La montaña entre nosotros. Crítica

la montaña entre nosotros game it

Hoy llega a nuestras pantallas la película La montaña entre nosotros, donde se narra la historia de amor entre dos extraños (interpretados por Idris Elba y Kate Winslet) que se encuentran varados en el desierto del noroeste de Utah debido a que el vuelo con escala a Denver que les debía llevar a sus respectivos compromisos se ha visto aplazado por un fuerte temporal.

Así, la fotoperiodista Alex Martin (Winslet) ante la imposibilidad de llegar a tiempo a su enlace matrimonial al día siguiente con Mark (Delmot Mulroney), escucha la conversación del neurocirujano británico con sede en Baltimore, Ben Bass (Elba) que de vuelta de un simposio médico ve imposible llegar a tiempo a una intervención quirúrgica y decide proponerle un alocado plan avocada por el destino al fracaso.

Ante esta situación imprevista y debido al carácter acuciante de sus compromisos deciden alquilar una avioneta de dos plazas al condenado a muerte Walter (cameo de Beau Bridges), que lleva por copiloto a su labrador que se estrella en el trayecto en mitad de las montañas nevadas. Sin comida y sin esperanza de rescate, los dos dependen uno del otro para sobrevivir, cayendo en el amor en el proceso.

La montaña entre nosotros podría haber caído fácilmente en una historia de amor al uso, del estilo de cualquiera de las adaptaciones de Nicholas Sparks (El diario de Noa -2004-) pero en este caso cruzado con una aventura de supervivencia en altitud como la famosa Viven (1993). Es probable que fuese lo que buscasen sus productores en la adaptación de la novela de Charles Martin  cuando lo encargaron el libreto a Chris Weitz (“Un niño grande”-2002) y J.Miles, este último ya acostumbrado a adaptar novelas del genero romántico como demuestran sus libretos para El secreto de Adaline (2015) o Lo mejor de mí (2014).

Sin embargo, al darle las riendas de la dirección al nominado al Oscar Hany Abu Assad (Paradise Lost-2005-), este logró enrolar a dos figuras de la talla mundial de Elba y Winslet y disparar a través de su interpretación el lado épico de la historia, llevando el rodaje a la cima real de la montaña (cosa que agradece la espectacular fotografía de Mandy Walker para la película, ausente de la habitual pantalla verde). Así con el drama romántico de fondo, hay suficiente aventura  y emoción , haciendo apetecible a la audiencia la película que si tomara otros derroteros más suaves limitaría el tipo de espectador al que iría destinada.

Sin la química en la pantalla de Elba y Winslet, la película no funcionaria. La compenetración del dúo no se siente forzada en ningún momento, pero a veces la película bordea su camino hacia el melodrama con clichés románticos, en especial en sus últimos 20 minutos, muy inferiores al resto de la película.

Ayuda que la película se imponga a las carencias del guión que el dúo protagonista se funda tan bien, ambos son grandes actores de mediana edad que entienden perfectamente los roles que les toca interpretar y que los llevan adelante a través de sus miradas y silencios, algo que a mi modo de ver no habría ocurrido en una versión de alquiler con dos estrellas mas jóvenes y menos respetadas. El brusco médico que interpreta Elba, es un tipo cerrado y reservado, mientras que la reportera gráfico de Winslet, es habladora e indagadora y no puede mantener la nariz fuera de los asuntos de otras personas. La química se va acumulando lentamente en el trascurso de la película frente a la hipótesis inicial de que dichos caracteres no harían el emparejamiento más obvio, incluso, si al final de la historia sabes que están hechos el uno para el otro.

Y cabe mención especial un tercer elemento en la historia, el labrador que acompaña al malogrado piloto  que interpreta Beau Bridges y que como suele ocurrir con los animales en la historia del cine, con su mirada dulce y  bondadosa, roba muchas de las escenas de la película y estarás constantemente preocupado por su seguridad, ya que valientemente se enfrenta a los peligros que les acechan. Así frente a la preocupación por la lucha a vida o muerte de los personajes de Elba y Winslet, surge este labrador alegre que con su cola meneando, parece estar teniendo la aventura de su vida y que a pesar de la ausencia de nombre estarás disfrutando cada momento en la pantalla de su aventura al aire libre.

Conclusiones de La montaña entre nosotros

Aún siendo una historia romántica, la película no se pone demasiado cursi en ningún momento, ya que es un espectáculo para el lucimiento de Winslet y Elba, con el romance siendo discreto hasta el mencionado último acto. En su mayor parte, la película se centra en los esfuerzos para sobrevivir: con las hambrunas, las principales heridas sufridas tras el accidente, los grandes obstáculos que tienen que superar… Elba, en su rol de médico, termina en el modo de cuidador y protector de Winslet, aunque en algunos momentos de la película se intercambien estos roles. Así, el guion de Weitz y Mills salta suavemente de un obstáculo al siguiente mientras los dos personajes se acercan cada vez más el uno al otro (apoyados en el frió y la necesidad de Winslet). Cuando las cosas se enfrían los escritores, metafóricamente, lanzan una gran llave inglesa a las cabezas de los protagonistas, y con cada obstáculo que pasan ayudan a soldar el afecto de la pareja.

 

Política sobre notas en Game It.

Salir de la versión móvil