En www.GameIt.es nos gusta dar nuestra visión particular de los acontecimientos y noticias del mundillo, y claro, cuando uno se encuentra con noticias como la siguiente es imposible no detenerse para ver que sucede, ya que lo que aquí se cuece es algo importante para los jugones de la comunidad.
La cuestión es que el tema de “violencia + videojuegos” es una constante que nos rodea últimamente y parece que la industria ha encontrado un filón por explotar. Ppuede que todo tenga sus límites.
Curiosamente servidor hace unos días estaba pensando en hacer un artículo manifestando que hay límites que ciertos juegos no deben pasar, y eso es algo que aparentemente está sucediendo de manera más “natural”. Realizar ejecuciones de civiles es una realidad hoy día en un juego de consola y cuando suceden cosas así es normal que más de una organización alce la voz y diga algo al respecto.
Es el turno de la Cruz Roja, la cual considera que el ocio electrónico debe someterse a los tratados bélicos internacionales para proteger a las víctimas de conflictos armados, ya que el tema bélico es el protagonista de más de uno de nuestros títulos favoritos.
Aquí viene el bombazo: Según Cruz Roja, “hay una audiencia de más de 600 millones de usuarios que podrían estar violando las leyes humanitarias internacionales aprobadas en las convenciones de Ginebra y La Haya”.
Y Aquí viene mi pregunta: ¿ejecutar a un personaje virtual en un videojuego es un crimen de guerra?
El comunicado ha sido realizado tras la celebración de la edición número 31 de su Conferencia Internacional.
Los videojuegos antes pasaban por ser una especie de “juegos animados” que no hacían daño a nadie y que parecían inocentes e inofensivos, pero claro, la realidad con la que se confeccionan y los temas que ´últimamente sirven de argumento sean objetivo de críticas.
Es ahora cuando la organización humanitaria, velando por el interés de familiares que han sufrido crímenes de guerra, considera que ha llegado el momento de poner límites a la libertad existente en el desarrollo de los juegos, así como a los usuarios de los mismos donde uno “puede ser” juez, jurado y verdugo.
“Los juegos de temática bélica promueven ataques contra civiles y lugares protegidos como iglesias o mezquitas. En ellos aparecen escenas que retratan interrogatorios en los que es posible realizar torturas, degradar o maltratar a los prisioneros sin que el jugador sea sancionado por ello”.
La organización se ha cargado de argumentos para realizar tales afirmaciones. Uno de sus ejemplos es la misión ‘No Russian’ del juego Call of Duty: Modern Warfare 2. Según ellos, en ese momento el juego hace gala de su violencia injustificada.
“Los desarrolladores deben autocensurarse con arreglo a las reglas y valores aportados por la Ley humanitaria internacional y la Ley internacional de derechos humanos. Al igual que en la vida real las fuerzas armadas están sujetas a normativas en conflicto, los videojuegos que simulan estas experiencias de combate deberían preocuparse por incluir estas reglas y obligar a su cumplimiento”.
En la web “lainformación” nos proporcionan algunos ejemplos de “violencia” de los que la Cruz Roja hace referencia. Cito textualmente: “En ‘Black Ops’, otro de los títulos de la saga ‘Call Of Duty’, la serie de videojuegos bélicos más popular del mercados con cerca de 100 millones de copias vendidas desde 2003, el usuario puede torturar a un prisionero para conseguir información. Además de golpearle con brutalidad, para persuadirle el jugador debe introducirle en la boca un cristal roto de ventana”.
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Viendo cosas como esta es normal que la Cruz Roja y otros organismos hagan declaraciones como la siguiente:
“Los valores aportados por la Ley internacional de Derechos Humanos limitan la violencia excesiva y protegen la dignidad humana. Es lamentable que los productores de juegos casi nunca incorporen estas reglas de manera creativa”.
La respuesta no se ha hecho esperar, y ha sido Rick Taylor, vicepresidente de comunicación en la Entertainment Software Association, quien ha respondido que “no los hemos discutido con ellos nada en específico. Estamos comprometidos profundamente con los derechos de los desarrolladores a la libertad creativa para llevar a cabo su visión artística”.
Los gamers tenemos que hacer autocrítica y ver qué dirección toma el rumbo de esta industria que tanto nos gusta. Tenemos que reconocer que últimamente se están sobrepasando límites que no deberían sobrepasarse, ya que, aunque uno sea crítico y sepa que es un juego, puede herir la sensibilidad de muchas personas que han corrido peor suerte que nosotros. Igual que en el cine, los videojuegos deben regirse por una conducta y seguir unos patrones ya que el público al que van destinados es uno de los más amplios. La responsabilidad es cosa de todos y eso es algo que los desarrolladores deben tener presente.
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[Vía: Lainformación]