Cruz Roja y su Convenio de Ginebra

De nuevo volvemos a escuchar uno de esos estudios (si se pueden llamar así) o en este caso «simposio», en el que la estupidez y la ignorancia frente a los videojuegos vuelven para hacer mella sobre las tiernas e incomprensibles mentes de algunos seres humanos.

Como se ve que no hay cosas mejores que hacer en este mundo lleno de miseria y hambre, un simposio de la Cruz Roja Internacional ha estudiado si se podría aplicar la Convención de Ginebra a los videojuegos para perseguir crímenes virtuales… si así es, «crímenes virtuales», una paradoja en sí misma. En esta reunión, la Cruz Roja (muy respetada por mi parte, aunque fuera de lugar), preguntó cuál sería el efecto verdadero de un juego de guerra sobre la población que juega normalmente con videojuegos, y que se debería plantear aplicar los protocolos de la Convención de Ginebra a estos títulos bélicos (como CoD, BF o MoH).

Tras unas deliberaciones y declaraciones por parte de los participantes todos llegaron a la misma conclusión:

 Aunque el movimiento trabaja vigorosamente para promover la Ley Humanitaria Internacional (LHI) en todo el mundo, existe también una audiencia de 600 millones de jugadores que pueden estar violandola en el mundo virtual

 Cómo influencian los videojuegos al individuo es un tema muy debatido, pero por primera vez, los miembros del movimiento trataron nuestro papel y responsabilidad para actuar en contra de las violaciones de la LHI en los videojuegos

Para terminar este «interesante debate», los allí presentes se hicieron una ardua pregunta: «¿Qué deberíamos hacer, y cuál es el método más eficiente?». Pues es muy sencillo, yo mismo os responderé: dejar de preocuparse por asuntos tan absurdos e intentar arreglar las matanzas «reales» y el hambre «real» que afecta a más de la mitad de nuestro planeta, y dejar tranquilo a los jugadores que se divierten con un juego virtual que no hace daño a nadie.

Yo es que no entiendo como asociaciones tan importantes como Cruz Roja puede perder el tiempo con temas tan inverosímiles como éste. ¿Entonces qué debemos hacer? ¿Aplicamos la Convención de Ginebra a todo el cine y la literatura con escenas explícitas de guerra y muerte? ¿Encarcelamos a todos los directores, actores y escritores que enmarcan este tema en sus filmaciones y libros?

Mi respuesta es clara: los videojuegos son una forma de divertimiento para millones de personas. Millones de personas coherentes y racionales que saben que bombardean o matan a un montón de texturas, nada más. No matamos personas, ni bombardeamos EEUU, ni corremos a 300 KM/H por las calles, ni vamos comiendo setas para agrandarnos… somos personas que, al igual que leemos, escribimos, trabajamos o vemos cine, jugamos a algo tan nimio como un videojuego. Dejadnos ya en paz.

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