Destiny 2. Análisis PS4

Destiny 2

Bungie y Activision vuelven a la carga en el género shooter-MMO con el lanzamiento de Destiny 2, título que ha batido bastantes récords desde su lanzamiento el pasado 5 de septiembre para PS4 y Xbox One. Tras el éxito cosechado por Destiny allá por el año 2014, esta secuela nos llega mucho más completa, mejor y con más horas de diversión que su antecesor. Pero, también con algunas taras en su planteamiento.

Ghaul, el todopoderoso

Destiny 2 llega a nuestras manos con los deberes bien hechos, nada que ver con su primera entrega, en donde se nota que tanto Bungie como Activision han aprendido de algunos errores, aparentemente, lanzando un título más completo en su totalidad.

En primer lugar nos encontramos con una historia mucho mejor ejecutada y llevada a cabo, algo que se agradece con creces porque le da una mayor credibilidad y continuidad a la acción, además de sucesos. Destiny 2 empieza por todo lo alto con una cinemática donde vemos al malvado y temeroso Ghaul en acción atacando la última ciudad para hacerse con el poder del Viajero. Con esta maravillosa premisa, se desarrollará la trama principal del título, la cual nos llegará a durar alrededor de unas 10-12 horas dependiendo de nuestra habilidad ante los mandos y el tiempo que decidamos en explorar.

Agradecemos la intención de mejora en este aspecto, que nos deja con grandes cinemáticas para el recuerdo. Además de una inclusión y participación mayor de los vehículos, que nos han dado muy buenas vibraciones de cara al futuro de la franquicia. Pero aún les queda un trecho para terminar de darle ese último enfoque a su universo y ese toque a la trama que sí podemos encontrar en una de sus sagas maestras.

De la misma manera los Guardianes seguirán siendo los principales protagonistas, clasificados en las ya conocidas clases de Titán, Cazador y Hechicero. Por parte del equipo de desarrollo podemos ver que no han querido ampliar mucho más este contenido con novedades o arriesgarse en añadir alguna idea más allá de coleccionables. Pero sí notamos cierto interés y dedicación en mejorar algunos planteamientos como por ejemplo, el de la mejora de habilidades de la subclase. Ahora todo está mucho más organizado dando una mejor sensación de avance, sobre todo a la hora de acumular puntos y de utilizar estos mismos en la obtención de movimientos. Los cuales, al igual que en Destiny, podrán ser cambiados y escoger los que mejor se adapten a nuestro estilo. Con la novedad de añadir un par de grupos compuestos por cuatro habilidades con diferentes tipos de jugabilidad.

A pesar de las pocos añadidos, lo que nos hemos encontrado en Destiny 2 nos ha gustado y complace nuestras ansias por seguir participando en este universo, muy bien acompañado por una gran cantidad de contenido a parte de la trama principal. Pero también hemos encontrado varios temas que no nos han gustado, porque parece que estamos ante un Destiny 1.5 más que en una secuela. Pero son temas que os explicaremos más adelante.

Los jugadores que vengan del anterior título ya sabrán de qué va la obra de Bungie. La cual podemos resumir en una simple palabra: adictiva. Este Destiny 2 mantiene la esencia y nos ofrece una jugabilidad realmente exquisita que nos hará sentir en más de una ocasión como los más grandes. Principal punto que hace que todo el sistema que le rodea funcione perfectamente. Ofreciendo combates intensos con dificultades variopintas, aunque con habilidad se pueden sortear dependiendo del tipo de enfrentamiento.

En este punto, con Destiny 2, volvemos a tener las llamadas Aventuras, misiones secundarias que expanden mucho más la experiencia y el lore del juego. En esta ocasión el estudio ofrece una gran cantidad de ellas que se ven complementadas con las incursiones, eventos públicos, asaltos y combates en un Crisol renovado más competitivo. Aunque uno de los mayores cambios se da en los Asaltos, que han sido rediseñados y ahora no solo ofrecen combates de dificultad contra enemigos. Sino que también dan la oportunidad de demostrar nuestra maestría en ciertos juegos de agilidad. Sin duda un añadido que le da un aire nuevo.

