Guts. Análisis PC

Guts Game It

Hemos jugado a Guts y os contamos todo sobre este «diferente» juego de lucha que ya está disponible en Steam dispuesto a llenar nuestras pantallas de sangre.

 

Lucha hasta el final

A la hora de analizar un videojuego intentamos reducir la experiencia a los puntos que le aportan personalidad al título. En muchas ocasiones comparamos esas fortalezas de cada juego con las de otros referentes en su género. Este hábito es lo que convierte a Guts, lo nuevo de Flux Game Studios, en una obra difícil de comentar.

Los videojuegos de lucha llevan muchos años presentes y su variedad no es poca. Hemos visto desde combates entre diferentes estilos de lucha como sucede en la saga Tekken hasta los mágicos combates que pronto llegarán a Europa con Dissidia Final Fantasy NT. También hemos disfrutado de momentos gore, sobre todo protagonizados por Mortal Kombat y sus fatality. A pesar de todo esto no recordamos una propuesta tan singular como la que nos ofrece Guts.

Más allá de sus modos de juego que después repasaremos, vamos a centrarnos en los combates. Como no podía ser de otra manera el objetivo será acabar con nuestro rival. Para lograrlo, no tendremos barras de vida, sino que tendremos que arrancarle las extremidades antes. Tenemos un botón para golpear con cada una de nuestras extremidades y cada impacto en nuestro rival hará crecer una barra que nos habilitará un ataque especial. Acertar con este ataque especial le restará a nuestro enemigo una de sus extremidades. El combate finaliza cuando quedándole sólo la cabeza, y con el escenario lleno de sangre, un luchador vuelve a recibir uno de estos ataques.

Esto consigue que las fases más divertidas del combate se produzcan en el aspecto defensivo al tratar de evitar que nuestro rival llene su barra de poder.  Pero esto no es todo ya que existe otra manera de descuartizar a los luchadores. Los escenarios irán evolucionando durante la pelea y nos pondrán trampas que pueden dar la vuelta al combate. Estar atento a nuestro alrededor será esencial para lograr la victoria.

El gran problema que presentan estos combates es la escasa variedad de movimientos de los personajes. Podemos elegir con que extremidad golpear, pero estas posibilidades no están bien aprovechadas en Guts.

 

Pocos personajes para descuartizar

Aunque Guts es indudablemente original, la mayor losa que tiene es su falta de contenido en casi todos los aspectos. Podemos comenzar por los personajes jugables, tan solo nueve posibles elecciones limitan bastante al juego. Es cierto que todos destilan carisma, pero la poca variedad hace difícil que pasemos largas temporadas jugando a Guts.

A los personajes le siguen los modos de juego. Por un lado, tenemos los clásicos modos de entrenamiento que nos permiten practicar con cada luchador. A esto se le suma el modo campaña, muy breve que básicamente nos cuenta una alocada historia sobre cada uno de los personajes. Por último, tenemos los combates multijugador, el lugar hacía el que está dirigida la experiencia de Guts. Podemos jugar tanto en modo local como en línea. Jugando a través de la red a Guts conseguiremos créditos del juego con los que desbloquear otros dos modos de juegos, que tampoco logran quitarnos la sensación de monotonía. Tampoco hay demasiados escenarios, como hemos dicho antes, la suma de todo esto es el verdadero lastre de un juego que podría resultar mucho más adictivo.

En el apartado técnico hay que reconocer que Flux Game Studios nos ha dejado unos escenarios muy coloridos y llamativos, aunque el diseño no sea especialmente bonito. Las animaciones funcionan de manera correcta, aunque debido a la escasa variedad de movimientos se vuelvan tan repetitivas como el juego en sí. En lo referido al apartado sonoro el juego cuenta con unos diálogos en inglés totalmente delirantes y una tracklist que se adapta perfectamente a los frenéticos combates. Además, es de agradecer que todo está correctamente traducido al castellano.

 

Conclusiones de Guts

Flux Game Studios le da una nueva vuelta de tuerca a un género que parece que vive una segunda, o tercera, juventud. Un sistema de combate innovador y visualmente llamativo hacen de Guts una buena opción para echar una partida casual con los amigos.

La ausencia de contenido hace que no nos imaginemos jugando más allá de esas partidas casuales. Pocos personajes, pocos escenarios y pocos modos de juego nos dejan con ganas de más locuras como las que podemos ver en algunas de las campañas de los personajes.

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