Far Cry 3. Análisis PC

El título que hoy vengo a analizar, Far Cry 3, es conocido hoy por más de la mitad de la comunidad gamer. No vamos a meternos en el tema de Youtube, aunque sí es verdad que la ingente cantidad de vídeos del juego aparecidos en la página principal de la web ha tenido que influir aunque sea un poquito en las ventas que está obteniendo. Pero dejémonos de rollos: Far Cry 3 se vende tan bien porque es un juegazo, y ahora vamos a ver por qué.

Nos encontramos ante una saga complicada, con una historia bastante interesante. El primer Far Cry, de Crytek, era un portento gráfico que solo llegó a compatibles. De hecho, podríamos calificar la siguiente obra maestra de la compañía alemana, Crysis, como un sucesor espiritual de este Far Cry. Uno de los padres del curioso género del FPS-sandbox. Tras una versión reducida en 360 y una fatídica película a modo de insulto a la industria que vino de manos del siempre polémico y horroroso director Uwe Boll, Ubisoft, distribuidora oficial, se decidió a seguir adelante con la saga con su equipo canadiense mientras Crytek estaba inmiscuida en el desarrollo de la saga Crysis. Llegó Far Cry 2: una decepción con mayúsculas para los adeptos al primer juego, y a pesar de todos un gran título para los demás. Aún así, era exageradamente difícil en muchas situaciones, y orientarnos por el inmenso mapa desértico era una verdadera pesadilla. Por otra parte, la saga dijo adiós al estupendo CryEngine con esta segunda parte. Aún con sus notables valoraciones en la red, el juego no gustó a los fans de la primera parte, y por ello Ubisoft se vio cargando con el gran desafío de devolver a los fans de la saga una obra maestra de la talla del título de Crytek. Lo han conseguido. Seguid leyendo para descubrir Far Cry 3, una sorpresa de las grandes en la industria.

Personalmente, tengo que confesar que no esperaba mucho de él. De hecho, no figuraba en mi lista de compras navideñas, aunque los tráilers que iban saliendo dejaban entrever que Ubisoft volvía con fuerza, y que Far Cry 3 no iba a quedar en el olvido. Ahora que ha salido, solo me queda desgranar el análisis alabando a Ubi por su excelente (y complicado) trabajo.

Os presento a Buck, tan chiflado como genial.

Ya sabéis que yo siempre le doy prioridad al argumento de una superproducción, y esta vez me temo que no haré una excepción. Voy a ser sincero, a primera vista la historia me pareció un topicazo enorme: el grupo de adolescentes pijos que llegan a una isla paradisíaca con afán de consumismo y diversión descontrolada que es secuestrado inesperadamente por una organización de piratas que controla prácticamente toda la extensión del archipiélago. Uno de ellos, nuestro protagonista Jason Brody, logra escapar, no sin ver cómo su hermano muere a manos de esta gente. Una historia, como digo, muy vista en las películas de serie B. Jason, con el objetivo de «salvar a sus amigos» pierde sus miedos y deja de ser un chaval cualquiera para convertirse un un «guerrero de la jungla». Como digo, a primera vista resulta algo simple, pero pobre del que no siga avanzando en la historia. Porque a lo largo de nuestro camino nos cruzaremos con un plantel de secundarios absolutamente geniales. Me atrevería a decir que Vaas, uno de los villanos principales (el que aparece en la portada) es uno de los mejores que ha pasado por nuestras consolas. Con una personalidad y un carisma excepcionales, la gran mayoría de locos (porque eso es lo mejor, que todos están como una cabra) que se interpondrán en nuestro camino nos dejarán con la boca abierta, y nos sacarán más de una carcajada. Este dato que acabo de citar da un giro enorme a todo el juego, elevando la calidad argumental del presente título a un nivel sublime. Las apariencias engañan, y no hay mejor forma de demostrarlo que con Far Cry 3. De todas formas, ahora vamos a ver cómo la historia en este título no tiene tanto protagonismo frente a, por ejemplo, la jugabilidad que ofrece. Calificaremos este apartado con un notable alto.

Jugabilidad

¡Bum! Aprende, Prophet.