La jugabilidad que nos presentan sigue expandiéndose con multitud de contenido en donde entra en juego el farmeo. Aliciente que impulsa la vida del título y hace que todos sus jugadores permanezcan pegados ante la pantalla durante horas y horas en busca de aumentar su arsenal de armas, armaduras y demás objetos obtenibles en la aventura.

Tan bello como siempre

Bungie es un estudio que destaca, sobre todo, por sus diseños y acabados artísticos aunque no tanto, como se espera, en su apartado gráfico. Destiny 2, a pesar de haber dejado atrás el lastre de consolas de pasada generación (Xbox 360/PS3) -la cual hay que recordar que abandonó en pleno lanzamiento de contenidos- continúa bebiendo mucho de su entrega anterior en cuanto a calidad gráfica se refiere. El haberse centrado únicamente en consolas actuales (PS4/Xbox One) es un paso que le ha sentado la mar de bien, un cambio que había que hacer sí o sí para poder mejorar aunque esta mejora sea muy pequeña.

Destiny 2 no sorprenderá, en absoluto, por sus gráficos a nadie ya que podemos observar en ellos una continuidad con respecto lo visto en el primer Destiny sin apenas cambio alguno. Bien es cierto que en esta ocasión sí notamos algunos ajustes en el juego de iluminación y sombras, mejor ejecutados y con mayores acabados. Así como una mejoría en texturas, entornos y escenarios, además del impresionante repertorio de partículas y efectos lumínicos coloridos, aspecto que hace que la experiencia en Destiny 2 siga siendo tan abrumadora como siempre.

Pero lo que realmente hizo único a Destiny también está presente en este Destiny 2 y en su máximo esplendor: su arte. El equipo que una vez se puso tras los pasos de la saga Halo, tiene muy bien aprendido el hacer diseños que se alejen de lo tradicional o lo visto (casi) siempre en el término de la ciencia ficción. El arte que podemos encontrar en esta segunda entrega también mantiene el estilo del primer título, ofreciéndonos nuevas localizaciones así como paisajes -pero no tantos como nos hubiera gustado. En conjunto, el diseño artístico junto al apartado gráfico hacen que Destiny 2 siga siendo asombroso y tan bello como siempre. Gozando de un acabado de sobresaliente a pesar de las pocas mejoras en este segundo término. Sin embargo, la poca originalidad en ciertos aspectos y el no haber querido arriesgar demasiado en este campo se nota desde el primer momento.

Por su parte, en cuanto al campo sonoro debemos decir que Destiny 2 sigue sorprendiéndonos. Si con Destiny, tanto Bungie como Activision nos dieron un reparto de actores y actrices enorme, y una banda sonora para chuparnos los dedos, con Destiny 2 estaba más que claro que también iba a ser así. Las líneas de texto y diálogos nos llegan completamente dobladas y traducidas al castellano. Haciendo gala de un excelente trabajo de reparto en las diferentes voces de los personajes. Pero entre algunas líneas de texto sí hemos podido localizar ciertos fallos menores de traducción.

Asimismo, podríamos decir que la Banda Sonora de Destiny 2 es una de las mejores composiciones del año. Compuesta por Michael Salvatori, que toma el relevo de Marty O’Donnell, le da al título un trasfondo propio, haciendo que hasta tenga alma con tan solo sus notas. Melodías perfectamente unidas que funcionan al son de la acción o atmósfera presente en el momento. Recreando una de las ambientaciones mejor ejecutadas del campo, siendo prácticamente uno de los pilares más importantes de todo su conjunto. Pero no solo se queda en su banda sonora. También en su repertorio de efectos que terminan de componer el extenso abanico que nos ofrece Bungie con su trabajo. Es cierto que quizás el sonido de las armas es lo que más nos puede llegar a chirriar en esta aventura, pero la función de sonidos del futuro la cumplen con bastante acierto.

