El Grip – Diseños incompletos en tu mano

El grip, ese gadget diseñado por marcas del sector especializadas en accesorios para facilitar la vida de los gamers, es tan necesario como poco práctico. Este «agarrador» que mejora notablemente la sujeción de nuestras portátiles tiene una misión bien clara, salvar los diseños tan poco ergonómicos que salen de las compañías que se estrujan los sesos durante meses para crear una consola portátil bien ideada y causarnos los mejores calambrazos en nuestros dedos y manos tras varias horas de juego. Inmunes muchos gamers a ese tipo de dolores hay ya, las horas de práctica los respaldan, pero cuando pruebas el grip ya no hay marcha atrás.

Vamos a hablar de los grips, de los pros y contras de este tipo de accesorios, del porqué de su existencia, que en la mayoría de los casos, son tan necesarios para jugar a nuestras portátiles como tener un buen enchufe a la mano.

El dedo, la palma de la mano y la esquina del pad

Ergonomía para gente con manos cuadradas

Desde los bordes y ángulos de pads como los de Master System o Nintendo Nes (por mencionar una generación cualquiera), hasta las formas redondeadas de los mandos de las consolas de esta generación han habido muchos diseños, de todo tipo de pads, como pudieron ser «los tres cuernos» de los mandos de Nintendo 64, o el pad 3D de Sega Saturn, sin olvidarnos del mando de Wii, que si bien es como el de nuestro viejo reproductor de DVD no deja de ser original (aunque Dreamcast tuvo un prototipo anterior a este muy similar). Como vemos los pads han ido mejorando año tras año para ofrecernos algo indispensable de cara a un jugador que invierte varias horas de su día a día de juego… comodidad. Y es que sin la comodidad dos horas de juego ininterrumpido pueden convertirse en toda una tortura, un quiero y no puedo, querer jugar y tener que dejarlo por tener las manos «atrofiadas» al coger ese pad del demonio que nos revienta los dedos y las palmas de las manos, con botones demasiado cerca o demasiado lejos de nuestros pulgares y con una cruceta diseñada por el mismísimo Satanás para ofrecernos un trato por nuestra alma a cambio del pad de nuestros sueños. Como ya hemos dicho antes, eso ya no hace falta, los pads de hoy han mejorado mucho en lo que a ergonomía se refiere pero, ¿qué pasa con las portátiles?, ¿ha mejorado o empeorado el diseño de las mismas?

Evolución en el tacto y presión de un gamepad

Las portátiles están siendo un claro ejemplo de «desevolución» ergonómica. Si queremos antecedentes, recordemos que los diseños angulosos de las primeras portátiles poco se diferencian de las de ahora, de hecho, muchas portátiles añejas son más cómodas que las actuales. El ejemplo más claro es sin duda la tan querida Game Gear. Tamaño medio-grande para ser portátil, pero claro, eso le daba como clara ventaja mayor robustez, agarre y comodidad. Si ahora cogemos una PSP o una DS la cosa cambia. Pese a ser más reducidas, tras una hora de juego desearemos tener las manos más pequeñas, a lo «Umpa Lumpa», pues nuestros dedos dirán -¡basta!-. Y es que las sucesoras de estas dos últimas poco han mejorado, tanto PS Vita como 3DS (o la XL que aun siendo más grande poco ha ganado en comodidad) nos siguen tentando a mirar en la red el gadget al que apuntábamos al principio, el grip.

Desde los bordes rectos, pasando por los bordes rectos y terminando… en bordes rectos. (Evolución ergonómica)

Comodidad frente a portabilidad

Pero claro, un grip tiene una clara ventaja, pero un defecto a la par. Frente a la comodidad extra de agarre tenemos el inconveniente de que la consola deja de ser tan «portátil» ya que la acabamos de convertir en un mamotreto de 3×3 que no entra ni en el bolsillo del increíble Hulk, y es cuando tenemos que meterla en la mochila de Dora la exploradora. Entonces se nos plantea la pregunta, –¿me interesa la comodidad frente al engorro de acarrear con el chisme este?– La respuesta suele ser que sí, preferimos sacrificar un poco de espacio extra si de este modo ganamos en confortabilidad. Pero claro, pongámonos a pensar en el tema de la «portabilidad».

Con este cacharro más grande que tu consola podrás jugar como dios manda.

