Dragon Quest Builders. Análisis Nintendo Switch

Hablar de Dragon Quest es hablar de una de las franquicias más exitosas y míticas dentro del género JRPG. Los juegos de esta marca se caracterizan por su accesibilidad de cara a un público mayoritario y, como no, por contar con los geniales modelados del maestro Akira Toriyama; principal encargado de dar vida a los mundos y personajes de estos juegos.  El título del que hablaremos hoy ha sido desarrollad cuenta con las bondades características de la saga pero llevándolas a un terreno que nadie se hubiera esperado hasta su estreno en PS4 y PS Vita hará algo más de un año. Hablamos de Dragon Quest Builders.

Levantando Alefgrado desde sus cimientos

Dragon Quest Builders es un spin off de la veterana franquicia que propone un mix bastante curioso: coger el universo y algunos conceptos típicos de la saga para fusionarlos con ¿Minecraft?. Pues sí, Minecraft, y parece ser que la mezcla ha resultado salir bastante bien.  La vuelta de tuerca que se le ha dado a ambas fórmulas ha desembocado en un juego tremendamente adictivo y que , con una curva de aprendizaje lenta pero eficaz, nos enseña la tremenda cantidad de posibilidades que se ponen en nuestras manos como Forjador de Mundos.

Pese a ser un juego enfocado en la creación y el crafting, el título de Dragon Quest sigue estando ahí por algo. Aparte de la estética, el juego sigue manteniendo su espíritu rolero ofreciendo una campaña a la altura de la serie de Yuji Horii, además de un sistema de progreso propio de los juegos de acción o RPG.

Con las cartas encima de la mesa, el título se esfuerza en recordarnos una y otra vez que estamos ante una aventura diferente… Nos recuerda que en esta historia no toca ser el héroe sino más bien un “currante”. El Constructor es un elegido por Pamplín (deidad antigua) para reconstruir el mundo de Alefgrado tras la desolación que supuso la victoria del malvado Draconarius al final de Dragon Quest I (final que se ha tergiversado para dar lugar a este nuevo universo). Nuestro protagonista no es fuerte ni diestro en la batalla pero, al contrario que el resto de los habitantes de Alefgrado, cuenta con la habilidad de crear y construir…algo que parece haberse olvidado en el resto del mundo.

Con este don el elegido de Pamplín deberá reconstruir las 4 principales ciudades que componían Alefgrado, cada una sumergida en el caos por motivos diferentes, y así ayudar a sus lugareños a recobrar la senda de la luz y la capacidad de crear.

Un juego de rol al que echarle imaginación

Como hemos dicho, la campaña principal se divide en 4 capítulos (uno por ciudad) en los que deberemos levantar desde sus cimientos cada una de las ciudades más importante de Alefgrado emplazadas en diferentes lugares. En cada uno de estos capítulos empezaremos desde cero y tendremos que aprender progresivamente a crear objetos, salas, utensilios, materiales, etc que nos sirvan para levantar la ciudad. En los primeros compases de cada partida un aldeano llegará a la aldea y conversará con nosotros sorprendido por nuestra capacidad creadora. Poco a poco deberemos completar ciertos encargos para elevar el nivel de la ciudad (nivel que nos permitirá desbloquear más cosas que craftear) y así seguir atrayendo a nuevos inquilinos que nos ayuden en nuestra labor. Cada cierto tiempo los monstruos que rodean nuestra urbe atacarán, por lo que deberemos estar preparados y atentos para que no nos destruyan demasiado nuestro territorio. Para avanzar en la historia, los NPCs nos avisarán de que esa noche se acerca una oleada mas grande de lo normal, oleada que una vez hayamos derrotado nos desbloqueará más terreno explorable o más encargos disponibles de los habitantes de nuestra ciudad. La finalidad en cada capitulo es trabajar para nuestros inquilinos, hacer crecer la ciudad y defenderla de las oleadas hasta que podamos enfrentarnos al gran monstruo responsable del desastre.

Naturalmente, mientras avanzamos nuestra creatividad jugará un papel importante, ya que por suerte estamos ante un sistema de crafting tan completo como fácil de entender y ejecutar. Al igual que en Minecraft el mundo esta formado por bloques que podremos picar y sumar al inventario para luego reutilizar o craftear otros elementos. Algunos pensaran que esta similitud con Minecraft es demasiado descarada, pero lo cierto es que el mundo cubico de Builders se presenta algo mas “redondeado”. La estética esta muchísimo más pulida y detallada que en el juego de Notch, con objetos más curvos y una paleta de colores más vivos. Los enemigos que encontramos son modelados típicos de la saga como los limos, quimeras, ogros, mazadores… Por ello es digno de valorar que en un juego tan creativo y variado se haya respetado tanto la esencia y estética de una franquicia tan entrañable como Dragon Quest.

Entre los aspectos que se podrían mejorar en la jugabilidad está en primera posición el combate, un tanto simple y aburrido puesto que ha quedado reducido a golpear y movernos mientras nos curamos en caso de vernos con la soga al cuello. No es que sea un apartado clave para el funcionamiento de la propuesta, pero obviamente hay que destacar estas deficiencias exceptuando las batallas contra los jefes finales de cada nivel, las cuáles son bastante diferentes entre sí y que deberemos afrontar echándole un poco de imaginación.

Por supuesto el juego también cuenta con un Modo Libre llamado Terra Incógnita, donde podremos construir y crear libremente una ciudad a nuestro antojo con todas las recetas aprendidas durante la campaña.

Siempre a la altura, siempre bonito

A nivel visual estamos ante un título de gran nivel, no solo por la calidad de los modelados de Akira Toriyama, sino también por la bien lograda estética estética general que se la ha dado al juego con personajes más pequeños y “cabezones” de lo habitual en la saga, los cuales representan modelados típicos de otros juegos de Dragon Quest.

Esta versión de Switch nos permite disfrutar del juego donde y cómo queramos con un rendimiento exquisito. Con respecto a la versión de PS4 tenemos una perdida de resolución en modo Dock que baja hasta 720p, aunque esto viene de la mano con una tasa de fps bastante estable que consigue mantener en la pantalla las ansiadas 60 imágenes por segundo.

En el modo portátil se mantiene los 720, aunque la tasa de imágenes por segundo si se ve perjudicada bajando hasta los 30 fps (los cuáles de esta manera si se mantienen perfectamente estables). A pesar de esta especificaciones tenemos que decir que el juego luce genial en ambos modos, siendo incluso más impresionante a la hora de disfrutarse en portátil con una BSO orquestal que sustituye a la polifónica de PS Vita. Los temas musicales y  efectos reconocibles de la saga están ahí, acompañándonos durante nuestro periplo y haciendo de este pequeño gran universo una aventura tan colosal como lo son cada entrega de esta franquicia, algo que seguramente todos los que hayan disfrutado de alguno de estos títulos sabrán disfrutar.

Conclusiones de Dragon Quest Builders

Dragon Quest Builders es uno de eso títulos que llega tarde a Switch pero que parece perfectamente pensado para disfrutarse en esta consola. La libertad que ofrece el juego para dar rienda suelta a nuestra imaginación combinada con las prestaciones que nos ofrece la consola de Nintendo hacen de el un juego muy a tener en cuenta dentro del catálogo. Es un juego fiel a su marca, fresco en su propuesta y que respeta mucho sus raíces roleras, otorgándonos no sólo un mundo al que dar forma, si no una historia y una aventura que si bien no es la mejor de la saga, al menos está a la altura de lo que se espera de ella.

https://www.youtube.com/watch?v=L-BNho6bA8g

Política sobre notas en Game It.
Salir de la versión móvil