Her Majesty. Análisis PC

Her Majesty Game It

En agosto de 2016 muchos nos sorprendimos cuando Devolver Digital publicaba Reigns, un juego basado en la toma de decisiones que nos pone en la piel de un Rey aleatorio el cual debe mantenerse en el trono la mayor cantidad de tiempo que posible.

Con esta sencilla y divertida mecánica se podían generar situaciones la mar de graciosas que se presentaban perfectamente como carne de streaming o de Youtube, por lo que Reigns se topaba inesperadamente con un buen recibimiento por parte de los usuarios y la prensa con una sorprendente valoración media de 75 en Metacritic. Ahora, el equipo de Nerial vuelve a las andadas bajo la atenta mirada de la misma distribuidora que los llevo a ganarse su fama y pretenden volver a traernos una experiencia fresca, o al menos diferente, del juego que les ha hecho ganarse fama dentro de la escena independiente.

¿Secuela o expansión?

Her Majesty es una secuela no tan secuela. Es un juego diferente pero no tan diferente. Para empezar, la jugabilidad del título sigue siendo exactamente igual que la de Reigns: tenemos que decidir entre dos opciones (izquierda y derecha) vigilando que nuestra decisión afecte adecuadamente a los diferentes campos que atañen nuestra forma de gobernar, teniendo en cuenta que si cualquiera de los campos (Iglesia, Pueblo, Ejército y Tesoro) es sobrepasado o cae en picado perderemos la partida.

La cuestión es exactamente la misma. Partidas rápidas, decisiones y un reinicio de la partida cada vez que nuestra monarca caiga por X motivo. Entonces… ¿Qué tiene de nuevo este juego aparte de que ahora seremos la Reina?

Her Majesty es una de esas secuelas que no cambia nada pero lo mejora todo. Ahora ya no estaremos solos apechugando con nuestras decisiones, si no que existe una mayor cantidad de personajes capaces de rebatirnos nuestras ideas (el primero en la fila el Rey inútil que tendremos por marido).

Haciendo gala de una madurez y sentido del humor realmente admirables Her Majesty se presenta como una obra crítica con la figura patriarcal del Rey. Ahora que somos la Reina, nuestras decisiones no son tan absolutas e irreprochables como antes, y por ello el juego hace uso del sentido del humor para criticar ciertos comportamientos machistas de la época y algunos micro-machismos que podrían extrapolarse al de hoy en día.

El punto de vista femenino le da un trasfondo diferente a las decisiones, ya que además de lidiar con las diferentes cuestiones que se nos pondrán delante, deberemos enfrentarnos a aquellas personas que por nuestra condición de sexo no respetarán o darán valor a nuestras decisiones… razón por la cual se nos obliga a saber llevar por nuestro camino al estúpido de nuestro marido el Rey, con el cual tendremos que hacer de canguro.

Leigh Alexander es la periodista-escritora que ha ejercido de diseñadora narrativa para esta entrega y que ha tratado de una manera exquisita este tema que genera tanta polarización en nuestros días. Lo ha hecho  dando pie a la reflexión por parte de todos los que lo jueguen al título indistintamente de su sexo, el sentirse invisible y minusvalorada es la orden del día para nuestra reina, algo que se refleja en el gameplay y que cambia sensiblemente nuestra manera de jugar este nuevo Reigns.

Dentro de los cambios jugables que hemos detectado está principalmente la inclusión de un inventario con el que podremos guardar hasta un máximo de 5 objetos y con los cuales podremos afrontar ciertos aprietos o desbloquear nuevas partes de la trama.

También hemos percibido que las partidas duran más que antes. No hay tantas muertes precoces y el RNG no es tan castigador como en la primera entrega, así que si nos metemos en un lío será posible salir y remontar con algunas buenas decisiones. Por último toca mencionar el cambio que han sufrido los duelos, que han cambiado los estoques por las pistolas y las respuestas ingeniosas por acertijos que deberemos resolver, aunque siguen funcionando de manera muy parecida a los famosos combates de insultos en Monkey Island.

Gráficos minimalistas con gusto

A nivel visual el juego se mantiene prácticamente igual. La jugabilidad es la misma, la carencia de animaciones de cualquier tipo sigue presente y como cabía esperar sigue siendo un juego totalmente basado en textos, dibujos y sonidos.

Si os atrajo el apartado gráfico de la primera entrega este os seguirá gustando, aunque seguramente no encontréis más cambios que los nuevos dibujos de algunos nuevos personajes. Realmente no es el aspecto técnico algo que importe demasiado valorar en esta clase de juegos. Personalmente diría que Her Majesty cumple sobradamente con lo que le podamos exigir: llega traducido al español, sus efectos de sonido son simples pero graciosos y su diseño artístico minimalista se ha ganado nuestro cariño por toda la imaginación que le han echado sus creadores a la hora de hacer personajes.

Conclusiones Her Majesty

Her Majesty es una secuela digna de Reigns que efectivamente tiene algo que contarnos. No nos pilla por sorpresa como sí lo hizo la primera entrega, pero como cabría esperar esta segunda parte mejora y añade cosas en una fórmula que aunque es sencilla también es susceptible a ser mejorada. Es un juego que habla sobre los valores de la sociedad, de la situación de la mujer en la época y que además lo hace permitiéndose abordarlo todo con sentido del humor (algo muy difícil de conseguir en nuestros días). Su precio de salida es el mismo que en su primera entrega (3€) por lo que se presenta como una compra de riesgo mínimo y que por lo que vale no decepcionará a muchos. En todo caso Devolver Digital ha vuelto a dar la mano a un estudio que se lo merece y les ha salido bien otra vez más, esperemos que la cosa vaya todavía a mejor en un futuro.

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