Crusader Kings II. Análisis PC

Desde Suecia y habiendo pasado ocho años desde el lanzamiento de su precuela, Paradox Interactive nos traía en febrero del 2012 Crusaders Kings II, el cual tenemos disponible en España de la mano de Meridiem Games. En esta nueva entrega nos pondremos al mando de toda una dinastía familiar durante los casi 400 años que nos otorga el juego para desarrollar todo nuestro ingenio en el campo de la estrategia.

Casi cualquier reino medieval en tus manos

El juego nos otorga un mapa que recoge toda Europa y parte de África. Todo este vasto territorio está dividido en cientos de condados gobernados por reyes y vasallos. Es en este aspecto donde tenemos que tomar la primera decisión sobre nuestra partida. Tras elegir el año en el que queremos comenzar, entre el año 1066 y comienzos del siglo XV, podemos simular la historia de la Europa medieval seleccionando al que será el personaje histórico que deseamos controlar. Esta decisión es mucho más importante de lo que puede parecer ya que no solo determinará el número de tierras y ejércitos que poseemos, también nos otorgará diferentes rivalidades con los países, unos vasallos más o menos fieles y decenas de territorios por conquistar entre otras cosas.

Podremos reinar en Inglaterra, Francia o España entre otros pero siempre mirando hacia Roma, lugar desde donde el Papa de la iglesia católica tendrá mucho poder sobre todos los vasallos que profesen su religión.

Si algo echamos en falta entre esta marea de posibilidades que nos ofrece Crusader Kings II es el gran poder de los musulmanes durante esta época en el sur de Europa. Aunque están presentes en el juego no existe la posibilidad de dirigirlos y esto creemos que le resta muchas vías por explorar al jugador.

Los tres pilares del éxito

Para poder controlar un territorio tan extenso como puede ser un país entero contaremos con tres indicadores que si sabemos mantener a buen nivel nos facilitarán muchas acciones necesarias para controlar nuestros territorios y poder anexionar alguno más.

El primero de estos indicadores es la riqueza: como es obvio para gobernar de manera estable en la Edad Media es necesario un buen ejército que defienda tus fronteras y eso no sale barato. Para lograr mantener una economía segura deberemos recaudar impuestos, aunque el hacerlo de manera excesiva nos supondrá problemas con nuestros súbditos.

Gran importancia junto a la riqueza de nuestro imperio tendrá el prestigio de nuestro personaje. Este influirá en el respeto que tendrán los vasallos hacia nosotros dentro de nuestras fronteras y también en la decisión de otros gobernantes sobre si entrar en guerra contra nosotros. Que el prestigio de un rey cambie depende de prácticamente todas las decisiones que tome mientras gobierna, como entrar en guerra, designar consejeros o cambiar los impuestos.

Como ya hemos mencionado antes, la influencia de la iglesia católica durante la Edad Media era muy poderosa, en ocasiones incluso tenía más poder que el propio rey, y por ello durante el transcurso del juego deberemos prestarle mucha atención al indicador de piedad. La piedad nos dice cuál es la opinión que el Papa católico de cada momento tiene sobre nuestro personaje. Un nivel bajo de piedad puede hacer que nuestros vasallos más religiosos se subleven contra nosotros.

Para que sea más sencillo el tener controlados estos aspectos del juego contaremos con un consejo de cinco personajes que dependiendo de su sabiduría nos ayudarán a tomar ciertas decisiones que influirán en el transcurso de la partida. Estos son tres de los muchos aspectos que debemos tener en cuenta para lograr nuestros objetivos en Crusader Kings II, pero el resto os dejamos que los descubráis por vuestra cuenta.

La dinastía antes que el imperio

Al contrario que en la mayoría de juegos de estrategia, en Crusader Kings II tomas el control de un gobernante, pero no de todo un país o territorio. Esto quiere decir que en cualquier momento una rebelión o un complot orquestado por algunos de tus vasallos puede hacerte perder parte de tu poder. Una vez fallece el personaje que controlamos pasaremos a dirigir al heredero que ocupa su puesto, debido a esto adquiere una gran importancia el sistema de sucesión al trono que podemos cambiar siempre que cumplamos ciertos requisitos.

Esta forma de juego consigue que en ocasiones primen los intereses de la dinastía por encima de aquellos intereses de las tierras que gobernamos, lo que nos puede hacer crearnos muchos enemigos. Por otro lado, como pasa en todas las familias, en el juego tampoco nos libraremos de las tensiones familiares que se producirán la mayoría de veces para lograr alcanzar el trono.

Una odisea para los más novatos

La gran cantidad de aspectos a tener en cuenta logran que Crusader Kings II sea uno de los juegos que mejor retratan el difícil arte de gobernar durante la Edad Media. Pero esto también tiene su parte negativa y es que para los jugadores que no estén especialmente acostumbrados a los juegos de estrategia se puede volver una tediosa tarea el gobernar un territorio hasta que aprenden a controlar parte de las herramientas que te proporciona el juego.

Es cierto que el juego cuenta con un tutorial que ayuda a conocer por encima la mayoría de aspectos importantes del juego y que podemos consultar en tres niveles diferentes; básico, intermedio y experto. A pesar de esto echamos de menos un tutorial más interactivo que nos enseñe mejor a dominar al menos los aspectos básicos del juego para poder sobrevivir o la posibilidad de jugar en un modo más sencillo para así enganchar a los jugadores más impacientes y que no están acostumbrados a este género de videojuegos.

Así suena la edad media

En el aspecto musical del juego debemos rendirnos ante la gran obra sonora que nos trae Crusader Kings II. Desde el momento en el que se inicia el juego la música te sumerge en un ambiente medieval que nos ayuda a pensar y actuar como si nos encontrásemos en los siglos XIV y XV.

La combinación de temas tranquilos con otro mucho más dinámicos hacen que la banda sonora del juego esté presente siempre para el jugador, aunque es cierto que echamos de menos que el audio del juego acompañe a la acción, es decir que la música se torne algo más frenética cuando comienza una guerra o que sea más alegre en tiempos de bonanza para los territorios que controlamos.

Compartiendo el poder

Crusader Kings II trae un modo multijugador que nos da la posibilidad de distribuir el gobierno de toda Europa entre un total de 32 jugadores. Un número tan alto de jugadores en una misma partida aporta mucho ritmo al juego ya que aquel que primero entre en acción tendrá cierta ventaja y convertirá el juego en algo impredecible ya que pierden peso indicadores como el prestigio al deshacernos de la IA.

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Conclusiones de Crusader Kings II

El título nos transporta a la Europa Medieval durante cuatro siglos de la manera más fiel que hemos visto en un videojuego de estrategia hasta el momento. Con una banda sonora que te hace sumergirte de lleno en la Edad Media el aspecto sonoro del juego es casi impecable con la pequeña excepción de que no se adapta del todo a la acción del juego. En el aspecto gráfico poco se puede decir sobre un juego que apenas tiene movimientos más allá de reconocer el mapa. No obstante el idioma no será un problema ya que está perfectamente traducido al castellano.

El controlar hasta los aspectos más pequeños de un gobernante puede ser una delicia para los jugadores más expertos en la estrategia, pero un gran obstáculo para aquellos jugadores casuales que no estén acostumbrados a la alta estrategia. En definitiva un título a la altura de lo que nos tiene acostumbrados Paradox y que se erige como referente en cuanto a la estrategia medieval.

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