Otra semana más llego a vosotros con uno de esos temas que levantarán ampollas a más de uno, y es que, en pleno siglo XXI, aun se siguen observando en numerosos foros de debate y páginas web si realmente los videojuegos pueden llegar a ser dañinos para aquellos usuarios que disfrutan con ellos.
Digamos que desde un tiempo atrás este nuestro mundillo ha sufrido, por parte de investigadores, «cultos» e incluso de los propios jugadores, un martilleo incesante de críticas hacia aspectos que no deberían de ser sacados de contexto más allá de lo que realmente significan: un juego no es más que una aventura virtual donde se pondrán a nuestro alcance situaciones y ambientaciones que no podremos encontrar en ningún otro lugar.
Junto con la violencia, el racismo y el sexismo son otras dos lacras que llevan mucho tiempo haciendo un daño desmesurado a diversos títulos que han visto la luz y que, por diferentes aspectos del mismo, han creado una controversia y una injusta crítica por llevar a los extremos algo que ha sido creado para mera diversión. Volvemos al caso de Resident Evil 5, aquel juego tan criticado por las masas por el simple hecho de estar recreado en África. Esta ambientación llevó a Capcom a introducir personas de color (como es normal en aquel continente) a los que deberíamos dar muerte antes de que ellos acabaran con nuestra vida.
Gracias a esto, muchos se llevaron las manos a la cabeza y comenzaron a tachar de racista y cruel a un título que por aquel entonces ni si quiera había visto la luz. ¿Acaso no es cruel ver como se matan a esos pobres «negritos» mientras que en la realidad se mueren de hambre y enfermedad? ESO es un pensamiento racista, y ese es el pensamiento que defendían todos aquellos que criticaron un juego cuya única finalidad era la de divertir y que no hacía hincapié en ningún mensaje político ni cultural. ESE es el pensamiento racista y denigrante que provoca que haya barreras entre todos los seres humanos. ¿Acaso no era Blade un personaje de color que asesinaba vampiros blancos? ¿Acaso no era JC (personaje de GTA San Andreas) un chico de un barrio marginal que se intentaba ganar la vida como podía y cuya personalidad poseía todas aquellas virtudes o defectos que criticamos diariamente? Somos las personas las que intentamos siempre darle sentido a cosas que no la tienen, y sacarle un doble sentido a situaciones que no han sido creadas para tal fin.
Pues bien, tras esta pequeña reseña a un tema hablado hace ya largo tiempo, volvemos a día de hoy con otro título que va a dar mucho que hablar gracias al lanzamiento de su edición coleccionista. Ayer fue presentada un pack expecial de Dead Island Riptide, el próximo título de Deep Silver que verá la luz durante este próximo año. Entre los objetos que componen esta gran edición, se encontraba una figura… una figura que recreaba el torso de una mujer zombi totalmente desmembrado y bañado en sangre. Al parecer, esto no ha gustado demasiado al sexo femenino, que tachan de denigrante y sexista esta figura de decoración.
Pienso, desde mi punto de vista, que volvemos a estar en la misma situación que lo mencionado anteriormente con Resident Evil 5. Al parecer uno de los aspectos que más ha aumentado este revuelo ha sido que dicho torso contiene dos prominentes y «operados» senos, algo que de nuevo hace ver a las mujeres el tono sexista del asunto. ¿Acaso si hubieran sacado un torso de unos buenos abdominales masculinos o un pene destrozado… habría habido tanto problema? Muchas mujeres (incluidas gamers) hacen mucha crítica sobre la apariencia de las protagonistas en los videojuegos: cuerpos esbeltos y caras de ángel todo ello complementado por un par de grandes pechos y unas caderas de infarto. Y digo yo ahora… ¿nunca habéis visto a Chris Redfield o Leon S. Kennedy? ¿Acaso estamos tan ciegos que no vemos los músculos de Kratos, Dante o Fénix? Me da rabia pensar que hay muchos hombres y mujeres ajenos a nuestro mundillo que critican todos estos aspectos sin llegar a entender perfectamente lo que supone un juego, pero más me duele el saber que propios gamers de ambos sexos pueden llegar a pensar exactamente lo mismo.
Estamos ante una sociedad que pretende ser liberal y que busca la igualdad de sexos simplemente para lo que le conviene. Vivimos en una hipocresía constante donde solo luchamos y nos hacemos notar cuando nos interesa, sin saber el daño que podemos hacer al resto y sin pararnos a pensar si realmente llevamos razón en nuestras críticas, pues sin darnos cuenta podemos estar echándonos tierra sobre nuestros tejados
No os engañéis, los juegos no son racistas, ni homófobos, ni sexistas… son las mentes enfermas de las personas que pretenden hacernos ver cosas que no son, las que echan toda esta mierda sobre los videojuegos. Un título no contiene fobias, un ser humano SI.