Between Me and The Night. Análisis PC

Hace más de dos años que Between Me and The Night tomó forma, estando ahora disponible en Steam, esgrimiendo los primeros trazos de lo que a día de hoy y con pleno derecho se puede decir que es un hecho sólido y real al alcance de todo el mundo. No creo que los comienzos fueran sencillos, en primer lugar por el género base que habían escogido, la aventura gráfica, un sector que está adornado de magníficos tesoros que se guardan en la memoria de cualquier jugón pero que golpea al valiente que se quiere hacer un hueco por su escaso público formado por nostálgicos de más de treinta años y porque la idea tiene que ser solida e interesante así como enganchar desde el primer minuto. Pero el concepto de aventura gráfica solo fue el inicio de un puzle que les ha llevado a arriesgarse introduciendo un modo combate sencillo con un estilo de juego árcade de la década de los ochenta. A estos dos modos de jugar se añade una historia que si bien es muy común en la sociedad actual, no lo es tanto la manera que han tenido de plasmarlo en un videojuego, dándole alma a cada paso o etapa de la vida de las personas con una contextualización perfecta y bien documentada.

Historia

Las sombras cuentan historias del pasado del protagonista, un joven de pelo rojizo que a través de sus acciones y descubrimientos nos va narrando de manera visual y escrita los distintos acontecimientos que le han marcado. La luz es la realidad que el niño asume y que es más cruda y dura de lo que a primera vista apreciaremos ya que es cuando no jugamos el momento en el que recordamos una frase, o en mi caso una imagen, que le da sentido a todas las horas que hemos estado enganchados al mando y comprendemos el verdadero significado y sentido del juego que dista mucho de ser una moraleja, acercándose más a la aceptación y superación de las adversidades diarias. Es importante remarcar que el juego no nos dirá en ningún momento qué debemos hacer o a dónde ir, salvo una pequeña nota al comienzo.

Los escenarios de Between Me and The Night están repletos de objetos que pueden ser útiles o no en el desarrollo de la historia, pero cada uno aporta un dato que completa el personaje que somos y la dirección que toman los acontecimientos. Teniendo en cuenta esto si decidiéramos pasarnos el juego conociendo los pasos a dar no nos durará más de una hora, pero si de verdad apreciamos este tipo de género y somos de los que nos gusta deleitarnos en lo que está sucediendo esta aventura se extiende a las siete u ocho horas. Esta duración nos hace creer y esperar que haya un segundo capítulo que no nos deje con la soga al cuello.

La grandeza de Between Me and The Night en lo que al guion se refiere se fundamenta en la manera que tienen de contar las cosas, como ya os hemos comentado el relato no se aleja de una realidad cotidiana pero el prisma que desde Rain Dance LX usan para mostrarlo lo convierten algo único haciendo que nos metamos y nos sintamos identificados con el personaje desde el primer minuto.

Somos el pequeño de una familia de cuatro miembros: la madre, el padre, la hermana mayor y nosotros que, como protagonistas, encarnaremos a un infante de unos 12 años aproximadamente, transcurriendo los acontecimientos como a continuación os relatamos.

 Nada más empezar lo que descubriréis es que sois unos fanáticos de los videojuegos, las naves y los soldados de juguete, os gusta jugar con los amigos y sabéis que la familia os quiere y os cuida, aunque sentís que se desvanecen  a vuestro alrededor alejándose de una imagen perfecta. Os despertáis tras un extraño sueño en el que perseguíais a vuestra televisión por la casa tras conectarle una videoconsola extraña que os dio un extraterrestre. Vuestra madre os llama para desayunar por lo que os disponéis a bajar desde el desván que es donde se haya vuestro cuarto, cuando bajáis a la cocina descubrís que en casa no hay nadie, tan solo soledad y una lista de tareas pendientes es lo único que parece que han dejado.  La primera de las tareas consiste en dar de comer al gato, y entremezclando realidad y ficción os disponéis a cumplir con el deber que vuestros padres tenían, así que os ponéis a rebuscar hasta encontrar un bote de comida felina que estáis seguro de que al  gatito le encantará.

Cuando vais al salón el gatito no es pequeño si no que ocupa todo el ancho impidiendo el paso, su actitud no es la que acostumbra a mostrar. En cuanto come parece que su ira desaparece, invitándoos a tocarle y tornándose de nuevo en el dulce animal de compañía que siempre ha sido.

La primera de las tareas está lista y sabéis que vuestros padres estarían orgullosos, ahora solo  queda la segunda tarea, cortar el césped, ya que no ha parado en los últimos días de llover y la hierba está alta. Al salir veis que sigue diluviando y os apresuráis a descolgar la ropa que vuestra madre dejó en la cuerda, de esta manera tendrá más tiempo libre.

Os dirigís al cobertizo del jardín pero está cerrado con un candado y no sabéis donde estará la llave, tras visitar las estancias de la casa conseguís encontrar unas llaves que son del coche  y dentro del maletero encontráis una cizalla, perfecta para abrir el candado. Al abrir encontráis un destornillador y la máquina de cortar el césped sin gasolina. Tras unas cajas encontráis la lata de gasolina que os permitirá terminar con las labores de hoy.

Una vez llenado el deposito del cortacésped, cuando estáis en medio del jardín el cortacesped se desboca transformándose en un aspirador con cuchillas que quiere poner fin a vuestra existencia pero no será hoy el día que defraudéis a vuestros padres.

Al volver a entrar en casa dos oscuras siluetas que representan a vuestros padres discuten acaloradamente cuando sin previo aviso el reloj se rompe perdiendo sus agujas y deteniendo el tiempo, dejando tras de sí el recuerdo persistente y congelado de papá y mamá reprochándose cosas. Su actitud podría ser otra y deseáis que así sea por lo que decidís a hacer algo para que la situación se reconduzca, deberían estar abrazados pero como, como conseguir que vuelvan a estar unidos.