Nos encontramos ante un sandbox, un título que se debe alargar mucho y ofrecernos muchísimas horas de diversión. Por esto, este apartado ha de ser más que sobresaliente. Un título de estas características ha de ofrecer una experiencia jugable muy buena que nos mantenga enganchados el tiempo suficiente para que su adquisición merezca la pena. Afortunadamente, movernos por Rook Island resulta tan intuitivo como reconfortable (temíamos que ocurriera lo mismo que con su predecesor). Como en todo buen sandbox, al principio nos abrumará el tamaño tan inmenso del mapeado, y la cantidad de cosas que podemos hacer en las islas, pero en un par de horas nos haremos perfectamente con los controles y sabremos manejar perfectamente todos los objetos que consigamos por ahí. Por ejemplo, las hierbas que cortemos nos servirán para hacernos desde medicinas hasta recetas más complicadas para, por ejemplo, ser más inmunes al fuego. Las pieles de los animales que cacemos nos permitirán obtener mochilas más grandes para llevar objetos, o bolsas de munición que nos permitan llevar un considerable número de cartuchos de cada arma. Las susodichas se podrán obtener, o bien pagando en dólares, o bien gratuitamente accediendo a las torres de radio más cercanas para también «desbloquear» una zona del mapa y poder guiarnos bien por los alrededores (que al principio del juego estará completamente oscuro, sin poder ver más que la zona donde nos encontramos). Hay bastantes armas, evidentemente no tantas como en un FPS bélico pero las suficientes como para que haya variedad. Desde fusiles de asalto, subfusiles, pistolas y rifles de francotirador hasta armas más curiosas como pueden ser el arco, el lanzallamas o la pistola de bengalas. Todas ellas modificables, tanto si queremos acoplarles miras para apuntar mejor como si simplemente deseamos pintarlas. Aunque no todo serán tiros y explosiones, puesto que el juego ofrece la posibilidad de acercarnos sigilosamente a nuestros objetivos y eliminarlos sin alertar a nadie. Precisamente esto se ha convertido en el principal objetivo de muchos jugadores expertos: limpiar zonas llenas de enemigos con la única ayuda de un cuchillo.

Por otro lado, encontramos otra característica muy rolera (el juego toma influencias de los RPG occidentales en muchos aspectos) como es el sistema de habilidades. Un pequeño tablero por el que habrá que avanzar desbloqueando puntos de habilidad que nos permitirán, desde aumentar la salud total del personaje, hasta desbloquear habilidades nuevas que potencian, o bien el sigilo, o bien la violencia descontrolada.

Tampoco faltarán los vehículos, de tierra, mar y aire, con un manejo exquisito todos ellos. Aunque tengamos la posibilidad de utilizar el viaje rápido o «teletransporte» a una zona concreta del mapa, el control de estos será tan bueno que nos incitará a ir conduciendo a nuestro destino, disfrutando del bello paisaje que nos rodea.

El ala delta es rápido… pero peligroso. Lo mejor para disfrutar del paisaje.

Ahora toca hablar de la IA, y huelga decir que sale muy beneficiada. Habrá muchos tipos de enemigos, como siempre unos más fuertes que otros. Cuando nos detectan, unos se cubrirán (los estándar) mientras que otros vendrán corriendo a toda pastilla hacia nosotros empuñando un cuchillo de impresionantes dimensiones. Otros tirarán cócteles molotov, e incluso habrá francotiradores esperando pacientes a que asomemos la jeta para volárnosla de un tiro. Nuestra pesadilla serán los pesados, enormes colosos blindados que avanzarán lentamente hacia nosotros sin parar armados con una ametralladora tan grande como ellos mismos. Son duros de verdad. Otra cosa que me ha sorprendido es que, en los puestos enemigos, si los piratas asumen que caen como ratas, no dudarán en llamar a refuerzos (por lo tanto, será de vital importancia encargarse de las alarmas previamente). La IA cumple de sobra con su objetivo, aunque desafortunadamente no faltan los bugs, al tratarse de un título tan grande. Hay animales que se quedarán atascados o corriendo contra una pared, e igual pasa algunas veces con los enemigos. También nos veremos obligados a reiniciar el juego al no poder activar una misión porque la persona con la que tenemos que hablar no reacciona. Aunque aparezcan en momentos muy puntuales, es necesario mencionarlo para que los chicos de Ubi tomen nota.

La cámara será un gran aliado. Con ella marcaremos a los enemigos y los tendremos controlados en todo momento.

Modos de juego

Voy a ser directo: no nos vamos a aburrir con este juego en meses ni por voluntad propia. Empezando por la campaña, que ofrece unas 40 misiones llenas de variedad. La historia engancha, sobre todo a partir de la segunda mitad del juego, y todo está perfectamente estructurado para que no vayamos siempre a por las misiones principales. Su dificultad creciente nos hará completar diferentes y variadas misiones secundarias antes de seguir adelante. Tengo que decir que uno de los rasgos que más me duele de este tipo de juegos tan amplios es que las misiones secundarias son muchas veces repetitivas, carentes del interés y la personalidad que ofrece la historia principal. Siendo sinceros, en Far Cry 3 encontraremos también ese tipo de secundarias. Aunque, menos mal, no son las únicas. De hecho, pertenecen al grupo minoritario.

Entre los objetivos alternativos más esenciales para continuar jugando sin que la dificultad se vaya por las nubes está, por un lado, escalar torres de radio para conocer el mapa y obtener armas gratuitamente, y, por otro, liberar puestos gobernados por piratas. Tanto lo primero como lo segundo nos servirá para controlar y conocer mejor la zona, y para ir limpiando la isla infestada de enemigos. Por otra parte, al liberar dichos puestos nos darán acceso a una especie de «tablón de anuncios» lleno de objetivos secundarios, tanto de caza (encuentra a tal bicho, mátalo de esta manera y tráeme su piel) como encargos de asesinato al puro estilo Assassin´s Creed. También hay coleccionables esparcidos por ahí, las llamadas «reliquias», que nos premiarán al encontrarlas. Infinito.

