A pesar de lo que muchos han rumoreado, el retraso del esperadísimo Bioshock Infinite hasta el 2013 no se debe al lanzamiento por la misma fecha de Black Ops II y otros juegos de acción, sino por otros motivos que ha explicado el diseñador del título Kevin Levine.
«Creo que el reto está en preguntarse si tu juego se parece a otro. Es difícil catalogar Bioshock Infinite. Quizá sea porque somos unos raros. Es un juego de acción en primera persona, de acuerdo, pero no se similar a otros shooters«
El título tenía previsto su lanzamiento a finales de este 2012 pero se retrasó hasta principios del años próximo, y ahora ya sabéis que no ha sido provocado por temor a ningún otro título (vamos, desde mi punto de vista Bioshock es un juego que no debe temer a ninguno) sino porque su diseñador quiere que Infinite salga siendo el videojuegos con el que él había soñado.