Nos acercamos a un momento del año en el que parece que el género shooter se va a adueñar del sector del videojuego, al menos durante buena parte del otoño. Esto se debe a que entre los últimos días de octubre y los primeros de noviembre llegarán a las tiendas tanto el nuevo Call of Duty como Battlefield 1.

Gracias a su beta abierta ya hemos podido probar el nuevo título de Electronic Arts y, aunque únicamente hemos podido explorar un mapa que nos sitúa en el desierto del Sinaí, su vasta extensión ha facilitado que podamos dedicarle horas y horas para poder conocerlo en profundidad.

La inmensidad del desierto

Lo primero que nos llama la atención una vez aterrizamos en este desierto que hemos podido jugar en esta beta es el tamaño del mapa. El desierto del Sinaí se divide en dos grandes partes, la primera es básicamente desierto en el que hay dos puntos importantes donde tendremos que capturar y proteger banderas, y por otro lado un pequeño poblado de casas donde se concentrará la mayor parte de la acción ya que nos ofrecerá lugares donde escondernos, azoteas donde apostarnos con nuestras armas y objetivos más cercanos. Esto no significa que la parte de desierto sea más pobre en cuanto detalles, las colinas y la arena del desierto han sido tratadas con mucho mimo hasta el punto de que saber adaptarnos al entorno, aprovechar las diferentes alturas y saber ocultarnos durante las tormentas de arena puede equilibrar la balanza de nuestro lado.

A esto se le suma la existencia de un tren que cruza el mapa de punta a punta cargado de artillería y que es capaz de causar estragos en el bando que tenga que sufrir su fuerza de ataque.

El tamaño del mapa es bastante extenso incluso para partidas de 64 jugadores en línea, provocando que en algunas zonas sea difícil encontrar enemigos. En definitiva, el mapa es completo hasta el punto de poder ejecutar diferentes tácticas de combate.

Nuevas posibilidades en Battlefield 1

Aunque a nivel jugable las clases de personaje que podemos elegir no difieren demasiado de anteriores entregas de la saga, Battlefield 1 nos abre un gran abanico de posibilidades gracias a los vehículos que en este título ganan importancia. Los carros blindados serán auténticas pesadillas para el que tenga que enfrentarse a ellos, los vehículos ligeros nos ofrecerán la mejor opción para desplazarnos velozmente de un lugar a otro y las avionetas nos permitirán atacar desde lo más alto sin que desde el suelo puedan plantearnos oposición.

Pero la novedad más llamativa es el uso de los caballos que nos permitirán desplazarnos más rápido a cambio de ser vulnerables. A pesar de esto sobre el caballo tendremos la posibilidad de disparar nuestra pistola e incluso de desenvainar una espada y atacar a nuestros enemigos.

Por su parte los francotiradores lo tendrán un poco más difícil ya que mientras están apuntando podremos ver el brillo de su mirilla, lo que nos facilitará la labor de dar con su posición.

El poder de Frostbite

Como sus antepasados más recientes, Battlefield 1, cuenta con el motor gráfico Frostbite y como en las anteriores ocasiones la verdad es que no ha defraudado para nada. A pesar del tamaño del escenario encontramos un nivel de detalle muy logrado tanto en el desierto como en los soldados, las armas y los vehículos. Por otro lado, se ha mantenido el llamado Levolution, que hace que las estructuras del escenario vayan siendo derruidas conforme avanza el combate, siendo en Battlefield 1, al menos en este mapa, menos llamativo que lo que pudimos ver en Battlefield 4. A esto se le suman las tormentas de arena que nos impiden ver más allá de 3 metros creando una sensación de agobio de la que tendremos que aprender a huir.

En definitiva parece que los temores existentes sobre la posibilidad de que Battlefield 1 fuese un título más lento debido al uso de armas y vehículos de la Primera Guerra Mundial han quedado olvidados con esta beta que nos ha dejado con muchas ganas de poder probar ya el producto final de Battlefield 1, para lo que habrá que esperar hasta el 21 de octubre