WWE 2K15. Análisis PS4

Aunque muchos de aquellos que seguíamos todos los fines de semana a Hector del Mar y Fernando Costilla nos hayamos bajado del barco y aparcado esa pasión, es indudable que todavía existe una fiel legión de fans de la lucha libre en nuestro país. John Cena, Triple H o CM Punk son nombres que muchos conocemos y que aún están presentes en la mente de los fans del wrestling americano. Por todo ello, un año más 2K y Yukes nos deleitan con un nuevo título de la saga WWE.

Tras el controvertido lanzamiento de las versiones de anterior generación, las cuales sufrieron una buena serie de críticas negativas, ahora este título llega por primera vez a la nueva generación, intentando sacar partido de la nueva potencia de PS4 y Xbox One. Hoy analizaremos la versión de la consola de Sony para ver si este salto le ha sentado bien a la franquicia, o se queda en tierra de nadie.

Muchos modos de pegarse

Algo que nunca se le puede reprochar a la franquicia de WWE es la cantidad de modos de juego y diversidad de combates que siempre nos ofrece. Como de costumbre tenemos el modo exhibición, tanto offline como online, en el que contamos con combates de 1 vs 1 con todas las reglas de la competición, luchas extremas de hasta seis jugadores, el clásico Royal Rumble donde tendremos que echar a nuestros rivales del ring, o aquellos que implican coger un cinturón o escapar de una jaula donde estamos encerrados.

Por otro lado, volvemos a revivir el modo Showcase que ya nos mostraron en el videojuego basado en el aniversario de Wrestlemania. En él reviviremos dos de las rivalidades más importantes de la WWE hasta el momento. La primera entre Triple H y Shawn Michaels, otrora compañeros en D-Generation X, y la segunda, mucho más reciente, entre John Cena y CM Punk, justo antes de la marcha de este a la UFC. Desde luego la cantidad de videos y combates memorables de la WWE que aparecen en este modo lo hacen de lo más entretenido, otra cosa es que ninguno de estos cuatro luchadores te llamen demasiado la atención, por lo que si es así, seguramente este interés se diluya demasiado.

Otra de las propuestas destacadas de este WWE 2K15 es el modo Carrera heredado del resto de las franquicias de 2K. En él nos pondremos en la piel de un novato cuya pretensión es llegar a lo más alto del espectáculo de lucha estadounidense. Para ello crearemos nuestro personaje y empezaremos a luchar en la NXT hasta que nos den un papel importante en el roster. Tendremos que ir superando combates gestionar los puntos que ganamos para mejorar las condiciones físicas de nuestro luchador, (más daño en golpe, más velocidad al hacer llaves y así hasta en una veintena de atributos) además de poder comprar nuevos movimientos y combinaciones que personalicen nuestro estilo de combate. Además uno de los puntos interesantes de este modo es que se valorará positivamente nuestra habilidad y espectacularidad sobre el ring, otorgándonos más puntos cuanto mejor nos desenvolvamos.

Toca ahora hablar de la cantidad de luchadores disponibles en WWE 2K15. Este es uno de los apartados más controvertidos de esta nueva edición, ya que a pesar de contar con un gran número de luchadores (más de 80), muchos de ellos se consiguen previo pago del DLC de turno, y muchos otros como Eddie Guerrero, Zack Ryder, Edge, El Gran Kahli o Bret Hart sencillamente no aparecen. Además, este año se ha simplificado en exceso el creador de personajes, uno de los puntos fuertes de la saga, por lo que el tema de recurrir a este para suplir las ausencias en las plantillas, se ha hecho mucho menos satisfactoria.

¿Para qué cambiar lo que funciona?

Esta misma pregunta se debieron hacer los desarrolladores de WWE durante estos últimos años. Tras la adquisición de la franquicia por parte de 2K, se depositaron muchas esperanzas en el devenir de un juego que se había quedado atascado en una fórmula anticuada desde aquel último título de PS2 que tanto éxito cosechó. Pues bien, tras una pequeña evolución en las últimas ediciones, seguimos igual, pequeñas mejoras que no ocultan los mayores fallos de la franquicia.