La cara oculta del Viajero

Párrafos más arriba, os hemos dado los puntos que hacen que Destiny 2 sea un gran juego. Aunque como bien sabéis y dice el dicho: “para gustos los colores”. Pero ahora, a continuación, como gran producción que es (y como gran deber nuestro) también os vamos a contar las cosas que no nos han gustado de este título a tener en cuenta de cara a una posible tercera entrega. Temas que creemos importantes.

En primer lugar vamos a hablaros de la campaña. Sabemos que antes dijimos que esta es mucho mejor con respecto Destiny y así es, no mentimos. No obstante, en Destiny 2 a pesar de que se nota un intento de mejoría, la narrativa sigue siendo bastante mejorable en ciertos aspectos. Sumado a la gran cantidad de DLCs establecidos que llegarán en un futuro, que, en un principio, se desconoce hasta qué punto serán realmente importantes y cómo afectarán estos al contenido actual y jugabilidad. En otras palabras, esperamos que este título no acabe convirtiéndose en lo que se convirtió Destiny, que recordemos, pasó a ser uno de los juegos más caros del mundo.

En segundo lugar y uno de los puntos más importantes a tratar, es la falta de innovación en esta entrega y la de nuevo contenido de mayor peso. Destiny 2 apenas innova ni ofrece nada nuevo al jugador nuevo, haciendo que estemos ante una mejora de la primera entrega más que en una secuela. Ya que, aunque hayan más escenarios únicos, estos se sienten parecidos con el lanzamiento de 2014. Esta sensación de ‘déjà vu’ nos deja con un sabor agridulce que, aunque Destiny nos encante y este Destiny 2 también, nos hace vivir en un continuo «más de lo mismo«. Por ende, penalizamos bastante la poca iniciativa de Bungie en darle nuevos matices a su obra. La cual podría llegar a ser realmente más enorme de lo que ya es.

Es verdad que cuenta con localizaciones nuevas, historia, muchas misiones, armas y armaduras, pero no deja de hacerse sentir como una expansión, sobre todo de cara a aquellos jugadores nuevos o a los que Destiny no les llegó a cuajar del todo. Ofreciendo un producto que simplemente amplía lo visto hasta el momento con pocas novedades, menos de las esperadas.

Conclusión Destiny 2

Sin lugar a dudas, Destiny 2 es lo que tendría que haber sido Destiny en su lanzamiento en 2014 y no en lo que acabó convirtiéndose. Aún queda por ver si tanto el estudio como la compañía deciden enfocar este título de la misma forma que su antecesor. Pero aún así Destiny 2 nos ofrece mucho más contenido de salida, aunque las cosas como son, casi nada nuevo ni con grandes novedades entre su repertorio. Igualmente, todo el universo del juego se traduce en horas y horas de adicción, farmeo, diversión y enfrentamientos bien sean a través de la campaña (mucho mejor que en su antecesor), aventuras, incursiones, asaltos y eventos, o el Crisol.

Si te gustó Destiny, entonces Destiny 2 te encantará ya que va apoyado por un mayor contenido de lanzamiento. Sin embargo, si la primera entrega no te gustó en esta secuela, posiblemente, no encontrarás los alicientes como para cambiar de opinión, ya que sigue siendo un “más de lo mismo” sin grandes añadidos. Podríamos decir que estamos ante un Destiny mejorado que contentará a todos sus seguidores más fieles más que en un, teóricamente y ambicioso, Destiny 2. En otras palabras, un título que se mantiene en su línea y cierra las puertas a un intento de ser más arriesgado y lo más importante, atraer nuevos jugadores.

Política sobre notas en Game It.

Salir de la versión móvil