Nos vamos de fin de semana, y para no perder el ripio del juego nos echamos la portátil, consola que irá en su funda, protector que a su vez metemos en una bolsita de viaje con los cables necesarios (cargador para el coche, auriculares y cargador para la red doméstica), y que estos a su vez van junto con nuestros queridos juegos, varios cartuchos para amenizar las horas de viaje. Es ahora cuando nos damos cuenta que esa consolita que cabía en un bolsillo de nuestro pantalón a duras penas cabe en un macuto de viaje. Pero ojo, que aún tenemos que meter el grip, porque aunque digamos –bah, pa dos días no me lo llevo-, si te lo compras ¿para qué lo quieres?, ¿para dejarlo en casa cogiendo polvo cuando ya de por sí te llevas una mochila para echar el resto de cosas?, no señor, apretamos más los cables y los juegos y le hacemos un hueco a nuestro querido grip comprado en cualquier página web… que ese es otro cantar.

Pero al final te compras el grip… a ciegas

El grip, rara vez lo podemos encontrar en las tiendas de nuestro barrio. Suele ser más bien un accesorio propio de las webs de venta de gadgets online, tipo: cables para conectar tu consola portátil a todo tipo de monitores, soportes todo-terreno, fundas de aluminio, etc. Y es cuando vemos los grips. Los hay de varios tipos. Unos con soportes verticales para dejar la consola cual portafotos y ver películas (rara vez), otros con colores infumables, otros con altavoces incorporados (que en la mayoría de los casos suelen ser peores que los que lleva la consola), otros con batería adicional para suplir el rápido consumo de la batería de la máquina, y así hasta llegar a los del principio, porque todos se parecen entre sí pero ninguno es igual. Unos tienen un agarre «a lo Play«, con esos cuernos típicos hacia abajo, luego tenemos los que el agarre va en línea de la consola (servidor se decanta más por estos), y otros que parecen salir de la teletienda que se modifican cual trípode de telescopio en todas las direcciones para supuestamente dejar la consola perfectamente anclada al grip.

Me compro este, ¡al carajo!

Al final no sabemos cual comprar, pero mirando foros compramos X modelo porque parece el mejor, pero en realidad todos son igual de malos. Y de esto último nos damos cuenta cuando nos llega nuestro grip a casa, lo ajustamos a la consola y… en fin, que la portátil baila más sobre el grip que en la pista de baile. Obviamente esto es generalizar, hay marcas y marcas, y si acudimos a las «chinorris» pues pasa lo que pasa. También tenemos el problema de la forma de la consola, no es lo mismo adaptar un grip a una consola de bordes rectos como una Nintendo DS, en la cual se acopla perfectamente (siempre y cuando sea un grip decente), que en una PSP que tiene esas formas redonditas donde cualquier plástico, por muy ajustable que sea, terminará escurriéndose. Al final, desesperados por ver que no encaja bien, terminamos calzando el pad con algunas gomitas elásticas, o metiendo un papelito doblado para que haga cuerpo, (aquí se ve el pequeño Macgyver que llevamos cada uno dentro) y voila, ese trozo de plástico chinorro ajusta finalmente a la perfección, y es entonces cuando cogemos nuestra portátil y se nos cae una lagrimilla por la mejilla, –¡¿pero por qué narices no la diseñaron con esa comodidad desde el principio?!-. (Gracias ingenieros de desarrollo).

Completando el diseño del grip (Made in China, improved in Spain)

Un plasticorro, hecho de vete tu a saber, viene a solventarnos un diseño espeluznante creado a manos de «gente experta en la materia». El grip, ese gran desconocido por muchos, llega para suplir las carencias de diseños mediocres que intentan hacernos creer que para que una portátil sea cómoda esta ha de ser diminuta. Luego vemos como rediseñan sus portátiles por modelos más grandes (véanse PS Vita y 3DS XL), pero aún así siguen cayendo en los mismos errores de diseño y no llegan a ser tan cómodas como lo puede ser un pad convencional para que al final volvamos a recurrir a los grips. Y servidor se pregunta humildemente, ¿tan difícil es diseñar una portátil cómoda?

Tampoco hace falta esto

«Gracias grip, aun teniendo un plasticorro malo, poco ajuste en tu acople, una batería auxiliar que me recuerda a la de mi móvil (medio día y de aquella manera), y un precio ridículo has venido a compadecerte de mis tristes dedos que te ven como un salvador de los bordes angulosos y los diseños de retrete que hacen que tus creadores se froten las manos».

Allá donde tus dedos rechinen, pon un grip.

Nota: Hay grips y grips, consolas portátiles y consolas portátiles y dedos y dedos.

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