La jugabilidad es como siempre bastante intuitiva, con botones para pegar, lanzar, subirse a las cuerdas y esquinas y hacer llaves. En estas últimas ediciones también se ha hecho especial hincapié en los botones de «reverse» con los que parar el golpe del rival y obtener una posición de ventaja. Además, se han incluido una serie de QTE en ciertas situaciones, como al intentar salvarse de la cuenta de 3 o al intentar tirar del ring a otro luchador. Otra de las novedades es una especie de «piedra, papel o tijera» que se ha implementado en algunos agarres para ver quién domina la situación y golpea. Son mecanismos curiosos, pero no dejan de darle un punto tosco a un juego que ya de por sí no es lo más fluido del mundo.

Las animaciones son abundantes y están muy bien recreadas, tanto en los movimientos especiales como en aquellos más básicos, así que aquí no podemos ponerle pegas. El problema llega en la fluidez de los movimientos, algo de lo que lleva pecando desde su etapa de PlayStation 2, donde los luchadores parecían cualquier cosa menos humanos. Los movimientos son ortopédicos y muchas de las animaciones no lucen tanto como deberían porque se cortan de forma artificial. En pleno 2014, y con consolas de nueva generación, los luchadores siguen moviéndose prácticamente como hace 10 años, algo más que correcto para aquel entonces, pero hoy en día es algo muy criticable.

Como de costumbre, podremos interactuar con muchos de los objetos que hay en el escenario, como bates, escaleras, mesas… Todo esto aporta cierta diversidad al título, pero como venimos repitiendo, no hay nada nuevo desde hace muchos años, por lo que esta resulta inexistente para aquellos que lleven siguiendo esta saga en los últimos tiempos.

La realidad de este apartado es que hay una tremenda pasividad de fondo, la cual se hace palpable en ediciones que cometen los mismos fallos una y otra vez, sin añadir ni variar apenas nada, manteniendo las carencias del inicio, ahora más palpables si cabe.

La técnica de las técnicas

Hasta ahora este WWE 2K15 ha recibido más críticas que halagos debido a su aire continuista y poco innovador. Es el momento de hablar sobre qué tal le ha sentado la transición a la nueva generación en los apartados técnico y gráfico.

Volvemos a mencionar el movimiento robótico de los personajes, tanto en su manera de caminar como en algunas de las transiciones entre las animaciones. Aquí existe un grandísimo margen de mejora que esperamos que 2K recorte en próximas ediciones. Lo que sí debemos de decir es que no hemos visto ni un solo bug en los combates, funcionando correctamente en todo momento. Otro tema a mencionar sobre esto es el lag que podemos encontrarnos en el juego online, que aunque no es frecuente encontrarlo, cuando aparece complica realmente elementos como el contrataque o el salvarse de una cuenta de tres.

Gráficamente el nivel de detalle es muy bueno, aunque no llega al de su competidor UFC (uno de los títulos más sorprendentes a nivel visual de esta generación), ofreciéndonos 1080p y 60 FPS bastante estables en su versión de PS4. El punto fuerte de este apartado radica sobre todo en las entradas de los luchadores y en los primeros planos, donde la definición es realmente sorprendente, aunque decae en el medio de los combates, que aunque no es ni mucho menos malo, sí que vemos un importante bajón. Debemos de comentar también que nos ha gustado mucho la ambientación en los aledaños del ring con una buena cantidad de pancartas e imágenes personalizadas para cada luchador.

El apartado sonoro es correcto, tanto en las entradas como durante el combate. Los comentarios mantienen a Jerry Lawler y Michael Cole al frente, con algún que otro chascarrillo nuevo añadido para esta edición. La ambientación está muy bien lograda, tanto en el sonido de los golpes y objetos, como en el griterío de la grada. Por el contrario, la BSO es muy escasa, cuenta con muy pocos temas y se hace muy repetitiva a la larga. Este WWE llega, como de costumbre, con textos en español y voces en inglés.

WWE 2K15 llega estas Navidades con la intención de atraer a la nueva generación a los fans de la lucha libre norteamericana. Sin embargo, esta pretensión se puede ver aplacada por una jugabilidad que apenas tiene mejoras respecto a las primeras ediciones de PS3. Movimientos robóticos y mecánicas que no están perfectamente implementadas nos dejan fríos ante un título que sí puede presumir de su apartado gráfico o de la profundidad de plantilla y modos de juego.

La llegada a PS4 y Xbox One del título de 2K se puede calificar como mediocre, sin embargo, guardamos cierta esperanza de que esto sea solo un comienzo para asentar las bases de una saga que triunfó años atrás, convirtiéndose en referente de los juegos de lucha realista, y que hoy en día pasa por sus horas más bajas.

Lo mejor:

Lo peor:

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