I Am Alive, análisis Xbox 360

Tras varios años de tortuoso desarrollo, con cambio de manos, paso del formato físico con el que se pretendía publicar para acabar siendo un juego descargable, e incluso sufriendo modificaciones en el planteamiento con el que se anunció hace más de 4 años, Ubisoft Shanghai ha sido finalmente la encargada de hacer realidad el título que hoy analizamos, I Am Alive.

Ya ha pasado un año desde que ocurrió ‘el Incidente’, desde entonces el planeta se ha convertido en un lugar desolado. Ciudades destruidas, un polvo tóxico que lo cubre todo y apenas deja entrever la luz del Sol, y con la población reducida a un puñado de supervivientes que han abandonado gran parte de su humanidad en pos de un único fin, seguir vivos. Los bienes son muy escasos, por lo que los fuertes intentan imponerse a los débiles en una sociedad que hace tiempo que dejó de ser civilizada.

Adam se encontraba de viaje fuera de la ciudad cuando el Incidente tuvo lugar, un día de ida que se convirtió en un año de vuelta a pie tras el cataclismo. Un hombre más tratando de sobrevivir a este mundo devastado, y con un objetivo, reencontrarse con su mujer y su hija. Una mochila, un arnés de escalada, una linterna con un par de pilas, una pistola descargada, y una videocámara con la que grabaremos mensajes para nuestra familia, serán nuestro único equipo al llegar a la ciudad, punto de partida de nuestra aventura en I Am Alive.

Gráficos

Una ciudad fantasma cubierta de blanco, edificios derribados, calles cortadas y puentes derruidos. La sensación de soledad en una ciudad carente de vida es lo primero que nos transmite el título, todo representado con unos tonos blancos y grises que predominan sobre todo cuando estamos en el exterior, andando por las calles cubiertas de polvo, que apenas si nos deja ver unos pocos metros delante nuestra, y con un filtro de granulado en la imagen que le da a todo un aspecto más cinematográfico.

El modelado de nuestro protagonista es bueno, no destaca especialmente en detalle ni en texturas, pero tendrá ese aspecto sucio y demacrado que hará más verosímil la situación en que se encuentra. Además cuenta con un amplio repertorio de animaciones muy bien resueltas, no es el mejor trabajo que hemos visto a Ubisoft en este aspecto, pero cumplen de forma notable. Adam corre, escala, se agacha, salta, se desliza por pendientes, además de un detalle que a mí personalmente me ha gustado mucho, y en la mayoría de los títulos actuales se descuida, el protagonista acomoda su postura al caminar dependiendo de la inclinación del terreno que pisa. La carga poligonal tanto en escenarios como personajes no es muy alta, pero sus peculiaridades gráficas y ambientales disimulan mucho este hecho, recordando mucho a las primeras entregas de Silent Hill y el cómo sus desarrolladores jugaban con la niebla.

El conjunto visual resultante es bueno y satisfactorio, sus defectos se ven disimulados en gran medida por ese estilo único con el que desde Ubisoft Shanghai han dotado al título, un estilo que se aleja totalmente de la tónica que siguen los juegos actuales con su búsqueda de una paleta de colores llamativa y muy viva.

Música y efectos

I Am Alive pretende transmitir esa sensación de soledad real al jugador, y para conseguirlo la banda sonora juega muy bien con los silencios. Ésta acompañará perfectamente en todo momento, enfatizando los momentos de más tensión, pero sabiendo permanecer en segundo plano cuando la situación lo requiere. El silencio es muy importante cuando se quiere transmitir la sensación de estar andando por una ciudad muerta. Podríamos decir que el apartado audiovisual conforman un matrimonio perfecto, que no buscan el lucimiento propio, sino transmitir ese sentimiento de tensión y angustia que sufriríamos tras una catástrofe.

El juego nos llega con doblaje en inglés y subtítulos en nuestro idioma.

Jugabilidad

Adam debe moverse por  una ciudad en ruinas, trepando por todo tipo de estructuras debido a que  las calles estarán cortadas y en gran medida cubiertas por un polvo oscuro de caracter tóxico que dificulta nuestra visión, provocando que casi vayamos de un lado a otro a ciegas, y que restará nuestra resistencia durante el tiempo que permanezcamos dentro de él. Y es que la resistencia es uno de los puntos claves del juego, nuestro protagonista posee una barra de vida y otra de resistencia, olvidaos de juegos como Assassin’s Creed o Uncharted en los que podemos tirarnos una hora colgados de un saliente, pues Adam como cualquier persona en esa situación se cansa, con cada salto, carrera, o mientras escalamoscada acción que suponga un esfuerzo físico reducirá nuestra barra de resistencia. Esto dará como consecuencia que el título nos obligue a calcular al milímetro nuestra ruta de escalada, y penalizándonos si empezamos a escalar sin saber bien a dónde vamos. La resistencia se recupera sola en cuanto dejamos de hacer el esfuerzo, pero si ésta llega a cero, el tamaño de la barra comenzará a reducirse y esa parte que perdamos no la podremos recuperar solo descansando, y si nuestra resistencia desaparece por completo caeremos al vacío provocando nuestra muerte.

