Crítica: El Nuevo Exótico Hotel Marigold

el nuevo exotico hotel marigold

En 2012 el director británico Jhon Madden (director en cuyo currículo destaca sobre todo la oscarizada Shakespeare in love) sorprendió moderadamente a la crítica y obtuvo el beneplácito del público con la comedia coral El Exótico Hotel Marigold, en la que en un tono amable narraba las vicisitudes de un grupo de jubilados ingleses que deciden su retiro en un hotel de la India. El filme se apoyaba en dos líneas argumentales: por un lado, el impacto que supone para los protagonistas la llegada a un destartalado hotel muy alejado de sus expectativas además del choque con la cultura y costumbres de la India; y por otro lado, la forma en que los huéspedes se adaptan a esa situación y cómo irán surgiendo nuevas oportunidades vitales y emocionales que cambiarán sus vidas. La película, cuya gran baza era el extraordinario elenco de actores británicos en edad otoñal que lo interpreta, obtuvo varias nominaciones a premios tanto a nivel europeo como americano y consiguió una recaudación final muy por encima del presupuesto invertido.

Con estos antecedentes, no es de extrañar que los productores tuvieran la feliz idea de intentar repetir la fórmula y realizar una segunda parte. De esta manera llega próximamente a nuestras pantallas, distribuida por 20th Century Fox, la secuela El Nuevo Exótico Hotel Marigold también dirigida por Jhon Madden formando tándem con el mismo guionista que en la primera entrega, Ol Parker.

Tras lo ocurrido en el primer filme, el Exótico Hotel Marigold para Personas Mayores y Encantadoras está prosperando cuando dos nuevos viajeros, Guy y Lavinia, llegan en busca de habitación. El problema se presenta cuando les comunican que sólo hay una habitación disponible. A partir de ahí comienza una situación de equívocos y enredos, que se desarrollará en paralelo a las vicisitudes y romances del resto de los huéspedes. Mientras, y no sin sobresaltos, se prepara la boda entre Sonny, el impetuoso dueño del Hotel que no cesa en sus sueños expansionistas, y el amor de su vida Sunaina.

La película, al igual que se predecesora, mantiene el esquema básico que es común a todo el subgénero de películas ambientadas en hoteles: contar las historias de sus huéspedes en episodios más o menos conectados entre sí, añadiendo en este caso el ambiente exótico y el tono amable propio de una comedia coral y romántica. No sería de extrañar que si este filme cumple las expectativas de sus productores se consolidará con ello una especie de franquicia de películas de veteranos ingleses en  hoteles alejados y con encanto.

El filme no abandona la visión estereotipada de la India como lugar caótico, pero vitalista y feliz, y de ese vitalismo llegan a contagiarse los protagonistas pues en definitiva los diferentes romances que se cuentan y las historias que se narran no dejan de ser un canto a la actitud positiva, a las segundas oportunidades para el amor y la aventura, aún en el ocaso de la vida. Además de previsibles, prácticamente todos los episodios resultan almibarados rozando sonrojantemente lo cursi pero no importa porque todo se logra salvar gracias al encanto y la energía que transmiten sus intérpretes.

Y esta es precisamente la clave de la película: la veteranía y la química que despliegan sus protagonistas contagian al espectador y logran transferirle el espíritu benévolo y complaciente que pretende el filme pese a las debilidades del argumento. Con un Tom Wilkinson,desaparecido tras la primera entrega, el gran fichaje para esta segunda parte es el actor americano Richard Gere, que representa correctamente pero sin especial lucimiento su papel de galán otoñal. Excelentemente cómica es la interpretación del joven Dev Patel (Slumdog Millonaire) al igual que el del resto de actores de origen indio.

Sin embargo, el mayor brillo lo siguen teniendo los curtidos actores británicos, cuyo saber hacer es el punto fuerte de la película. A destacar especialmente la formidable Judi Dench, al siempre estupendo Bill Nighy o la muy profesional Penélope Wilton. Aunque en este firmamento de veteranas estrellas hay una que brilla especialmente y no es otra que la soberbia Maggie Smith reproduciendo una vez más su rol de vieja cínica, sarcástica y gruñona pero con un buen corazón, a la que deseamos una muy larga vida interpretativa para que siga deleitándonos con papeles como éste.

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Conclusión de El Nuevo Exótico Hotel Marigold

Secuela del éxito de 2012 sobre romances en la tercera edad en un entorno singular que, pese a sus almibaradas y previsibles historias, logra mantener el interés y cierto encanto vitalista y positivo gracias al buen hacer de sus veteranos intérpretes.

NOTA: 6/10

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