Kirby Star Allies. Análisis Nintendo Switch

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Han pasado ya 26 años desde que Masahiro Sakurai presentase en sociedad a la que se convertiría en una de las cabezas visibles mas importantes de la historia de Nintendo, hablamos como no del mas «cuqui» del lugar: Kirby. El creativo japonés, padre de otras sagas más modernas como Smash Bros, ha tenido desde sus comienzos un objetivo con esta pequeña y remolona bolita rosa: llegar a la máxima cantidad de público posible.

Es por esto que los juegos de la saga Kirby siempre se han caracterizado por su accesibilidad y nunca por ser juegos complejos o difíciles. Para que os hagáis una idea el primer título de la saga tan solo contaba con cuatro niveles, algo que el desarrollador explicó en su momento asegurando que su intención era crear “un juego que pudiese acabar cualquier persona”. Efectivamente fue así. Kirby nunca ha sido un abanderado de la dificultad, pero por el contrario si que lo ha sido de la imaginación, presentando en todos sus  títulos ideas frescas con gran incidencia en la jugabilidad y ofreciendo ante todo una propuesta divertida para todo el mundo.

Desde entonces el personaje ha tenido presencia en todas las consolas de la gran N, tanto en forma de spin offs como de títulos propios. Era de esperar que tarde o temprano llegase algo para nuestra querida Nintendo Switch y, efectivamente, hoy por fin tenemos el placer de brindaros nuestra opinión sobre Kirby Star Allies.

Un juego pensado para todos los públicos

Después de una inspirada aventura en Wii U, Kirby vuelve intentando retomar sus orígenes en muchos aspectos. Kirby Star Allies es un juego de plataformas con estética en tres dimensiones que se desarrolla en un scroll lateral 2D (el clásico del género) y que hace de la habilidad característica de su protagonista su mayor baza.

Para los que estáis más perdidos en el tema, la habilidad principal de este pequeño es la de copiar las habilidades de sus enemigos. Podríamos decir que es una especie de Ditto super-poderoso con habilidades extra tan útiles como volar o tragar a prácticamente cualquiera que se le ponga por delante para después escupirle en forma de estrella. Cada enemigo que clonamos otorga a Kirby una estética diferente y le dota de nuevas habilidades que podremos utilizar a nuestro antojo, aunque en esta ocasión nuestro protagonista ha recibido un nuevo y curioso poder: hacerse amigo de sus enemigos.

Con este añadido especial las capacidades del personaje se multiplican, puesto que ahora no solo podremos utilizar la habilidad que clonamos sino que también podremos utilizarla en combinación con la de otro amigo. Como podéis imaginar las cantidad de posibilidades es bastante elevada, invitando al jugador a trastear y experimentar dentro del espacio de posibilidades que ofrece el título. Es innegable que nos lo hemos pasado pipa presenciando las decenas de posibilidades que nos invita a descubrir el juego, pudiendo reclutar hasta un máximo de tres aliados que nos acompañarán en fila india por todo el escenario y que, además, podremos cambiar en cualquier momento.

Kirby Star Allies es un juego directo y divertido, sin demasiadas pretensiones. No hace prácticamente ningún énfasis en su historia y se muestra como puro divertimento, tanto es así que el título añade una serie de minijuegos para jugar solo o en compañía además de darnos la posibilidad de jugar en modo multijugador local en cualquier momento de la partida sin necesidad de hurgar en menús. Como siempre quiso Sakurai, con Kirby podemos disfrutar todos.

El diseño de niveles del juego es más espectacular que inspirado, puesto que salvo alguna sorpresa todos los escenarios se completan avanzando hacia la derecha y sin muchas complicaciones ni demasiada pérdida. Dejando momentáneamente  a un lado que gráficamente es un juego precioso, quizás hemos echado de menos más de variedad entre niveles, con algún sobresalto o obstáculo que cambie la linealidad que impregna por completo el desarrollo de la aventura.

Voy a ser franco: Kirby Star Allies es un juego divertidísimo, pero se juega solo. Con esto no vengo a decir que no tengamos que hacer nada, más bien quiero decir que el juego se esfuerza para que nadie en ningún momento de la aventura se sienta frustrado. Como hemos comentado en el inicio del texto las pretensiones de este bichito rosa son las de acceder a un público mayor, pero llegados a este punto es lícito pararse a pensar si será una actitud acertada hacer esto a costa de negarle una mejor experiencia al público más veterano en este ocio.

