Reflexiones Gamer: Lanzamiento

Hola mundo, si habéis permanecido en una oscura e incomunicada cueva durante las últimas semanas, os comunico que en apenas un par de días se pondrá a la venta en toda España una nueva videoconsola. Efectivamente, se trata de PSVita, la nueva apuesta de Sony en el terreno de las portátiles. Pero que mis palabras no os lleven a error, pues no estoy aquí para hablaros de sus numerosas bondades, que las tiene, o alguno de sus defectos, que como en todo haberlos haylos. Para todo eso habrá tiempo más adelante, ahora quería centrarme en el propio hecho que supone el lanzamiento de una nueva consola, día marcado en el calendario para todo gamer, y otra pieza capital más en la historia de este mundillo que tanto nos gusta.

El ansia viva te reconcome.

Te puede gustar más o menos el producto, o incluso ser de los que se rasgan las vestiduras al oír nombrar su marca, pero el lanzamiento de PSVita es un acontecimiento que nos interesa a todos los aficionados a los videojuegos, igual que lo fue la salidad de Nintendo 3DS hace ya casi un año. El bombardeo de información en las webs, las noticias continuas sobre el producto y sus juegos, creando entre los jugones de corazón más débil el conocido ‘hype’ que como diría el genial José Mota: «Nos reconcome el ansia viva.»

A partir de ahí decidimos si comprar  ahora o esperar a ver qué pasa. ¿Bajará de precio pronto? ¿Tendrá fallos? o tal vez pueda salir una revisión temprana, pues ya no creo que ninguno nos lleguemos a plantear el si tendrá revisión o no, sería casi como el querer engañarnos diciendo que los DLCs de pago van a desaparecer… Y no hijo no, han venido para quedarse.

Así te ve el repartidor.

Hemos mirado mil páginas y visitados cientos de foros, desgastada ya nuestra cuenta de youtube de tanto darle al ‘me gusta’, y finalmente nos hemos decidido. Ha llegado el momento de hacer la compra. Ahora con esto del boom de internet se ha perdido un poco de esa mágia que suponía el ir a tu establecimiento más cercano, esos incluso nervios con los que aguardabas impaciente en la cola tu turno, abrazado a tu nueva videoconsola, mirando desafiante a ambos lados como si fuese la última consola de la tienda y todos te la quisieran arrebatar. Esto se ha perdido en gran medida, ahora compramos por interner, esperamos que nos tráigan el producto en la seguridad de nuestra casa, no vaya a ser que muramos bajo una sobreexposición a la vitamina D con la que nuestro archienemigo el Sol nos bombardea. Ahora solo tenemos que esperar en el balcón de nuestra casa, apostados con nuestro rifle de francotirador esperando al repartidor, no queremos que sufra ningún percance en su trayecto desde la puerta de su furgoneta hasta nuestra casa, así que lo vamos a proteger creándole un salvoconducto através de la calle. Llaman a la puerta, es el repartidor con un paquete, tú sabes que es para ti pero aún así te haces el sorprendido, tal vez tratando de disimular la cara de pánfilo que se te pone por esa gran felicidad que te embarga.

Llegó el momento de abrir la caja y sacar la consola, que parece que hasta leer las instrucciones te hace ilusión aunque después de eso nunca más las volverás a tocar. Sacas la consola, le enseñas su nuevo hogar, y comienzas ya a tratarla como a una más de la familia. Lo que pasa después ya forma parte de otra historia…

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