todo lo que sabe hacer bien, con algunos elementos a mejorar.

PROS

  • Su diseño artístico y propuesta creativa.
  • Diseño de personajes y rivales.
  • Multijugador local de hasta 4 jugadores.
  • Historia no lineal sencilla que funciona correctamente.

CONS

  • Tiempos de carga excesivos.
  • Calidad de ciertas imágenes y cinemáticas.

Review Breakdown

  • Historia 7
  • Jugabilidad 8
  • Apartado técnico 8
  • Duración 9

Curse of the Sea Rats DEALS

We collect information from many stores for best price available

Best Price

€19
Salir de la versión móvil