Dead Space 3. Análisis PS3

En el ocaso de la generación actual nos llega el último capítulo de la trilogía de Dead Space, una saga que nació con la generación, y nos ha acompañado todos estos años dándonos esa dosis de acción y terror que nos gusta tanto. Desde su primera parte, todo un sleeper, nos ha dado un susto tras otro, lleno de clichés, sí, pero no por ello menos divertido y vibrante.

Con Dead Space 2 se introdujo la gran novedad del multijugador online. Humanos contra monstruos, unos intentando cumplir una misión, mientras que los que manejan los necromorfos hacen todo lo posible para impedirla. Las carcajadas están aseguradas, sobretodo con amigos. En cuanto a Dead Space 3, la gran novedad ya la conoceréis seguramente. El multijugador cooperativo hace su aparición por primera vez en la saga, no sin hacer desaparecer antes el modo competitivo que tan buenas horas nos dio su segunda parte, una pena la verdad, pero no os preocupéis por la vida del juego, ya que además del modo cooperativo tenemos otros modos que se desbloquean al completar el juego por primera vez, como el modo imposible, solo para valientes.

Después de las impresiones que os mostramos el mes pasado, hoy venimos con el análisis de la última aventura de Isaac Clark ¿Cumplirá las expectativas?

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Gráficos

Se podría decir que, técnicamente hablando, la saga Dead Space tocó su techo en la segunda parte. La mejora no fue muy grande, pero se notó el paso de los años respecto a su primera parte, tanto a nivel de efectos como de diseño de escenarios, mucho mas variados, aunque manteniendo la misma ambientación.

En Dead Space 3 estamos ante un punto y seguido gráficamente. Algunos efectos que llaman la atención como el reflejo del escenario en el suelo mojado, o los rayos de luz que ambientan escenarios sombríos. Lo que sí es cierto que tenemos el Dead Space con mas variedad artística, con un contraste notable entre los niveles que transcurren en el espacio y los de el planeta helado, Tao Volantis. Sentiréis el frío del planeta, con sus tormentas de nieve, y los parajes blancos y rocosos. Complejos industriales, cuevas, exploración de naves abandonadas, la variedad de situaciones sobrepasa sin duda las entregas anteriores.

También hay que reconocer, que el paraje helado del planeta, tan desértico y carente de vida, puede dar sensación de escenario vacío en ocasiones, así como hartarnos de tanto escenario nevado. Quizás podrían haber introducido elementos como estructuras rocosas con formas mas peculiares o algún entorno con vegetación.

Jugabilidad

Como shooter en tercera persona, Dead Space 3 cumple a la perfección. Desde sus orígenes, Dead Space siempre ha tenido una buena gestión de cámara y una variedad de armas considerable. Es precisamente la variedad de armas lo que se ha potenciado en esta tercera parte, con el montaje de armas por piezas, que nos permite por ejemplo, construir un rifle de asalto con un cañón de energía como disparo secundario. Además, podremos acoplar accesorios que agregan daño de fuego a los disparos, eléctrico, etc.

Con este movimiento, no solo se consigue mas variedad de armas, sino que introduce un factor estratégico, invitándonos a montar el arma que mas nos guste según nuestro estilo de juego. ¿Que nos gusta las distancias cortas? Pues montamos una escopeta con una cuchilla como arma secundaria. ¿Que preferimos las distancias largas? Podemos montar un rifle francotirador. Las posibilidades son casi infinitas.

En cuanto a los movimientos de Isaac, pocos cambios vamos a ver, pero existen. Podremos agacharnos para buscar cobertura detrás de las cajas y no ser alcanzados por los disparos de los enemigos humanos. También podremos rodar para esquivar los ataques de los necromorfos, algo que agradeceréis si os acordáis que existe esa posibilidad en el momento adecuado.

Sonido

Lo mas destacable del apartado sonoro de Dead Space 3 es el excelente doblaje al castellano que repite en esta tercera iteración, con los mismos dobladores que las entregas anteriores. Nada mejor que vivir la aventura sin tener que leer mas allá de las notas que encontremos, asegura un inmersión total en el juego.

La música acompaña a la perfección a la acción, surgiendo solo cuando se requiere, habiendo silencios cuando nos creemos a salvo, para que podamos escuchar esos ruidos en la lejanía que nos ponen tan nerviosos. Golpes, pasos, están a la orden del día, como en cualquier otro Dead Space.

Modos de juego

Se ha perdido el modo multijugador competitivo respecto a su segunda parte, sí, pero se ha introducido un modo cooperativo que introduce situaciones y diálogos diferentes respecto al modo en solitario. Esto nos invita a rejugar la historia al menos dos veces. Una campaña que es tan larga como la de su precuela. Nosotros hemos tardado 24 horas en dificultad difícil, intentando hacer todas las secundarias e intentando recoger todos los objetos escondidos del juego. Aun así, nos hemos dejado secundarias sin completar y muchísimos objetos sin encontrar.

A todo esto le tenemos que sumar los modos de juego extra que se desbloquean al completar el juego por primera vez, como la ya clásica nueva partida+, en el que comenzaremos una nueva partida con el inventario del final del juego, el modo clásico, donde se imitará la forma de jugar a la primera parte de la saga, o el modo imposible, donde comenzaremos a historia desde el principio en el caso que muramos en algún momento. La rejugabilidad del título está prácticamente asegurada.

 Conclusión

Estamos ante un final de trilogía muy digno. Repitiendo muchas situaciones y sustos de sus precuelas, sí, pero Dead Space en estado puro al fin y al cabo. La variedad de lugares en esta tercera parte potencian enormemente el valor del título como aventura de ciencia-ficción. Y el modo cooperativo aporta una nueva perspectiva a la saga, sin cargarse el modo en solitario de sus predecesores, que para el que lo prefiera podrá jugarlo sin problemas.

Si te consideras fan de la saga, no te decepcionará Dead Space 3. ¿Mas de lo mismo? Puede. Pero con una calidad que nada tiene que envidiar de sus predecesores.

Lo mejor

Lo peor

 

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