Muchas fueron las expectativas que creó el primer título de la saga, Dragon Age: Origins, desde que se anunciara durante el E3 de 2004. Tras cinco años de desarrollo pudimos comprobar que la espera no había sido en balde, el juego cumplió con lo que se esperaba de él: un argumento que te atrapaba desde los primeros compases, personajes muy carismáticos, una jugabilidad muy buena y un apartado artístico envidiable, destacando especialmente su banda sonora. El RPG que llevaban tiempo esperando los fans del género y que fue alabado tanto por crítica como por público.
Dos años más tarde llegó al mercado Dragon Age II, y aunque también recibió buenas críticas, no entusiasmó tanto como su primera parte. No era un título tan profundo como lo fue Origins, el combate era más dinámico pero más sencillo y simple, localizaciones menos épicas y mucho más lineal que su predecesor. No fue un mal juego, en absoluto, pero después de Dragon Age: Origins sus fans esperábamos bastante más de la segunda entrega.
Dicen que a la tercera va la vencida, y es lo que esperamos de Dragon Age: Inquisition, un título que nos devuelva la epicidad y el buen hacer que desprendía su primera parte; y en ello han estado trabajando duramente los chicos de BioWare, creando el título más grande y con más posibilidades de la saga, según sus propias declaraciones.
Nos situaremos en Orlais, en medio de una guerra entre magos y templarios a la vez que surge una brecha en el Velo. Ante toda esta hecatombe, deberemos ser la persona que lidie con los diferentes bandos de la guerra y la que intente aunar fuerzas para luchar contra la amenaza que acecha desde el Velo.
En Dragon Age: Inquisition tendremos la posibilidad de hacer a nuestro protagonista como queramos, gracias al editor de personaje que incluye, pudiendo elegir otras razas a parte de la humana, algo con lo que no contábamos en Dragon Age II. Como es lógico, también podremos escoger la clase a la que pertenece, lo que condicionará en gran medida nuestras relaciones con el resto de los personajes que poblarán el juego.
Uno de los puntos fuertes de la franquicia es, sin duda, los personajes que vamos encontrándonos durante la aventura y que van uniéndose a nuestra causa. En este aspecto Inquisition no será menos y contaremos con interesantes compañeros, como Vivienne, una importante maga, Varric Tethras un enano pícaro que ya habíamos conocido en Dragon Age II o Iron Bull, un guerrero de la raza Qunari. Además, harán acto de presencia antiguos conocidos como por ejemplo Morrigan, la oscura maga cambia-formas que nos conquistó con su peculiar personalidad en Origins.
BioWare ha confirmado que la tercera entrega de la franquicia tendrá una extensión de mapa cuatro veces más grande que Origins, estará compuesto por diez grandes zonas donde transcurrirá la historia y que podremos explorar en busca de misiones secundarias con las que hacernos más fuertes y conseguir reunir fuerzas para derrotar la a la amenaza que nos cierne. Si se cumple con lo prometido, parece ser que estamos ante una de las cosas que más pedían los fans tras la decepción que supuso, en este sentido, Dragon Age II.
Según parece los desarrolladores del título han estado teniendo muy en cuenta todas las opiniones que se daban en la comunidad para hacer de este un título muy especial, una nueva era para el estudio canadiense y una nueva forma de concebir videojuegos.
Se está teniendo especial cuidado en el sistema de combate, intentando aportar lo mejor de sus predecesores a este tercer título. Podremos controlar los ataques del resto de compañeros o incluso ponernos en su piel de una forma muy dinámica y mejorada. Además se ha trabajado mucho en la IA de nuestros aliados para que los combates sean divertidos y fructíferos. Eso sí, habrá que esperar a ver cómo se están implementado todas estas acciones a los mandos en la versión de consolas, esperemos que no pierda fluidez para poder disfrutar de los combates épicos como el que pudimos ver contra un dragón en el reciente E3.
Los diálogos y la toma de decisiones seguirán siendo fundamentales en Inquisition, tanto que el ponernos de lado de un compañero que no congenie muy bien con otro, puede acarrearnos graves consecuencias en la lealtad de este. Podremos escuchar conversaciones entre ellos durante nuestras aventuras, como ya ocurría en las anteriores entregas, muy divertidas si llevamos personajes que se llevan mal, lanzándose muchas “pullitas” durante nuestros recorridos.
Dragon Age Inquisition se está creando con una versión adaptada para el juego del motor gráfico Frostbite 3, y parece ser que está funcionando muy bien por lo que hemos podido ver hasta ahora del título. Luce como ninguno de los títulos anteriores de la franquicia, con personajes muy detallados y unos entornos muy bien recreados, muy mágicos, amplios y que llaman mucho la atención.
Podremos ver si nuestras altas expectativas se cumplen sobre el nuevo RPG de Bioware en muy poco tiempo, el 9 de Octubre estará en las tiendas para PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360, Xbox One y PC.