Planetary Annihilation. Análisis PC

Hoy os traigo uno de los juegos de estrategia RTS más famosos del sistema de Steam. Planetary Annihilation por fin está a la venta tras varios meses en «early access» y superar una campaña en Kickstarter con bastante facilidad, la cual impulsó este prometedor título a la plataforma de Valve y allí seguir creciendo de forma considerada.

Tras su acceso anticipado fueron muchos los usuarios que se hicieron con una copia y ayudaron a mejorar el juego. Durante este proceso, se pudo ver el contento de muchos de los jugadores que compraron esta versión prematura, que aunque tuviera fallos, seguía siendo o incluso más prometedor de lo que ya era. Gracias al apoyo de la Comunidad, hoy tenemos su versión completa lista y preparada para ser analizada a continuación.

Aniquila todo ante tu paso

A pesar de que Planetary Annihilation llegaba al mercado con un gran poder devastador, este poder se ha deteriorado por falta de contenido que podrían haber seguido explotando después de su exitosa campaña. Aunque me queje en estas primeras líneas, aún tengo mucho que hablar e idolatrar de este monstruoso título destructivo.

La temática que nos ofrece el proyecto revelación de Uber, es un juego de estrategia en el que destaca la gigantesca complejidad y extensión del mismo. Nuestra misión será la de conquistar y aniquilar al rival, además de dominar el planeta en el que hemos sido lanzados al mismo tiempo que podemos someter bajo nuestro control otro planeta, esto dependerá de cómo de avanzada sea nuestra tecnología. Al empezar la invasión, controlaremos a un Comandante (el cual nos dejarán escoger entre varios al comienzo), esta pieza es una de las piezas clave y si él es destruido la partida acaba con él. Dependiendo de cómo sea la sesión, en ocasiones tendremos puntos específicos para lanzar a nuestro robot o en otras simplemente tendremos que escoger, de forma estratégica, nuestro lanzamiento; es recomendable lanzarlo siempre en la zona con más recursos de metal (puntos verdes del planeta) para así empezar con una ligera ventaja. Este personaje es capaz de realizar diversas construcciones básicas, las cuales deberemos ir haciendo para aumentar nuestro ejército, de las que destacan las bases de unidades o las diferentes infraestructuras de almacenamiento de recursos.

Planetary Annihilation se presenta con una mecánica la mar de simple y eficaz, que en esta ocasión se rige por los clásicos del género adaptando una jugabilidad sencilla y apta para todo tipo de jugador, consistiendo en la fabricación y gestión de forma estratégica de todos nuestros movimientos. En términos jugables destaca en varios aspectos, como por ejemplo el de la selección de un comandante, permitiéndonos escoger el que más nos guste. La malo de esto, es que estos personajes solo servirán para ser nuestro núcleo y nada más, escojamos el que escojamos el estilo de batalla podrá tornarse al terrestre y aéreo e incluso al combate naval (siempre y cuando haya agua). Aunque esté enfocado a la estrategia, en ocasiones esto se verá «apartado» a un segundo plano, ya que algunas partidas las ganaremos no por nuestro ingenio, sino por ver quién tiene el ejército más grande y poderoso. Claro está que si jugamos contra un adversario humano, nuestra mejor arma será la estrategia (o no).

Otro de sus beneficios es la multitud de unidades que podemos crear, se agradece que haya tanta variedad en ellos (terrestres, aéreos, acuáticos y espaciales), pero todo esto también tiene un problema y es que hay tantos y de tantos tipos que acabaremos fabricando los mismos de siempre debido al punto que comentaba antes: «el de ganar por cantidad de ejército». Aun así, tener un equipo de combate completo y variado siempre es una de las mejores opciones ya que cada uno tendrá una serie de estadísticas y unas funciones diferentes. Nos encontraremos con bombarderos, lanzallamas, robots bomba y un sin fin de armamento con el que crear una estrategia sólida y eficaz. Hasta podremos lanzar misiles nucleares y satélites de diferentes funciones, además de crear radares para mantener el control total del territorio. A su vez nos encontraremos con una infinidad de instalaciones muy ventajosas como el teletransporte, las fábricas avanzas para crear unidades mayores y las estaciones espaciales. Aunque donde se ve su verdadero potencial, es en el de poder convertir un asteroide en un arma y estrellarlo contra el enemigo gracias a unos motores que podremos implementar a dicho cuerpo, pero esto no es todo. Los planetas metálicos también esconden un secreto, ellos mismos son un arma mortífera que podremos utilizar para ganar la partida, ya que se convierten en un rayo láser que atravesará, sin remordimientos, al planeta escogido. Todo un desfile de glamour destructivo.