Avanzar en Kirby Star Allies es motivador porque sabemos que cada vez encontraremos más enemigos diferentes con los que probar nuestro arsenal de maneras curiosas e ingeniosas, pero por otro lado el juego no nos pide ni un solo esfuerzo en las casi 10 horas de duración de su historia principal. Básicamente avanzamos, descubrimos, probamos y seguimos. Tanto es así que incluso los secretos “ocultos” en cada nivel están tremendamente señalizados y hasta parece difícil no darse cuenta de que están ahí, por lo que si nos saltamos algo, lo mas probable es que sea debido a que hayamos fallado un salto o seleccionado una dirección errónea durante el transcurso del nivel.

Creo que es necesario recalcar la corta duración de su campaña principal (entre 8-10 horas), algo que nos ha parecido un tanto por debajo de lo esperado y que sin duda puede echar para atrás a muchas de las personas que estén dudando si pagar o no los 50€ que vale aproximadamente el título.

En cualquier caso, el juego no engaña a nadie y lo que ofrece es una aventura que demuestra gran calidad técnica y unas mecánicas bien pensadas y sustancialmente divertidas. No cabe duda de que es la frescura en sus mecánicas y sus posibilidades multijugador lo que hacen de esta una propuesta ideal para disfrutar con amigos o en familia, aunque por otro lado también es cierto que a la hora de disfrutarlo solos seguramente se quede un poco corto.

De paseo por el país de los sueños

A nivel audiovisual es innegable que Kirby Star Allies consigue sorprender, entrarnos por los ojos y dar de lleno en el corazoncillo de los más nostálgicos amantes de este personaje. Siendo sincero, y dejando a un lado que todas estas monerías me llegan muy adentro, Kirby consigue desde el minuto uno que tengamos irrefrenables ganas de achucharle fuertemente gracias a su tierna figura y mudo carisma.

La bella recreación de los escenarios, enemigos y jefes finales le convierten instantáneamente en uno de los juegos mas vistosos y redondos que podemos disfrutar actualmente en Nintendo Switch. Técnicamente funciona bastante bien y sin caídas a 30 fps tanto en el Dock como en portátil, gozando de resoluciones de 1080p y 720p respectivamente.

Quizás parezca un poco raro que no haya conseguido llegar a 60 fps como sí lo hizo en su momento Mario Odyssey (juego de una escala visiblemente mayor), pero tampoco vamos a decir que esto afecte en algo a la experiencia de juego. La única pega que hemos encontrado en este apartado es la presencia de micropantallas de carga. ¿Que qué son las micropantallas de carga? Pues un termino que he acuñado ahora mismo y que creo se ajusta a lo que intento explicar. Vamos a ver, los niveles de Kirby son lineales y se dividen en pantallas que seccionan el nivel en pequeños tramos cortos que tendremos que ir superando entrando por unas pequeñas puertas. El problema es que sabiendo que el juego esta funcionando a 30 fps y que la carga gráfica no es demasiado importante, resulta un tanto incómodo que al traspasar estas puertecillas nos tengamos que esperar 2-3 segundos para continuar, algo que frena el ritmo de la partida y que creemos se podría haber evitado dando una continuidad completa al transcurso de cada nivel.

En cuanto al apartado sonoro el juego nos da lo que esperamos de él, temas pegadizos y alegres, con algunos guiños a melodías de juegos anteriores y transmitiendo un buen rollo que respiramos dulcemente, algo que parece ser un arma recurrente en Nintendo durante esta etapa de óptimo estado de forma.

Conclusiones de Kirby Star Allies

La nueva aventura de este adorable pequeñajo vuelve a los orígenes de la saga en prácticamente todos los sentidos: juego corto, facilillo, divertido y plagado de ideas frescas y muy creativas. Quizás su corta duración y la nula presencia de retos hagan que jugadores mas veteranos no estén dispuestos a pagar el precio del juego o, directamente, no les atraiga la propuesta. Pero lo cierto es que Kirby Star Allies es un juego muy bien pensado, que se amolda a todo el público y que pretende que lo pasemos bien olvidándonos de agobios durante el tiempo que estemos a los mandos. Es sin ninguna duda uno de los juegos más bonitos de ver en nuestra Nintendo Switch en cualquiera de sus modos de juego y ,pese a mostrar una duración tan reducida, seguramente dé para ser rejugado mas de una vez. Ahora solo queda esperar para volver a encontrarnos con este tierno personaje en el campo de batalla de… ¡Super Smash Bros!

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