FullBlast. Análisis Nintendo Switch

UFO Crash Games es un pequeñísimo estudio independiente que hace dos años vio la luz con su primer lanzamiento: FullBlast. Hoy analizamos este humilde Shoot em Up gracias a Ratalaika Games, que ha decidido rescatarlo y hacer el clásico port para las consolas PS4, One, Switch y PSVita.

Un juego que se acomoda en lo genérico

Ratalaika Games nos tiene acostumbrados a todo tipo de ports de juegos indies. Por lo general es un estudio que trabaja muy bien realizando estas conversiones, la cosa es que no siempre dan en el clavo con los títulos que se proponen rescatar.

El caso de hoy es el de uno de esos juegos que, pese a su humilde procedencia, muestra demasiadas carencias como para poder ser tenido en cuenta en un mercado cada vez más saturado y competitivo. Tanto es así que incluso dentro del mercado indie en consolas, existen infinidad de propuestas parecidas y más recomendables en las que invertir tanto nuestro tiempo como nuestro dinero.

FullBlast es un Shoot em Up clásico que intenta imitar títulos como DoDonPachi o 1942, sin demasiado atino, con el objetivo de provocar en el jugador ese sentimiento de nostalgia retro que tanto buscamos revivir hoy día. Se trata de un juego fácil, corto y con un problema enorme que pesa como una enorme losa a sus espaldas: es un genérico a más no poder.

¿Qué significa esto? En el diccionario genérico significa “Que es general o se refiere a un conjunto de elementos del mismo género”.

FullBlast es un juego que se limita a cumplir. Sí, controlaremos a una nave y dispararemos a nuestros enemigos. Sí, nuestros enemigos llenaran la pantalla de balas que deberemos esquivar. Sí, existen power-ups y jefes finales. Pero NO, no hay ningún tipo de fondo, personalidad u objeto destacable que le haga resaltar dentro de lo que es GENERAL dentro del género Shoot em up y el conjunto de grandes juegos que lo conforman.

La aburrida guerra contra los insectoides

En primer lugar es de recibo comentar que el juego lo que es contenido tiene poco. Cuenta con 12 niveles en total, cada uno con su jefe final, en los que lidiaremos una y otra vez contra los mismos enemigos y patrones repetidos hasta la saciedad. Cada cuatro fases cambiaremos de escenario (ciudad,bosque y nieve) y cada cuatro nos enfrentaremos con el jefazo de turno, los cuales sin duda ofrecen los mejores momentos del título.

Jugablemente estamos ante una propuesta lenta y sin gracia, que parece realizada para entretener a un público casual y no demasiado exigente con su tiempo ni con sus gustos. La nave que controlamos se mueve bien, pero los enemigos y las balas parecen  ir a otro ritmo, ofreciendo un reto insulso que solo pondrá trabas en su desarrollo durante algunas partes muy concretas de los jefes finales. En cuanto a los power-ups (algo fundamental en el género) parecen muy mal implementados, ya que aparte de contar con muy pocos, la diferencia entre ellos es nimia. Tendremos tres modalidades de disparo (contando con la básica),  un multiplicador x2 de puntos, un escudo temporal y un acelerador de disparo temporal. Y ya.

Una de las bondades del juego es la posibilidad de ¿disfrutar? de él junto a un compañero en cooperativo, lo que sin duda aliviará el suplicio y ayudará a que aguantemos hasta completarlo, algo que nos llevará entre una y dos horas dependiendo de nuestra habilidad.

Si pensabais que al menos a nivel gráfico el juego podría tener un pase siento informaros de que tampoco es así. FullBlast presenta un entorno 2D medianamente bien resuelto en el que sin duda lo que más destaca son sus tres escenarios. Existe cierta variedad de enemigos, aunque en realidad todos ellos son bastante parecidos. Luchamos contra una raza de insectoides, por lo que prácticamente podríamos resumir el bestiario en mosquitos, abejas, garrapatas, gusanos y alguna que otra planta carnívora para romper un poco la monotonía. Sin ser realmente horrible, hay algunos aspectos que se cargan definitivamente lo poco que tiene que ofrecer el título en este aspecto: el continuo e incomodo efecto ¡Boom! que producen los enemigos al morir pretendiendo simular la onomatopeya de un cómic, o la continua caída de ¿casquillos de bala? tras cada disparo de los lásers de nuestra nave. Otro detalle que afea el resultado es la resolución. Reducida y disimulada mediante unas bandas a cada lado que pretenden simular el marco de una recreativa… pero no, no cuela.

Por suerte sí existe un elemento rescatable: su banda sonora. Con temas épicos y cañeros al menos transmite algo de esa sensación de frenetismo y locura que se nos vende en el tráiler.

Conclusiones de FullBlast

Puede que en el análisis parezca excesivamente duro, pero lo cierto es que FullBlast no es un juego terrible. Desde luego no es bueno, pero diría que existen cosas mucho peores. Su problema reside en que es extremadamente mediocre en todos sus aspectos sin hacer absolutamente nada al respecto. No se ha tomado ningún riesgo y lo que nos queda es un Shoot em Up hecho con manual en mano, que no resalta en nada y que ofrece menos que muchos juegos flash gratuitos que están al alcance de cualquiera hoy en día.

Su mayor baza es su bajo coste y (en Nintendo Switch) la posibilidad de jugarlo donde y cuando nos de la gana… pero ya. Es un juego genérico, insulso y con muy poco que ofrecer dentro de un mercado tan competitivo, algo que seguramente le pasará factura.

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