Como no todo es solamente atacar, también tendremos que defendernos de los múltiples ataques del rival y para ello tendremos un inmenso abanico de defensas que podremos construir. Como se suele decir: «La mejor defensa es un buen ataque» y en un juego que lleva «Annihilation» en su nombre más aún, a no ser que queráis convertiros en polvo. En esta ocasión podremos crear multitud de herramientas para mantener a salvo nuestras instalaciones y a nuestro robot gigante (lo más importante del juego), tendremos diferentes tipos de torretas como láseres o anti misiles y los clásicos muros para añadir algo más de firmeza a las defensas. También podemos optar por crear uno de los satélites de transporte y mantener, de forma momentánea, seguro al comandante.

Las bases de construcciones están sujetas a dos únicos recursos: la energía y el metal. Para conseguir energía tendremos que crear los generadores de dicha fuente que podremos encontrar en la celda de creaciones, tener un buen abastecimiento de ella nos otorgará el poder hacer más construcciones, pero no solo necesitaremos esto, también nos hará falta el metal. Este recurso se consigue gracias a los puntos verdes que están por todo el planeta, en dichas zonas deberemos construir el respectivo edificio para poder extraerlo. El almacenaje que tendremos al principio de ambas fuentes será abundante, pero a medida que avancemos la partida necesitaremos hacer que su capacidad aumente, por lo que también es importante crear los diferentes almacenes y así poder tener una mayor cantidad que gastar en nuestras instalaciones.

Los planetas que podremos visitar serán diferentes entre ellos aunque nos toque repetir algunos en ocasiones, cada uno mostrará un diseño y apariencia únicos; unos tendrán agua como el planeta Tierra, otros serán desérticos o incluso podrán ser cibernéticos y convertirse en un arma mortífera capaz de destruir el planeta por completo.

Como podéis presenciar, Planetary Annihilation hace uso de una jugabilidad frenética y adictiva capaz de mantenernos enganchados durante horas, ya que dependiendo de nuestra destreza o de la del rival, podremos estar minutos jugando en una misma partida. A pesar de ello, reclamo un sistema de juego mucho más elaborado en el que se pudiera mejorar las unidades o desbloquear acciones exclusivas según el robot jefe que hayamos escogido. Aun así, en partida contaremos con instalaciones avanzadas (marcadas en azul) que nos ofrecerán armamento mucho más fuerte para construir.

Observa las estrellas

La base gráfica de Annihilation goza de diseños tecnológicos con buenos tonos de colores y texturas que ofrecen un nivel de detalle muy satisfactorio optando por estilos desenfadados y limpios. Al ser un título de vista cenital podremos ver todos los ingredientes que componen el juego tales como entorno, superficie o nuestras infraestructuras y ejército. En todo momento nos dejarán alejar y acercar la cámara a nuestro gusto para tener un mayor control del escenario en cuestión y seguro que a muchos les gustará jugar desde lejos, ya que así podremos ver las unidades en forma de icono y tener una mejor visualización de ellas.

Los planetas están bien recreados y con algunos detalles como rocas, flora o agua en ocasiones. Estas adiciones variarán según el estilo de cuerpo planetario que hayamos escogido y si alejamos nuestra cámara podremos ver el sistema solar al completo para agrado de nuestros ojos.

La ambientación «futurística» y devastadora que quiere ofrecer el juego lo consigue gracias a una banda sonora la mar de peculiar e intensa que ya con tan solo escucharla nos deja claro lo que nos vamos a encontrar. En todo momento, cada una de sus notas, nos transmite destrucción gracias a una melodía la mar de apocalíptica y realmente épica, que para nada se vuelve monótona ni desagradable para nuestros oídos. Y que para nuestra fortuna, podremos escuchar distintas pistas según en el menú que nos encontremos.

