Aves de presa. Crítica de lo nuevo de Harley Quinn

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Hace tiempo que los aficionados a los cómics aceptamos que las adaptaciones a cine no tienen por qué seguir al pie de la letra los tebeos. No es que eso sea algo malo, es simple sentido común darse cuenta de que hay tramas y personajes que funcionan en un medio que no consiguen funcionar en el otro. Para ejemplo tenemos a Robin, un personaje muy popular en cómic e incluso tele que no consigue encontrar su hueco en la gran pantalla.

Lo que sí se pide a estas alturas es cierto grado de coherencia y continuidad dentro del mismo universo y eso es algo que DC y Warner todavía no han conseguido. Aves de Presa y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn, si bien no es una continuación de El Escuadrón Suicida, sí es un spin-off con su personaje más popular. Sin embargo, la emancipada Harley que nos encontramos aquí tiene poco que ver con la sexy, valiente, inteligente y muy loca Arlequín que nos presentaron hace unos años.

La historia

Primero un poco de contexto: después de su ruptura con el Joker, Harley intenta encontrar su propio camino como cazarrecompensas o lo que surja mientras todos aquellos a los que alguna vez ha tratado mal – y son muchos – buscan cobrar su venganza. En el proceso se encontrará con una policía con malas pulgas obsesionada con las pelis de polis de los 80, una carterista, una asesina de mafiosos y una cantante con habilidades de combate que ya quisiera más de un luchador profesional. A partir de aquí viene una peli de acción entretenida aunque tan caótica e inestable como su protagonista.

No nos entendamos mal, Aves de Presa es una película divertida, entretenida, espectacular cuando toca y con todo lo que corresponde en una cinta de estas características: un montón de matones a los que pegar en escenas de lucha muy bien coreografiadas, humor, explosiones, la inevitable pelea entre las protagonistas antes de hacer equipo… Lo tiene todo. El problema es que quizás tiene demasiadas cosas y al final no termina de asentarse en ninguna de ellas.

Quiere tener ese humor gamberro que ya hemos visto en la competencia y a la vez aportar el drama necesario para que los personajes sean profundos. Las chicas son guerreras pero que no falte la escena de mujer abandonada llorando delante de la tele comiendo algo con mucho azúcar en cuchara grande. Es la presentación de un nuevo grupo pero que no pasen más de dos minutos enteros sin que Margot Robbie aparezca en pantalla, que para algo es la protagonista y la productora.

Al final, ese intento de abarcar tanto acaba dejando esta historia en una tierra de nadie que, sin ser aburrida, tampoco te deja con ganas de volver a visitarla.

Los personajes

Aunque Aves de Presa es un equipo, el subtítulo deja claro quién va a llevar la voz cantante. Harley es la protagonista, la narradora y el absoluto centro de la historia, lo que está bien. Casi siempre. El personaje sigue siendo divertido y sus escenas de lucha son alucinantes pero llega un momento en el que resulta un poco excesivo, más teniendo en cuenta el potencial desperdiciado en el resto de personajes.

En cualquier caso, la mayor pega que tiene es que, al igual que la historia, no termina de definirse a sí misma: es muy lista porque tiene un doctorado pero no deja de hacer tonterías que ni siquiera su locura justifica; es fuerte e independiente a ratos y a ratos tiene que venir alguien a salvarla porque es incapaz de cuidar de sí misma; fue una psicópata de armas tomar que consiguió un puesto por derecho propio en el equipo de desahuciados que salvó el mundo hace unos años pero en cuanto su novio sale de escena no sabe qué hacer con su vida y nadie la toma en serio.

No deja de ser paradójico que la Harley emparejada con el Joker en El Escuadrón suicida pareciera mucho más empoderada e independiente que la Harley emancipada de Aves de Presa. Del resto del grupo, Canario Negro es probablemente la más trabajada y con la mejor presentación de personaje: fácil y simple, pero sin duda efectiva. No hacen falta largos discursos, explicaciones fuera de plano de otros personajes o voces en off para entender las motivaciones de Dinah, una especie de “vive y deja vivir” pero entendiendo que no todo vale.