Para sobrevivir deberemos encontrar víveres, un bien bastante escaso, unos nos regeneran la resistencia y otros la vida, algo que potenciará la parte de exploración del juego. También debemos tener en cuenta que a lo largo y ancho de la ciudad, encontraremos otros supervivientes como nosotros. Unos nos pedirán ayuda, dejando a nuestra elección el ayudarlos o no, ¿y por qué no íbamos a ayudarlos? os preguntaréis, pues porque para ello deberemos desprendernos de algunos de nuestros valiosos bienes… A favor, cada buena acción nos premiará con un reintento, en I Am Alive no disponemos de vidas sino reintentos, empezando con solo 3. Los reintentos que ganemos tendrán un gran valor, pero el desprendernos de un bien necesario puede provocar que muramos antes de lo esperado.

[yframe url=’http://www.youtube.com/watch?v=BahcEkUVPA0′]

No todo será encontrarnos a gente pidiendo ayuda, pues hay personas dispuesta a sobrevivir a toda costa, aunque ese coste suponga nuestra vida. El título juega con la tensión que se crea entre esa sensación de soledad que vivimos en un paraje desolado, y el hecho de que a la vuelta de una esquina podamos encontrarnos de frente con un superviviente con dudosas intenciones. Llegados a este punto, llegamos a los enfrentamientos. Olvidaos de lo visto en el 99% de los títulos, no somos Rambo, no podemos meternos en medio de un intercambio de disparos, primero porque lo más probable es que nuestra munición en la mayoría de los casos se reducirá a una bala o ninguna, y segundo, porque el recibir uno o dos balazos supondrá nuestra muerte. De este modo cada enfrentamiento se solventará como si de una pequeña partida de ajedrez se tratase en la que la sorpresa y la intimidación jugarán un papel clave, pero nada mejor que un ejemplo para explicarlo. Una situación que viviremos en más de una ocasión, nos encontramos con tres enemigos, dos armados con machete y uno con una pistola, nosotros tenemos una pistola sin balas y un machete. El primer paso debe ser eliminar al tipo de la pistola, y para eso jugaremos con la sorpresa, pues si no empuñamos ningún arma éste se acercará confiado a nosotros y una vez a nuestro alcance podremos degollarlo con el machete, recuperamos una bala del cadaver mientras apuntamos con la pistola a los dos tipos del machete, éstos se detendrán y levantarán las manos mientras les apuntemos, ellos no saben si tenemos o no balas, ni cuantas tenemos. Si decidimos matar a un segundo con el machete, solo conseguiremos entrar en un forcejeo con él, y el tercero mientras nos matará por la espalda, por lo que lo más seguro será usar esa valiosa bala que acabamos de conseguir, disparar a uno y seguir apuntando al otro que no sabrá que no nos quedan balas. Si no reaccionamos rápido, los enemigos sospecharán si tenemos o no balas, al igual que si apretamos el gatillo sin disponer de ellas, nos delataremos. El último enemigo puede rendirse si le amenazamos con la pistola, se arrodilla y podemos noquearlo de un golpe, o bien obligarlo a acercarse a un precipicio y empujarlo, también podemos acercarnos lo suficiente para entrar en un forcejeo machete con machete que ganaremos si pulsamos rápido el botón. Calcular bien las opciones, sopesar si podemos ahorrarnos o no esa bala que tanto nos costó conseguir, y actuar rápido, será clave para sobrevivir a los enfrentamientos.

También encontraremos un tercer tipo de superviviente, son aquellos que tienen miedo y solo quieren proteger lo poco que tienen, nos amenazarán para que no nos acerquemos y nos ‘invitarán amablemente’ a que nos larguemos mientras nos apuntan con un arma, en este caso podemos elegir si marcharnos en paz, o entrar en conflicto con ellos.

El equilibrio durante todo el juego entre plataformas, exploración y enfrentamientos será constante, y harán que el desarrollo sea variado y divertido.

Modos de juego

I Am Alive solo dispone de un modo historia con dos niveles de dificultad, y un sistema de puntuaciones que valora nuestros actos y el porcentaje de finalización de la aventura para invitarnos a rejugarla. Ésta, en una primera partida, alcanzará una duración aproximada de 6 horas.

Conclusión

Lo nuevo de Ubisoft es un título original, diferente a lo que estamos acostumbrados. Técnicamente es irregular, posee unos modelados no demasiado brillantes, pero la ambientación, el peculiar diseño visual, y la gran atmósfera que nos consigue transmitir alcanzan unos niveles sobresalientes. También debemos valorar que se trata de un título descargable, lo que suele traer consigo un menor presupuesto para su desarrollo. No es un juego de acción, la estrategia es vital si queremos sobrevivir, y se nos penalizará duramente si actuamos sin pensar, algo que puede no ser del agrado de todo el mundo.

I Am Alive consigue transmitir esos momentos de tensión y angustia como pocos, y lo convierten en una experiencia única que merece la pena ser vivida.

LO MEJOR:

LO PEOR:

 

 

Salir de la versión móvil