Y, por si fuera poco con la campaña, Far Cry 3 ofrece también modalidades online y en cooperativo. Hablando del online, la verdad es que es demasiado parecido a otros títulos bélicos, ofreciendo las mismas modalidades de juego que vemos, por ejemplo, en un CoD, aunque un poco modificadas, con pinceladas de locura al más puro estilo FC. De todas formas, hay títulos online que se sitúan muy por encima de este. Y es normal, puesto que no es su principal atractivo, de hecho no pasa de extra, y es más que suficiente para alargar unas pocas horas más la experiencia de juego. Lo mismo ocurre con el cooperativo: divertido, sí, pero se limita a unas pocas misiones consistentes la gran mayoría en eliminar enemigos con nuestros amigos y completar pequeños desafíos (eso sí) bastante curiosos. Lo pasaremos muy bien en estas modalidades, pero ya aviso que os encontraréis más del 75% de vuestro tiempo con el juego en la piel de Jason Brody.

[yframe url=’http://www.youtube.com/watch?v=UjSHUuultiY’]

Gráficos

Desde la primera misión ya sabía que me encontraba ante un auténtico referente gráfico de esta generación. Disfrutar de FC3 en PC es toda una gozada, es la perfección materializada en un título exquisitamente impresionante. De hecho, me atrevo a decir, si Crysis 3 no me sorprende demasiado, que estamos tocando el techo en consolas. Aunque las versiones para PS3 y 360 están bastante por debajo de esta, sorprende ver que se haya llegado a tal nivel. Desde los modelados de los enemigos, con su asombrosa expresión facial y corporal, hasta la sencillamente brutal recreación de un paraíso tropical dominado por la locura. Los animales parecen igualmente de carne y hueso, hasta llega a intimidar ver a lo lejos la figura de un leopardo ansioso por oler carne fresca.

Si, encima, ponemos la configuración de PC en Ultra, todo se ve multiplicado por un millón. Aunque para eso hace falta un ordenador de la NASA. De todas formas, estamos ante un prodigio técnico lo juguemos con los ajustes que sean. Incluso me he llegado a plantear, como decía más arriba, que algo así se supere en la presente generación.

Muchos usuarios de consolas se quejaban de popping y otra clase de errores que afectaban de un modo u otro al juego, pero si contáis con un PC potente os podéis ir olvidando de esto. Me he pasado más de 10 minutos en un mirador contemplando la puesta de sol y la consecuente caída de la noche, y es un espectáculo digno de admiración. Lamentablemente, los modos online se encuentran a un nivel ligeramente inferior, aunque es comprensible debido a que una partida multijugador requiere casi el doble de potencia de la consola o PC. Pero nada del otro mundo, no hay que preocuparse. De hecho, no lo notaremos.

Apartado sonoro

Poco hay que decir aquí. En cuanto a los efectos de sonido, exquisitos. Los sonidos de las armas están correctamente reproducidos, así como el del motor de los diferentes vehículos. El doblaje está muy bien hecho, con actores que hacen su trabajo de lujo y adornan las voces de los diferentes personajes para perfeccionar aún más su personalidad y meternos el doble de bien en la historia. En cuanto a la música, tristemente no hay nada que destacar, puesto que se queda en un segundo plano a lo largo de casi toda la aventura. Salvo las canciones de la radio de los coches, o algunos temas que suenan puntualmente a lo largo de misiones, no escucharemos nada especial. Nos hubiera gustado tener una BSO un poquito más épica, o al menos que tuviera cierto protagonismo, pero, como digo en muchas ocasiones, lo hecho, hecho está. Espero que corrijan esto de cara al prometedor futuro que se le ha abierto a Ubisoft Montreal con la saga.

Conclusión

Far Cry 3 ha sido, como dije al principio de la reseña, una auténtica sorpresa. Aunque a primera vista su historia parece simplona, el desarrollo de la misma se complica hasta niveles insospechados, olvidándose muchas veces incluso de lo que figura en la contraportada del juego. A nivel gráfico se ha convertido en un ejemplo a seguir por parte de las compañías que intentan a duras penas sacar jugo a las ya envejecidas consolas de sobremesa, y en un milagro para los poseedores de un PC potente. Una isla enorme por la que movernos con total libertad, con un millar de retos esperándonos, siempre acompañados por la belleza de la jungla. El carisma que derrochan casi todos los personajes (sobre todo los malos) hará que nos guardemos un hueco para ellos en la memoria gamer. Aunque sus modos multijugador y cooperativo no son muy profundos, resultan los suficientemente divertidos como para echar más de una partida seguida. En fin, nos encontramos ante el mejor FPS-sandbox de la generación. Por suerte para Ubi, se trata de un género muy poco explotado, y que puede dar muchos frutos en la industria mirando a un futuro.

Lo mejor

Lo peor

Salir de la versión móvil