[Análisis] AdventureQuest 8-Bit: Dungeons & Doomknights

Cuando jugamos videojuegos, solemos buscar lo último de lo último, sea en narrativa, gráficos y mecánicas, buscamos una aventura sin igual y que nunca antes hayamos visto. Sin embargo, hay momentos en los que la nostalgia puede con nosotros y sacamos del fondo del cajón esos cartuchos que llevan acumulando polvo durante décadas. Sea por volver a vivir las aventuras que disfrutamos más jóvenes de nuevo o por un gameplay más sencillo, de una forma u otra acabamos desenterrando esos juegos retro que tanto amamos.

Artix agarra con cariño y fuerza toda esa nostalgia para traernos su último lanzamiento titulado AdventureQuest 8-Bit: Dungeons & Doomknights, un «zeldavania» que nos recuerda a todas esas aventuras que vivimos cuando éramos niños y no tan niños. Con mecánicas inspiradas, como su género indica, en los juegos clásicos de The Legend of Zelda y Castlevania, brinda un soplo de retro-aire fresco a los lanzamientos de hoy en día, con una corta aventura desenfadada, entretenida y con un gran sentido del humor.

Simple, pero efectivo

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Un joven guerrero llamado Artix vuelve a su tierra natal tras superar las pruebas de paladín, encontrándose muerte y destrucción donde antes reinaba la vida y la construcción. Una legión de no muertos es la responsable de este desastre, y el valeroso héroe no descansará hasta encontrar al Doomknight responsable, y destruirlo para restaurar el orden perdido. Esta es la historia que acompañará al jugador durante su gameplay, una narrativa muy similar a la de muchos títulos retro e incluso bastante recientes. Sin embargo, Dungeons & Doomknights destaca por ciertos matices en su narrativa que diferencian eficazmente este título de otros: el humor.

Referencias para parar un carromato

Dungeons & Doomknights está lleno de graciosas y originales referencias a otros populares videojuegos, como Super Mario Bros, The Legend of Zelda y Skyrim, que no se quedan solo en referencias y afectan a la trama argumental de la historia principal o de misiones secundarias. Un ejemplo es el rescate del niño perdido, Lonk, que se aventuró solo en una mazmorra y ha estado desaparecido desde entonces. Rescatarlo nos recompensará con útiles power ups y graciosos diálogos.

A parte de la historia, el gameplay es una mezcla de exploración, puzles y combate que pueden resultar desafiantes, pero en ningún momento se siente injusto. El juego cuenta con un excelente diseño de niveles, que muestra por donde se debe ir en cada momento, y en algunos casos, más adelante en la aventura. Estos puntos de avance bloqueados se pueden superar obteniendo nuevas habilidades escondidas por el mundo, obteniéndolas resolviendo acertijos y derrotando minijefes, con un ritmo ameno y mantenido.

Quizá demasiado simple

Artix apuntaba a un título que recordara a esos juegos retro, siendo fieles a casi cada detalle. Consiguieron muy bien esa estética, gameplay e historia, pero quizá lo consiguieron demasiado bien. Los controles de juego están completamente adaptados a un mando de NES, tanto para lo bueno como para lo malo. El movimiento es torpe en algunas ocasiones y todas las numerosas acciones del juego se ejecutan con únicamente dos botones (más un tercero para intercambiar la habilidad especial), resultando bastante incómodo su uso continuado. No está para nada mal contar con la opción de jugar de esta forma, pero se echa en falta alguna opción para utilizar más botones y obtener una experiencia de juego más cómoda.

Por otra parte, algunas de las habilidades desbloqueables para progresar resultan repetitivas y poco satisfactorias, ya que en esencia son la misma habilidad. Durante las primeras horas de juego, se desbloquea la habilidad de romper rocas para poder avanzar en zonas bloqueadas, un buen recurso para marcar el progreso del jugador. El problema reside en que, hasta en las últimas etapas de la historia, se desbloquean habilidades para romper objetos que en esencia son rocas con otro aspecto, como las piedras murciélago y los sarcófagos.

Contenido adicional, y no poco

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El juego principal no es el único foco de interés de este título, pues cuenta con modos de juego integrados que modifican la experiencia del gameplay original. Entre ellas se encuentran: Dungeons & Daimyo, en la que Artix es sustituido por su peludo compañero Daimyo, un perro todopoderoso al que todo el mundo teme; Pacadin, una referencia a los juegos de Arcade de Pac-Man, pero protagonizado por el joven paladín; y por último Black and White, un modo de juego que cambia la gama de color a blanco y negro. Todas estas versiones cambian la narrativa de la historia con nuevos y divertidos diálogos dependiendo del que se juegue, desde conversaciones a ladridos, hasta referencias a películas clásicas.

Necronancy, otro título de Artix

Dentro de las opciones del juego se puede encontrar The Secret of Necronancy, una aventura completamente distinta a la del juego principal, siguiendo a Nancilla y su aprendizaje de necromancia. Es un juego de puzles que se centra en las características especiales de cada criatura que la protagonista es capaz de invocar, sirviendo cada una para una función específica. Combinando las habilidades de cada una, se debe superar un acertijo activando palancas, derrotando monstruos y saltando entre plataformas.

Esta pequeña aventura es sacada directamente del proyecto presentado por los desarrolladores al ByteOff 2022 challenge. Este minijuego está subido en Itch.io, siendo descargable y disfrutable de forma gratuita.

Pequeños grandes detalles

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Si algo se nota de AdventureQuest 8-Bit: Dungeons & Doomknights, es que fue desarrollado con cariño. El título está a rebosar de pequeños detalles, tanto técnicos como estéticos, que hacen que la experiencia juego sea mucho más disfrutable, divertida e inmersiva. Para empezar, está traducido completamente a un total de 14 idiomas, cuenta con un manual digital que recuerda al que venía incluido en la caja de los cartuchos, y presenta un mapa de las diferentes zonas para poder orientarse con mayor facilidad.

Dentro de las opciones de juego, se puede ajustar la visualización en pantalla para que se acerque lo más posible a los gráficos de las consola que más nostalgia nos dé, cambiando la paleta de color, la relación de aspecto e incluso aplicando un filtro de pantalla de tubo. También se puede disfrutar de la banda sonora desde el menú principal, accediendo a un nivel especial en el que recorreremos un pasillo con las distintas melodías que se escuchan durante la aventura.

Un paso más allá

Artix apostó por la inmersión y la nostalgia con sus artículos de coleccionista, dando la posibilidad de obtener un cartucho de NES del juego completamente funcional en la antigua consola. Los paquetes incluyen también una caja y manual de juego, con contenido extra dependiendo de la colección obtenida.

Conclusiones de AdventureQuest 8-Bit: Dungeons & Doomknights

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Dungeons & Doomknights es una divertida aventura que, pese a sus incomodidades de juego, merece la pena jugarlo. No será juego del año, pero es un muy buen juego casual al que dedicarle un poco de tiempo cada día para echarse una risa con sus extravagantes diálogos y tener un desafío moderado y de corta duración.

Si eres amante de los juegos retro, quieres recordar otros tiempo o quieres iniciarte en el mundillo, ¡Dale a AdventureQuest 8-Bit: Dungeons & Doomknights una oportunidad!

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