[Análisis] MotoGP 21. Una vuelta más al mismo circuito. PC

Un año más, recién iniciada la temporada del motor comienzan a llegar los juegos de cada una de las competiciones más importantes a nivel global. Ya hemos jugado a MotoGP 21 y tras rodar suficientes kilómetros como para dar un par de vueltas a la Tierra os contamos que nos ha parecido el nuevo trabajo de Milestone y que cambia respecto al del año pasado.

Giro a la simulación

Marcas como MotoGP tienen un gran poder de atracción para todos aquellos que no sean habituales dentro del mundo de los videojuegos. Eso provoca que cada año lleguen nuevos jugadores atraídos más por lo que ven en los circuitos que por este tipo de entretenimiento. Esto lo ha sabido aprovechar muy bien habitualmente Milestone para diseñar juegos en el equilibrio entre la simulación más exigente para aquellos jugadores más puristas y la conducción arcade para los recién llegados.

Esto ha cambiado en MotoGP 21 que desde el primer momento nos muestra que este año va a ser más exigente. Pero tampoco os alarméis, el juego sigue siendo accesible, aunque un puntito menos que en entregas anteriores. Esto lo notamos en cuanto entramos en un fin de semana completo. Tendremos que estar atentos al desgaste de los neumáticos y elegir si reutilizarlos o usar unos nuevos en cada sesión, controlar el consumo de combustible durante la carrera o ajustar la potencia de la moto a cada fase del evento.

También hemos notado que los efectos meteorológicos tienen un mayor peso en la conducción, sobre todo si jugamos con unos ajustes más cercanos a lo arcade. Mientras que en otras entregas el suelo mojado no tenía demasiada importancia en la conducción para los ajustes más sencillos, en MotoGP 21 no hay manera de escapar del resbaladizo asfalto, lo que nos obligará a aprender por la vía rápida cuando podemos acelerar y cuando no.

A pesar de esto las ayudas a la conducción más habituales, para los menos expertos siguen presentes. Asistente de dirección, de frenada, puntos de referencia o ángulos de curva son algunas de las ayudas que facilitarán la entrada a aquellos que no están demasiado familiarizados con los mandos.

Un año más, esta entrega incluye las actualizaciones del reglamento y esta vez podremos ser penalizados con las temidas «long laps» si no respetamos los límites de la pista. Aunque se agradece que la IA sea lo suficientemente lista como para no cometer graves errores, es bastante extraño que en todo un mundial ningún piloto, excepto el jugador, sufra penalizaciones.

El camino a la cima

Como ya es habitual en este tipo de juegos, el principal aliciente de MotoGP 21 es la posibilidad de empezar desde cero en Moto 3 con nuestro propio piloto y llegar a dominar la categoría reina. En este modo Trayectoria podremos tanto ir negociando con diferentes equipos cada temporada como crear ayudar a crear nuevos equipos a partir de patrocinadores. Tendremos que formar un staff con representante y diferentes ingenieros que nos ayuden a tener la mejor montura de la parrilla. Cada fin de semana de competición nuestro equipo nos pondrá una serie de objetivos que tendremos que cumplir para ganar pluses que nos permitan fichar a los mejores compañeros disponibles. Esto aumentará el impulso de continuar jugando ya que nos ofrece objetivos a más largo plazo.

Junto al modo trayectoria tenemos el modo «Campeonato» donde podremos completar un mundial manejando a un piloto real, el modo “Fin de semana” donde disputaremos un Gran Premio completo, el modo “Carrera” cuyo nombre es bastante aclarador y el clásico “Contrarreloj”. Por último, cuenta con un modo online, del que poco podemos decir ya que mientras escribimos estas líneas no hay manera de encontrar una sala para poder probarlo.

Con esta variedad de modos, es cierto que tenemos un buen puñado de horas si queremos exprimir este MotoGP 21, pero lo cierto es que, dentro de este género, echamos en falta algo que de una pequeña vuelta y ofrezca algo más innovador.

A rebufo del líder

Como ya hemos dicho, la esencia de MotoGP21 lleva ya varios años siendo la misma. Es cierto que es un producto que tampoco puede ofrecer mucho más sin salirse del realismo, pero que, al menos este año, tampoco ha aprovechado sus fortalezas. Una de las grandes ventajas que tienen los títulos de conducción en un circuito es un entorno totalmente controlado. Aquí nunca va a aparecer algo inesperado ni es necesario diseñar la parte exterior del circuito, por si nos da por salir. Eso permite, habitualmente, que estos juegos ofrezcan un apartado visual espectacular. Ejemplos claros de esto son Forza Horizon, Gran Turismo Sport y hasta F1 2020. El problema es que en este aspecto MotoGP 21 está un paso por detrás. Incluso con los ajustes en Ultra podemos apreciar como todo aquello que rodea el asfalto y sus cercanías más próximas está falto de detalle.

El trabajo en lo referente al sonido está bastante más logrado e incluso podemos diferenciar una moto de otra solo escuchando su motor. Los efectos al rodar bajo la lluvia y en las caídas, aunque no destacan, están presentes, algo que se agradece.

Los comentarios, aunque son escuetos, están totalmente doblados al español y serán familiares para aquellos que sigan las retransmisiones españolas de Moto GP.

Conclusiones de MotoGP 21

Milestone pierde una oportunidad para sacar músculo con este MotoGP 21 que no trae nada nuevo en sus modos de juego, ni nada que llame la atención en el apartado gráfico. Vivir el motociclismo desde dentro sigue siendo divertido, llegar a convertirte en campeón del mundo es un reto, sobre todo con el aumento de la dificultad, pero echamos en falta que el juego trate de ser puntero.

Sigue a medio camino entre lo arcade y la simulación, evitando así ser referente de nada, y sus luces y sombras nos dejan un juego que no podemos calificar de nada más que de entretenido.

https://www.youtube.com/watch?v=M5NWJ3LmEwA

Nota: 6,5

Lo mejor

Lo peor

Salir de la versión móvil