Os disponéis a subir al cuarto de vuestra pesada hermana para ver si os puede ayudar pero la veis en el descansillo reprochándoos como siempre porque entráis en su cuarto,  recorréis la segunda planta pensando en las palabras de vuestra hermana cuando una grotesca cara oscura empieza a engullir la alfombra que cubre todo el pasillo y no tenéis más solución que intentar correr en sentido contrario viendo que a su vez el teléfono suena. No sin esfuerzo alcanzáis el auricular y al ponéroslo en el oído, como si de matrix se tratase, os trasladáis al lugar en el que se hallaba la cabeza gigante, pero ahora la zona está tranquila.

La puerta de la habitación de vuestros padres antes cerrada ahora está abierta y entráis en busca de alguna cosa que os pueda ayudar con la fortuna de ver una aguja de reloj que quizás hagan que el tiempo deje de estar detenido, ahora solo tenéis que alcanzarla y encontrar la segunda. Husmeando un poco más por la estancia veis el viejo tocadiscos de vuestro padre con el que tanto disfrutaban ambos, por lo que se os ocurre la brillante idea de ponerles una canción y que bailen abrazados, eso sería genial, como en los viejos tiempos, los buenos tiempos. Por desgracia antes de bajar de nuevo al salón un jarrón se cae mostrando la peor de las caras de vuestros padres, amenazantes e iracundos, que provocan que os caigáis al suelo.

Jugabilidad

El movimiento del personaje de Between Me and The Night es lento y pausado pudiendo correr, siendo fácilmente visible la diferenciación entre las dos perspectivas que posee Between Me and The Night. En la primera nos permitirá movernos por las estancias y escenarios sin saltar ni hacer alardes de agilidad, en esta perspectiva podremos mover objetos y activarlos, así como subirnos a ciertos muebles. Entre las acciones a ejecutar se encuentran el abrir y cerrar puertas que nos dará paso, cuando sea posible, a nuevas habitaciones o estancias queriendo destacar el gran trabajo que desde Rain Dance LX han realizado en las transiciones entre distintas habitaciones.

La segunda perspectiva es la de percepción en la que nos concentraremos en los objetos que nos rodean viendo si se pueden coger o solo saber su historia. En este apartado la cantidad de información complementa perfectamente la historia principal, siendo la columna que sustenta casi todo el juego y dándole ese toque de aventura gráfica. Lo único que podremos hacer es recoger un objeto que quedará guardado en uno de los cinco espacios disponibles para objetos a la espera de ser usado o tirado. Como antes ya hemos comentado, pocos son los objetos de misión útiles pero poco importa porque cada uno cuentan una pequeña historia que forma parte de un todo.

Dentro de la historia y teniendo un lugar a parte encontraremos el modo combate, en el que el protagonista se enfrenta a sus constantes miedos encarnando el cuerpo de un guerrero. En este modo podremos atacar normal o fuerte dependiendo del tiempo que dejemos pulsado el botón o tecla y la posibilidad de bloquear ataques de enemigos gracias a una rodela de madera que portamos en el brazo. Antes o después preguntaremos el porqué de incluir un modo que de base para el juego no tiene cabida, yo mismo lo hice, pero conforme avanzamos nos damos cuenta de que el juego no será el mismo si esos niveles de combate no existieran.

En él se han de anotar ciertos bugs a la hora de coger objetos o subir a ellos así como las animaciones del personaje en su teórica muerte, dando la sensación de que hasta un Crash Dummmies tendría más vida. Si bien es cierto que esto no entorpece la experiencia de juego.

Cómo se ve, cómo se oye, cómo se siente

Nada más comenzar a jugar ya queda patente que el apartado artístico está muy claro y definido apostando por el clásico 2D en scroll lateral que nos irá conduciendo por todas y cada una de las estancias y lugares. Between Me and The Night conserva el toque en formato simplificado de una mezcla entre el colorido cartoon de El Día del Tentáculo y el realismo que intenta siempre ofrecer Broken  Sword, pero aportando su toque personal. Una constante a lo largo de todo el juego será las variaciones en los elementos y escenarios que tiene la luz o su ausencia, jugando con los miedos del protagonista o con sus recuerdos y envolviéndolo cada vez más mientras intenta escapar desesperadamente.

Durante todos y cada uno de los momentos del juego habrá una música tenue, similar un a réquiem, con diferentes variaciones en función de los acontecimientos llegando a pasar del caos a la tranquilidad en cuestión de segundos. No existe voz alguna, solo textos sordos y ruidos que os pondrán en alerta haciendo que no sepamos hacia dónde ir. Desde Rain Dance LX tenían muy claro que no habría problema en el desarrollo musical gracias a la inestimable colaboración de David García, que ha sido capaz de plasmar toda la experiencia adquirida en trabajos como Deadlight o Rime.

Conclusiones de Between Me and the Night

Más allá de ratificar que esta aventura es un gran juego que tendrá un pequeño hueco en el corazón de muchos nostálgicos por su historia, por su manera de contarla, sumándole un buen sistema de juego que intenta introducir variables como las del combate y pese a tener ligeros bugs que no desmerecen para nada la experiencia, nos quedamos con un momento único que más de uno le puede llegar a transformar. Como es obvio no desvelaré nada de lo que aconteció para esa revelación pero sí os diré que durante gran parte del juego no sabréis muy bien qué es lo que pasa, por qué estamos solos, por qué vemos lo que vemos y hacemos lo que hacemos pero si estamos atentos a cada acontecimiento fruto de nuestros actos hay uno en concreto que nos desvelará toda la trama y el porqué nos comportamos así.

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