Broken Sword 5: La maldición de la serpiente – Preanálisis

George y Nico están de vuelta. Dos de los más grandes iconos de la aventura gráfica regresan a nuestros PCs, Vitas y dispositivos iOS para despertar la nostalgia en los jugadores más veteranos y ayudar a embarcar a otros menos acostumbrados en esta tan importante rama de los videojuegos. Porque, ¿cuántas horas de diversión puede haber pasado por alto aquel al que los apellidos Stobbart y Collard no le sugieran nada?

Llevábamos casi siete años sin Broken Sword, y Charles Cecil lo sabe bien. Desde La sombra de los templarios no ha habido quién que no se haya visto cautivado por las intrigas parisinas, oscuras y sectarias que impregnan cada aventura de la saga de una fragancia inconfundible. ¿Es Broken Sword 5, ese crowfounding que asomaba tímido la cabeza y pronto superó récords, un digno sucesor? A falta de la segunda parte de la aventura (prevista para enero) no podemos responder a esta pregunta. Pero hoy podremos hacernos una idea más o menos clara de lo que está destinada a ser la obra completa. Seguid leyendo.

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Broken Sword 5 se abre con una introducción bella, típica voz en off de George oculta en un reluciente paisaje 2D que alegra la vista. Estamos en Cataluña durante la Guerra Civil. Una familia guarda en su villa un misterioso cuadro que, 75 años más tarde, reúne a dos personajes más que familiares: nuestros protagonistas George y Nicole. Un asesinato, un robo y una conspiración secreta. Ya tenemos los ingredientes básicos para construir una experiencia cien por cien Ceciliana.

El diseño de los escenarios es sobresaliente, no tanto las animaciones.

La Maldición de la Serpiente no pretende ser un Sueño del Dragón, ni un Ángel de la Muerte, sino que aspira a traer de vuelta La Sombra de los Templarios o Las Fuerzas del Mal mediante un renacimiento de la franquicia que apunta a lo clásico. Porque sus mecánicas se rigen estrictamente en el point’n’click sin lugar para estranjerismos de corte TellTale. Es aventura gráfica en estado puro, y es algo que agradecemos profundamente. Pero la dificultad ha bajado, las guías online han aumentado su número y sentimos que el género, si bien este Broken Sword lo recupera con éxito, no es lo que era. Con esto no decimos que en esta primera parte no haya puzzles difíciles, que los hay y muy ingeniosos, pero en menor medida. ¿Hace falta casualizar el género para atraer visitantes? Es una pregunta interesante, desde luego. Pero sigamos.

Visualmente La Maldición de la Serpiente es un espectáculo de color. Pero un apartado artístico sencillamente magistral se ve en cierta medida perjudicado por un sistema de animaciones antinatural, obsoleto y extraño. La introducción por si misma es algo cutre, así como los movimientos (que no el modelado) de los diversos personajes. Todo ello agravado por una sincronización labial inexistente pero… ¿de verdad es algo que vayamos a tener en cuenta? Solo al principio, y solo para los veteranos de la franquicia. Ya de por sí, durante los primeros minutos de control nos cuesta mucho ver al George sarcástico ni a la brillante periodista de La Liberté. Sus personalidades se van forjando muy poco a poco, demasiado a nuestro parecer. Aunque, finalmente, aparecen. Y es entonces cuando esta primera parte toca a su fin.

Esta primera parte se encuentra doblada únicamente al inglés. La versión completa estará completamente localizada a nuestro idioma, o al menos es lo que prometen.

Son 5 horas nada más, en una fragmentación de la aventura que el mismo Cecil se negaba a hacer pero a la que se vio obligado. Esto nos fuerza a mantenernos pacientes y no dar un veredicto fiable hasta que la obra esté completa. Una obra que se perfila muy grande y que, ya nos atrevemos a decir, es compra obligada para todo fan de la franquicia y del género si bien arrastra algunas lacras a nivel de animaciones y dificultad. La trama ha comenzado por buen camino, pero aún no han llegado las situaciones al límite ni los acontecimientos inesperados, que seguro veremos con la llegada de la parte dos. Podemos resumir todo esto en que, con algunos aspectos muy puntuales en contra, Broken Sword ha vuelto. Vuelven sus raíces, París, el PC noventero, la intriga, el humor, la exploración, la conversación, la crucecita en el menú para guardar y cargar, los escenarios hechos a mano… Vuelve la aventura gráfica europea.

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