Dungeon of the Endless. Impresiones Xbox One

Dungeon of the Endless es un juego que mezcla, con buen hacer, varios géneros aunando un toque de rol mientras se combate en tiempo real con la posibilidad de ser pausado en todo momento y fundamentado en un sistema de juego en formato tower defense, todo sobre un aspecto visual pixelado que recuerda a los clásicos de los ochenta. Desarrollado por Amplitude Studios con Unity vio la luz en octubre de 2014, tanto para Mac como para PC, siendo en agosto de 2015 cuando se estrenó para dispositivos iOS y ahora en 2016 se estrenará para Xbox One el próximo 20 de enero.

Cuando de la sencillez se hace virtud todo el camino es más llano y en general puedes dedicar los esfuerzos a mejorar otras facetas del juego. Este paradigma de clarividencia que muchas desarrolladoras con dinero no logran alcanzar jamás en toda su vida, Dungeon of the Endless lo ha logrado, ya que parte de un estilo gráfico en pixel que en ningún momento resultará incómodo ni extraño y que incluso, en ocasiones, hasta se agradece no tener la necesidad de procesar millones de colores y frames permitiendo centrarse solo en lo que de verdad importa, conseguir escapar con todos los miembros del grupo.

Esta es la misión principal y constante que encontrarás en Dungeon of the Endless, conseguir subir en un ascensor de una nave espacial, nivel tras nivel, sorteando los peligros que entraña la fría oscuridad. Con esta premisa empezamos con la primera de las seis naves de las que habrá que escapar, cada una de ellas con sus propias características, por lo que el juego no se estanca en una única dinámica. Al principio solo dispondrás de dos personajes, que en el transcurso y avance de los niveles, o plantas se incrementará hasta cuatro los miembros del escuadrón, teniendo la posibilidad de ir mejorando el nivel de cada uno de ellos adquiriendo nuevas armas y accesorios que poder usar. Cada personaje tiene sus habilidades únicas que conforme suban de nivel se irán desbloqueando, así mismo cada uno de tus guerreros podrá usar un tipo de arma concreta, ya sean cuerpo a cuerpo o a distancia. Lo que en principio solo parece un incremento en el daño, mejorará de diferentes formas conforme avancemos en el desarrollo del juego, de tal modo que cuanto más lejos consigas llegar mejores objetos hallarás en los encuentros.

Antes de comenzar tendrás que elegir qué supervivientes serán los que tengan que sufrir el estrés del éxodo de entre una gran variedad de personajes, que al principio será tan solo de dos, pero que ascienden hasta dieciocho que sepamos, aunque en las versiones anteriores de Dungeon of the Endless, como la de PC, llega a más de veinticinco. Estos pueden ser parte de la tripulación, presos convictos, nativos del lugar u otros personajes extra de diferentes formas y clases.

Supervivientes de Dungeon of the Endless

En la primera nave tan solo dos supervivientes empiezan la partida con la posibilidad de aumentar su número hasta cuatro conforme avances por cada una de las plantas, pudiendo cambiarlos en caso de encontrar un personaje nuevo o de que el grupo esté completo. Será importante el mantener a los nuevos miembros reclutados al menos tres niveles, o plantas para que sea permanente su uso para nuevas partidas.

Cada uno de los personajes cuenta con habilidades activas y pasivas, así como unas estadísticas básicas diferenciadas variando la velocidad, el ataque, la resistencia y el sentido común, o ingenio que irán mejorando y desbloqueando cuando se sube de nivel. Las habilidades activas tendrán que ser ejecutadas por el jugador y además, tendrán un tiempo de enfriamiento que se basa en las puertas, es decir, cuando abráis dos puertas o tres la habilidad vuelve a estar disponible para su uso, aunque también se pueden conseguir gastando el recurso de ciencia para refrescar la habilidad sin necesidad de abrir ninguna puerta. Una recomendación importante antes de que comencemos el juego, es que se active la opción de tutorial para que nada se os escape desde el inicio.

La introducción a la partida es muy sencilla, seleccionamos la primera nave y dos supervivientes que empezarán de inicio, según pases dicha elección verás como la nave sufre un terrible accidente y nos toca salir de su esqueleto de acero. La misión también es sencilla, o eso parece al principio, ya que solo tendrás que ir abriendo puertas que hacen las veces de turnos y en las que pueden darse encuentros, combates y eventos que os acercarán o ayudarán a que la huida sea más sencilla, o más estresante. La clave está en que al abrir cada puerta obtendrás una cantidad de cuatro recursos básicos que te permitirán moverte con soltura por la nave estrellada, estos recursos son: el polvo de energía, que permite la iluminación de estancias oscuras y que es la base de una parte importante del juego; la industria, que permite la construcción de muchos módulos que van desde el incremento de la obtención de recursos hasta armas de toda clase y tamaño; la ciencia, generalmente se usa para la mejora de los módulos y para poder recuperar las habilidades activas de los supervivientes y por último el alimento, que se usa para subir de nivel a los personajes y curarlos si sufren muchos daños en el combate. Además, cualquiera de estos recursos es susceptible de ser requerido por un mercader para adquirir objetos, armas y armaduras que mejoren las capacidades y habilidades de nuestros protagonistas.

En tu primera estancia en Dungeon of the Endless verás un romboide que necesita ser transportado hasta la salida para poder subir por el ascensor al siguiente nivel, pero antes de pensar en el siguiente nivel hay que encontrar la salida, así que la misión será la de avanzar por estancias abriendo puertas que den más recursos y más luz para cuando halles el punto de escape. Obviamente el juego no se queda solo en avanzar y buscar, porque como hemos dicho antes, la nave se ha estrellado en un extraño planeta repleto de ansiosas criaturas de todas las formas y tamaños con mucha sed de sangre. Aquí es donde la estrategia entra en acción, ya que el único modo de que no aparezcan estas criaturas es manteniendo las estancias iluminadas y es que nunca se podrá tener todo encendido, esta será la base sobre la que se asienta Dungeon of the Endless, avanzar por las habitaciones intentando que nunca quede una estancia en penumbra que pueda tirar al traste todo el camino recorrido.

Y aquí es donde Dungeon of the Endless vuelve a poner un reto delante del jugador, ya que solo permite guardar y salir de tal modo que hay que olvidarse de poder salvar, por si algo sale mal, para luego cargarlo. Si un personaje muere despídete de él para siempre, pero no debes creer que todo ha terminado, ya que podrás encontrar nuevos supervivientes en cualquier habitación, además si sales sin guardar el progreso empezarás desde el principio con los personajes que hayas desbloqueado.

Dungeon of the Endless son muchas horas de juego que te invitan a abrir una puerta tras otra en busca de una salida. Un sistema sencillo con aspecto visual pixelado que recuerda la mejor etapa de los ochenta y la dificultad inherente a los juegos que marcan época, harán que el jugador exigente se sienta totalmente realizado si le gusta este género de videojuegos.

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