Prepárate para la Guerra Galáctica

En este RTS moderno solo podremos encontrar el clásico Un Jugador y el adictivo y frenético Multijugador. Comenzaremos hablando y detallando el primero.

La opción «Un Jugador» se divide en dos secciones: Guerra Galáctica y Escaramuza. Guerra Galáctica nos ofrece un modo campaña pasajero, pero lleno de funciones que cumplen de manera gratificante y entretienen. Al comenzar nos dejarán seleccionar a nuestro Comandante, elegir el tipo de facción (color), la dificultad con la que queremos jugar y lo más importante, debatir el tamaño de la Galaxia con la que jugaremos. Nuestro objetivo será el de viajar por los diferentes sistemas mediante un mapa galáctico y enfrentarnos ante cualquier ejército enemigo. Durante los viajes no siempre encontraremos combate, en muchas ocasiones podremos conseguir tecnologías que después tendremos que equipar para conseguir bonificaciones durante el enfrentamiento. Al principio de nuestra partida solo tendremos un total de tres huecos para implantar estas mejoras, pero según vayamos avanzando el número de casillas aumentará. Lo malo, o bueno según quién lo mire, es que el único momento en el que pisaremos un planeta será cuando debamos combatir, dejando las opciones de búsqueda de objetos al propio juego de forma aleatoria. En el caso de Escaramuza, que también podríamos tratarle como el conocido Partida Personalizada, nos ofrece el poder personalizar por completo nuestra partida: tamaño del sistema y número de planetas, jugadores en la partida tanto controlables como por IA y la facción que representaremos. En este estilo podremos publicar la sesión para que otras personas se unan a ella vía online y hasta bloquear la sala mediante contraseña para que no se nos cuele nadie.

Ahora continuaremos con el «Multijugador». Tal como sabéis, este modo sirve para jugar vía online con otros jugadores, en él podremos buscar una partida creada por un usuario o crear la nuestra propia al igual que ocurre en Escaramuza. Ambos modos nos permiten realizar las mismas acciones y su cometido es el mismo. Por lo que, en este aspecto nos da igual dónde jugar online. Un gran punto a favor es la posibilidad de crear y participar en partidas de hasta diez jugadores, bien sea por equipos o individuales, haciendo que el juego se convierta en más que frenético e intenso.

Por último y como bombazo nos encontramos con el «Diseñador de Sistemas«. En esta opción podremos personalizar nuestro propio sistema añadiendo tantos planetas como deseemos y personalizarlos a nuestro gusto, hasta alterando sus órbitas haciéndolas más grandes, pequeñas u oblicuas con respecto al Sol. Tendremos astros parecidos a la Tierra, otros congelados, desérticos, de lava, tropicales, metálicos, gaseosos y lunas para poner en cualquier lugar del espacio. Una vez guardada nuestra creación y bautizada con un nombre, podremos utilizarlo en nuestras partidas siempre y cuando lo deseemos.

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Conclusión

Planetary Annihilation es una de las mejores experiencias RTS actuales que nos podemos encontrar en el mercado y que no debemos dejar pasar. El título de Uber Entertainment explota aún más un género en el que ya apenas se podría destacar, pero han conseguido hacer eso y más de forma brillante y espectacular. Cierto es que eran más las expectativas que tenía ante este título, que aunque no me haya defraudado, sí esperaba mucho más contenido y esto obviamente hace que se quede a medio camino de culminar la cumbre de las cumbres. Aun así, es un título potente que si sigue el buen camino y se actualiza con grandes novedades podría convertirse en uno de los pesos pesados del género, aunque sinceramente ya lo es. Como dato malo, decir que su optimización es algo defectuosa ya que en ocasiones sufriremos tirones o parones a pesar de jugarlo en un PC de gama media-alta capaz de tirar, de sobra, con este título.

Espero que Uber explote su diamante en bruto mucho más allá de lo que es ahora, puliendo algún que otro problema y añadiendo contenido porque potencial tiene y de sobra. Sería una pena que acabara cayendo en el «olvido»…

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