Llegamos al tercer miércoles de marzo, y con él damos carpetazo al último capítulo de Resident Evil Revelations 2. Metamorfosis pone el punto y final al título de Capcom que tan buenas sensaciones nos había dejado en su tercer episodio. Ahora, como es costumbre, os daremos las últimas pinceladas del desenlace de la historia, así como de los dos capítulos extra para aquellos que adquirieran el pase de temporada.
El mal llega a su fin
Tras el gran nivel dejado por «Juicio», todos esperábamos un gran cierre de la aventura de Claire, Moira, Barry y Natalia. Pues bien, la sensación que nos hemos llevado no es todo lo buena que nos gustaría, ya que, aunque de forma global mantiene un nivel aproximado al resto de los capítulos, su papel como colofón se queda por debajo de lo exigible a una saga tan mítica. En esta ocasión, no desvelaremos detalles de la historia, ya que no queremos spoilear ni lo más mínimo del desenlace final.
Como es habitual, el capítulo nos pondrá en primer lugar en la piel de Claire y Moira, dejando después el protagonismo a Barry y Natalia. Las primeras acostumbraban a llevar el protagonismo en las tres entregas anteriores, sin embargo en esta ocasión únicamente las controlaremos durante 20 minutos escasos. Sí, aquellas que habían llevado la voz cantante durante todo el título quedan relegadas a poco más de un cuarto de hora en su final. Esto es sin ninguna duda llamativo, y desde nuestro punto de vista un gran error; no se puede hacer desaparecer a las protagonistas de una forma tan cutre y quedarse tan tranquilos.
Evidentemente, ante la ausencia de peso de las dos primeras, la responsabilidad del desenlace recae sobre Barry y Natalia. Este se alarga durante más de dos horas en las que se intenta atar la mayor parte de los cabos sueltos que quedan. Hay que decir que no lo hace mal y esta parte resulta entretenida, sin embargo nos da un poco la impresión de que ha sido alargado de forma artificial para compensar la corta duración de la primera parte. Además el resultado final peca de demasiado previsible, sin duda un punto muy negativo de cara a la tensión del desenlace de la aventura.
En cuanto a los dos capítulos extras, ambos son bastante banales y vacíos de contenido, resultando útiles únicamente para zanjar un par de incógnitas respecto a los personajes de Moira y Natalia. Es contenido adicional y alternativo a la historia principal, por lo que tampoco pueden ser juzgados de la misma forma que el resto, por lo que sencillamente podemos considerarlo como un añadido que aporta unas horitas más de juego sin mayores pretensiones. Hay que destacar que estos dos capítulos estarán incluidos tanto con el pase de temporada digital como con la versión física.
Un pequeño paso atrás
En nuestro análisis del tercer capítulo nos alegrábamos ante la relativa vuelta a los orígenes que había experimentado Resident Evil Revelations 2. Ahora, llegado el cuarto, sentimos que hemos dado un paso atrás, volviendo a las sensaciones experimentadas en los dos primeros. Una vez más notamos la ausencia de puzles y de como el concepto de shooter se come al de survival horror, y aunque no deja de ser divertido, esperábamos una experiencia mejorada respecto a «Juicio», y lo que hemos obtenido es cierta decepción ante nuestras expectativas.
La IA sigue siendo una de las asignaturas más flojas del título, y es que nuestros acompañantes son bastante inútiles y desobedientes, transformando muchas partes del título en un completo tedio. Eso sí, lo que no podemos negar es que si tenéis la suerte de jugar en cooperativo estaréis ante una experiencia realmente divertida, al menos si uno de los dos está dispuesto a adoptar el rol de un personaje más limitado. De ser así, es una auténtica gozada disfrutarlo al lado de un amigo.
La rejugabilidad es el punto fuerte del título y aquel que es capaz de alargar el número de horas de forma considerable. Tendremos que dar una buena cantidad de rodeos para lograr completar el juego al 100%, por lo que la rejugabilidad más allá de la historia principal es bastante alta. Por supuesto no podemos olvidar tanto el modo contrarreloj como el invisible, un par de retos de lo más interesante dentro de este Resident Evil.
El modo Asalto sigue funcionando bien como alternativa al hilo argumental. Las batallas contra hordas se van completando con los distintos desbloqueables de cada capítulo, por lo que se consigue mantener vivo el interés de estas.
El apartado gráfico continua, como era de esperar, exactamente igual que al principio. Buena banda sonora y gráficos mejorables para una experiencia de nueva generación. El nivel es más que aceptable, pero se queda un poco por debajo de lo exigible en consolas presumiblemente tan potentes.
Conclusión
Tras terminar este Resident Evil Revelations 2, es inevitable pensar en que Capcom no ha sido capaz de cerrar el título de la forma que se merecía. Sin convertirse en un título apoteósico, sí que consiguió ir de menos a más, tocando techo en el tercero, recuperando cierta esencia de la saga original. Sin embargo, este cuarto y último capítulo deja un sabor agridulce, y es que ha bajado el nivel tanto en historia como en jugabilidad, haciéndonos añorar la experiencia vivida en «Juicio».
La experiencia global es buena, pero tras unas terminar las 10 horas de juego creemos que se pudo rematar mejor. Esperábamos más fidelidad a los títulos originales, además de un mayor trabajo en el apartado técnico y una historia con menos altibajos.
No podemos negar que este último Resident Evil es un título notable que hemos disfrutado mucho, sobre todo cuando lo hemos jugado en compañía, pero al final no ha quedado todo lo redondo que nos gustaría. Sin duda aconsejamos su compra, sin embargo tampoco podemos hablar de él como un juego imprescindible, sino como uno capaz de ofrecernos unas cuantas horas de diversión a un gran precio.
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Lo mejor:
- Un juego realmente entretenido de jugar.
- Su modo cooperativo.
- Su gran relación calidad-precio.
Lo peor:
- Un final por debajo de su nivel.
- Echamos en falta la esencia Resident Evil, solo vista en su tercer capítulo.
- Varios cosas bastante mejorables hacen que no sea un título redondo.