Quiero dejar claro que no estáis ante un artículo de análisis del título. Esa tarea ya ha sido encomendada a otro compañero. Estas líneas son una valoración personal de lo que está suponiendo GTA V en el mundo de los videojuegos, y hay que decirlo, en el mundo en general. Siempre que se ha lanzado el juego estrella de Rockstar se ha levantado una gran expectación y ha sido un gran éxito de ventas, pero esta vez ha sido diferente. Toda la prensa especializada se ha unido, casi de forma unánime, para encumbrar a GTA V. Pero como siempre, hasta que cada jugador no se pone delante de su consola y lo prueba, no se confía.
Después de una dura y larga espera de instalación, comenzamos a jugar, vivir una nueva experiencia diría yo. Un juego, un estilo de vida, diferentes personajes, diferentes historias, críticas a una sociedad que ha olvidado lo que realmente importa, y que se castiga a sí misma con la codicia y la ambición. Estamos ante una experiencia que llega más allá de lo que categorizamos con un sandbox. GTA V es realmente divertido, eso es cierto. Disfrutas cada momento con persecuciones, tiroteos o simplemente haciendo el loco con tu coche o moto. Pero hay algo más, en pocos juegos he sentido yo la necesidad de encaramarte al pico de una montaña y observar un amanecer, y disfrutarlo como si fuera uno de la realidad. Pararte a observar la belleza de una ciudad como Los Santos, cuando sus luces de neón se separan de ti cuando te alejas del centro urbano.
Quizás los que no hayáis jugado al juego penséis que un servidor exagera, «al final es un juego», me diréis. Tenéis toda la razón, pero pocas veces he sentido yo en el cine o en teatro, ese sentimiento de complacencia al ver un trabajo tan bien hecho. El objetivo primero del juego es divertir,que lo hace, pero también busca esa otra cosa que hace que un juego pase a la historia. Ese pequeño pellizco que hace que apagues la consola y todavía sigas pensando «ha sido increíble esta parte del juego».
Para que quede constancia, no estoy intentando vender el juego, ni tan siquiera hacer que lo probéis, cada uno que escoja su camino. Un juego que ha sido récord de ventas en su primer día, al igual que en su primer fin de semana, no necesita que nadie venga a vendértelo. Solo quiero hacer que comprendáis mi forma de ver el juego, una forma distinta de entender un videojuego. Para muchos el videojuego no es más que un rato de ocio, matando marcianitos o como en el caso del GTA, haciendo el loco con un coche. Quiero hacer ver que es algo más, un trabajo cuidado y meticuloso, un esfuerzo de 200 personas por conseguir un objetivo común, cuatro años de esfuerzo que llevan, porqué no decirlo, a uno de los mejores juegos que hay.
Tiene sus fallos, claro está. Todavía en este mundo no hemos llegado a la perfección en nada. Pero cuando algo te hace sentir y enmudecerte mirando la pantalla, es un trabajo bien hecho. Pasar por delante del mar durante tu partida en el juego, y que cada vez que la mires, te pares para admirarlo. ¿No os ha pasado? Hacer sentir algo especial a los jugadores, no se puede llamar perfección, pero si hay algo que se le parezca, este sentimiento seguro que lo es.
Llevo más de 20 años jugando a consolas, no sabría calcular todos los juegos que han pasado por mi mano. Algunos tan buenos que quedarán en mi memoria para siempre. Este GTA V va a quedar. No por su historia, no por sus gráficos, no por su datos de ventas. Porque te hace sentir algo especial. Hay que ser realistas y un juego no es la vida real, pero si hay algo que alguna vez llegue hacerte sentir lo mismo que la realidad, querido amigo, Los Santos lo es.