Gods Will Fall. Análisis Xbox One

En muchas de las culturas que se han sucedido a lo largo de la historia, los seres humanos han utilizado a los dioses para justificar tanto sus fortunas como desgracias. Una vez más esta es la historia que vamos a ver en Gods Will Fall. Esta vez los humanos consideran que los dioses han llegado demasiado lejos y deciden acabar con aquellos que tantos males les generan. De esta manera, con un grupo de 8 héroes que buscan acabar con la vida de 10 dioses, arranca lo nuevo de Deep Silver y Clever Beans.

8 héroes sin nombre

Tras una breve presentación que nos pone en contexto vemos como nuestro grupo de luchadores, los que han sobrevivido a la furia de los mares, desembarcan en una isla donde habitan los dioses. Aquí nos recibe una pequeña cueva que servirá como tutorial antes de adentrarnos en la acción. La acción de Gods Will Fall puede dividirse en tres fases. En primer lugar, tenemos la isla que es el interludio de descanso entre las zonas de acción. En esta isla podremos encontrar zonas donde conseguir algunos objetos… o quizá perderlos. Desde la isla podremos acceder a las diferentes mazmorras donde nos comienzan los golpes. A lo largo de cada mazmorra nos enfrentaremos a diferentes enemigos hasta alcanzar el final donde llega la tercera fase. Cada mazmorra está coronada por un dios al que tendremos que dar muerte para poder salir con vida de su zona.

Hasta aquí puede parecer que Gods Will Fall no ofrece nada que no conozcamos ya dentro del género de los roguelike, pero lo cierto es que durante el puñado de partidas que nos ha costado superar su historia hemos encontrado ideas muy interesantes. Como ya hemos comentado, nuestro grupo está formado por 8 personajes, pero estos serán distintos en cada partida que juguemos. Las diferencias entre estos personajes las encontramos en sus estadísticas como son el vigor, la fuerza y la velocidad con la que se mueven.

Lo cierto es que cada uno de estos héroes representan una vida para superar Gods Will Fall. Cuando llegamos a la entrada de una mazmorra tendremos que seleccionar que personaje entra a ella y si este no logra superar lo perderemos hasta que otro personaje logre superar por completo la mazmorra.

Otra curiosidad es que los personajes van evolucionando conforme avanza la partida, pero de una manera imprevisible. Por ejemplo, hay ocasiones en las que uno de los héroes pierde vigor cuando otro es derrotado en una mazmorra, pero también es posible que si un personaje sale victorioso de la batalla contra un dios vea como mejoran sus estadísticas.

Pero esta proceduralidad no está presente solo en los protagonistas, sino que también la encontramos en el bando enemigo. A pesar de que las mazmorras siempre están ubicadas en el mismo lugar y son idénticas por dentro, la dificultad de cada una varía en cada partida. Esto provoca que adentrarse en una mazmorra por primera vez sea todo un desafío ya que no sabemos a qué dificultad nos enfrentaremos hasta que no haya vuelta atrás.

Movimientos sencillos una y otra vez

Sin duda, la sencillez es algo que hace grande a cualquier juego, pero es innegable que es muy difícil llevarla a la práctica en un videojuego de manera óptima. Gods Will Fall nos ofrece un control muy sencillo, pero al que le faltan por pulir algunos detalles. Los principales movimientos de cada uno de nuestros personajes son el ataque ligero, el ataque pesado, un movimiento evasivo y un bloqueo que nos obliga a ser bastante precisos. A esto se le suma un medidor de rabia que aumenta cuando acabamos con enemigos y que nos permite recuperar vida y aumentar nuestra fuerza momentáneamente.

Todo esto sumado a la variedad en las estadísticas de los personajes le da una profundidad suficiente a cada personaje, pero el problema no está en los héroes, sino en los enemigos. Esto se debe a que la mecánica que utiliza Gods Will Fall para aumentar la dificultad no es otra que aumentar el número de enemigos y la barra de vida de cada uno de ellos. Esto provoca que el juego se torne repetitivo rápidamente ya que no ofrece nuevas mecánicas ni diferencias jugables.

La única manera de evolución que vemos es la aparición de nuevas armas conforme vamos acabando con la vida de diferentes dioses. A pesar de que esto nos ayuda a avanzar

Una isla digna de los dioses

Terminamos este análisis de Gods Will Fall con el apartado técnico, que nos ha sorprendido gratamente. A pesar de que visitamos cada estancia muchas ocasiones, lo cierto es que cada una posee una atmósfera diferente y en lo artístico tiene un aspecto muy particular. Sin tener unas texturas destacables ni unos escenarios especialmente luminosos el equipo de arte ha hecho un gran trabajo en el uso de los colores para darle una apariencia que nos ha gustado mucho. Continuamente utiliza referencias de dioses clásicos sin terminar de dejar clara cuál es la influencia principal en este sentido, lo que le da un aire familiar pero novedoso a la vez.

La banda sonora tiene suma importancia ya que está presente todo el tiempo con una ambientación tribal que nos ayuda a entrar en la historia. Otro aspecto curioso es que, aunque el juego cuenta con unos textos totalmente traducidos al español, todas las voces se encuentran en un curioso idioma desconocido.

Conclusiones de Gods Will Fall

Sin duda al equipo de Clever Beans no le faltan buenas ideas, y no podemos negar que nos gustaría ver algunas de las que aquí introducen convertirse en habituales dentro del género. La proceduralidad de los personajes y como estos evolucionan, el tener que decidir qué personaje entra a cada mazmorra o su apartado visual nos animan a no soltar el mando hasta lograr acabar con todos los dioses.

Pero hay fallos que muchas veces pueden convencernos de que es mejor tomarse un descanso. Algunos de estos problemas son la escasez de mecánicas o lo repetitivo del juego cuando caemos derrotados y tenemos que comenzar de nuevo. A pesar de todo esto la sensación que nos ha dejado Gods Will Fall es la de ser un juego entretenido que sin duda agradará a los amantes del género y es una buena puerta de entrada para aquellos que quiera entrar en el mundo de los roguelike.

Nota: 7

Lo mejor

  • La proceduralidad en los personajes
  • El apartado artístico

Lo peor

  • La dificultad es muy artificial
  • La falta de mecánicas lo torna repetitivo
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