En contraposición tenemos a La Cazadora, el personaje menos aprovechado sin duda. Es interesante y con una buena -aunque ya vista- historia de origen, sin embargo su aportación a la trama es prácticamente nula. No sobra, pero nada cambiaría demasiado si no estuviera. Sus escenas son tan aleatorias e irrelevantes que casi hace pensar que fueron un añadido de última hora. Y es una auténtica pena porque desde luego podría haber sido mucho más. Esperemos que si hay un Aves de Presa 2, Cazadora tenga un lugar más destacado.

De la que sí podríamos prescindir es de Cassandra Cain, la pequeña ratera que pone en marcha la trama sin darse cuenta. Una vez cumplido ese objetivo, se convierte simplemente en una preadolescente, molesta la mayor parte del tiempo, a la que hay que proteger. Para ser justos, es probable que el problema de Cassandra sea la odiosa comparación con su contrapartida en viñeta porque, aunque es verdad que cada vez más aficionaos aceptan las diferencias con los cómics, ver cómo pasa de ser una de las mejores luchadoras del mundo a un saco de patatas con piernas a lo
mejor es demasiada aceptación.

Renee Montoya es probablemente la mejor demostración de lo poco en serio que se toma la cinta a sí misma. Ellas mismas se burlan en varias ocasiones del compendio de tópicos de policías que representa. También es el personaje más difícil de entender dentro del grupo. Es cierto que dirige la investigación del caso en el que se ven involucradas las demás, pero resulta un poco complicado justificar qué pinta una policía tan comprometida con la justicia como para arriesgar su carrera con un grupo de delincuentes y asesinas por mucho que tengan un enemigo común.

Mención aparte merece el enemigo en cuestión. Un Ewan McGregor tan estridente y sobreactuado que sus escenas acaban dando la misma dentera que unas uñas arañando la pizarra. Alguien en DC o Warner debería empezar a plantearse en serio el problema que tienen a la hora de escribir villanos para el cine porque no consiguen dar una a derechas en este punto desde los Batman de Nolan.

¿Peli de chicas?

Como ya pasó con Capitana Marvel, Wonder Woman o incluso la última trilogía de Star Wars, una de las mayores críticas que se le han hecho a Aves de Presa mucho antes de su estreno es que eran una peli “de chicas para chicas”. Dejando a un lado el debate de por qué eso debería ser algo negativo, una vez más no parece que este sea el caso.

Aves de Presa es una película de acción en el que las protagonistas son mujeres, ni más ni menos. Ciertamente está pensada para que las chicas se sientan más identificadas con los personajes y sí, tiene guiños para nosotras como la dificultad de pelear contra 100 secuaces con la melena al viento cayéndote todo el rato en la cara. Sin embargo, eso no significa ni mucho menos que un hombre no vaya a disfrutarlo tanto o más que cualquiera.

Y sí, todos los tíos son malos y/o un poco cabrones. Pero teniendo en cuenta que absolutamente todos los personajes son malos y/o un poco cabrones incluyendo a las protagonistas, tampoco parece algo que tomarse de forma personal.

Conclusiones de Aves de presa

Una cinta de superheroínas tan entretenida y correcta como olvidable. Las excelentes y divertidas escenas de acción no compensan los altibajos de la trama ni el desastroso enemigo final. Aún así Harley Quinn, Canario Negro y La Cazadora tienen el suficiente potencial como para poder esperar grandes cosas de ellas en el futuro, siempre y cuando alguien les dé una historia a la altura.

Es casi inexplicable la forma en la que DC y Warner siguen con estos altibajos en sus películas de acción real teniendo en cuenta la coherencia y el éxito que han alcanzado con el Arrowverse y las películas de animación. Quizás va siendo buen momento de dejar de mirar lo que hace la competencia y empezar a mirar dentro de casa. Los resultados podrían sorprendernos a todos.

Nota: 6

Lo mejor

  • Las escenas de acción, maravillosamente coreografiadas, divertidas e impresionantes.
  • Margot Robbie, Mary Elizabeth Winstead y Jurnee Smollett-Bell. Por separado están absolutamente geniales pero juntas toman por completo la pantalla.

Lo peor

  • Ewan McGregor, tan exagerado y estridente que acaba pareciendo una parodia que no se termina de entender.
  • Lo desaprovechados que están algunos personajes.
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